DOMINGO 1o. DE OCTUBRE DE 2000

Ť Alza salarial de sólo 7% y déficit público de 0.7% prevén consultoras


Presentará Fox metas macroeconómicas este mes

Antonio Castellanos Ť Los criterios generales de política económica -el proyecto de presupuesto de Egresos y la iniciativa de Ley de Ingresos para el 2001-, serán entregados este mes al Congreso de la Unión. Se espera para el primer año de gobierno del presidente Vicente Fox, un producto interno bruto (PIB) de 5%; inflación de 7%; incremento a salarios de 7 %; déficit público de 0.7 % y 18 dólares en promedio para el precio del barril de petróleo.

Se pretende dar mayor margen de análisis a los legisladores y disminuir la incertidumbre que hay ahora en los mercados. Antes del 15 de octubre se conocerá el gabinete, según proyecciones de las consultoras Standard and Poor's y Bursamétrica y los grupos financieros Banamex e Ixe.

Según los expertos de Bursamétrica, ahora el país está en la antesala de información relevante. Antes del 15 de octubre se conocerá el nuevo gabinete y en la segunda parte del mismo mes, el programa económico con las metas inicialmente señaladas.

El Grupo Financiero Ixe, en su último reporte, consignó que, aun cuando la fecha límite para presentar ante el Congreso de la Unión el paquete económico es el próximo 15 de septiembre, es factible que sea entregado en el transcurso de octubre, y con ello estar en posibilidades de que sea aprobado por el Poder Legislativo antes de finalizar el año.

Según las consultoras y los grupos financieros, dar a conocer las metas del gobierno de Fox en el 2001, reducirá la volatilidad que se ha observado en las últimas semanas; es conveniente, por tanto, revelar cómo se articularán las acciones a seguir y los objetivos que se pretenden alcanzar para el próximo año.

Destacan que, por la experiencia en los anteriores cambios de gobierno, la manifestación explícita de una continuidad en la política económica, sin duda, será un factor que contribuya a una transición sin sobresaltos; falta conocer, concluyen, si el BdeM contará con mayor autonomía en el manejo de política cambiaria y los aspectos relativos a la congruencia que debe existir ente estas políticas y la fiscal.