DOMINGO 1o. DE OCTUBRE DE 2000
Ť Urgen mecanismos de control y supervisión sobre la apertura, dice
La criminalidad, producto de la globalización: Manfred Hoffmann
Ť Riesgo de que gobiernen anarquías y los estados democráticos sólo observen, advierte
Humberto Ortiz Moreno Ť La criminalidad a nivel mundial es, sin duda, producto de la globalización, advirtió el delegado oficial de la industria y el comercio alemán en México, Manfred Hoffmann,y consideró que urge imponer mecanismos de supervisión y control sobre los procesos de apertura e integración.
Y es que, desde su perspectiva, esa tendencia internacional "nos ha traído un montón de problemas que antes no se habían conocido y que ahora requieren de una pronta solución", porque existe el riesgo de que "gobiernen anarquías" y los estados democráticos sólo tengan una posición de observadores "sin poder hacer nada".
En entrevista con La Jornada, el funcionario alemán consideró que en un mundo ya globalizado la única alternativa es una estrecha cooperación internacional para desarrollar mecanismos que frenen los efectos nocivos de este tipo de políticas económicas en los países.
Individualmente, previno, ninguna nación tiene posibilidades para combatir los impactos de la globalización.
Alemania es el país con la industria más importante en la Unión Europea e inversionista europeo de suma relevancia en México, por lo que Hoffmann y su gobierno ven con "gran expectativa" y como "observadores" la transición aquí y la visita que el presidente electo, Vicente Fox, realizará durante esta semana al viejo continente, particularmente a esa nación. Y el tema que inicia esta nota es, precisamente, de suma trascendencia para las relaciones de ambos pueblos, recalcó el empresario.
Confianza en México
Hoffmann ve con optimismo el futuro de México. "Es sumamente interesante, porque para las empresas alemanas es el único país que tiene relaciones comerciales, en el marco de un convenio de libre comercio con los dos mercados más importantes del mundo, que son el de Estados Unidos y el de Europa. Esto lo pone en una posición estratégica única".
De cara al relevo de poderes, con Fox a la cabeza del Ejecutivo, y ante ajustes al programa económico, el delegado oficial alemán dijo que su nación observa con "mucha simpatía" estos cambios, porque "México ha demostrado ser un país democrático, muy estable, y lo que más interesa al mundo empresarial es ver si la transición de un gobierno a otro se da sin problemas como han ocurrido en el pasado".
Del presidente electo Vicente Fox, los inversionistas germanos esperan que emprendan proyectos, con un crecimiento dinámico, ideas nuevas, y confían plenamente en el nuevo gobierno.
Seguro de que no habrá conflictos a partir del 1 de diciembre en México, Hoffmann expresó que Alemania no desconoce el fenómeno de pobreza prevaleciente en este país y, prudente, subraya: "Son problemas que esperamos sean resueltos. No veo por qué un empresario alemán deba ver las cosas diferentes que uno mexicano..."
-Sin embargo, hay corrientes opuestas a la globalización que van creciendo porque consideran que esa tendencia mundial produce más pobreza para muchos y riqueza para unos cuantos, Ƒqué riesgos prevé su país en este sentido?
-Por un lado creo que el presidente Zedillo, en su discurso de Davos, que ha tenido mucho eco en la prensa mundial, tiene razón acerca de la globalización. México ha tenido muchas ventajas a raíz de este proceso. Pero por otro lado, no entiendo esa discusión, porque la integración es un hecho. Lo podemos debatir, si nos gusta o no, pero no se puede cambiar. El internet tampoco lo puedes quitar. Y mientras haya esos vínculos tecnológicos, habrá globalización.
-ƑTendría que matizarse la apertura conforme a la realidad de cada país, es decir, tener restricciones y ajustes, o es irreversible?
-Creo que el proteccionismo hoy en día no tiene posibilidad. Sería un anacronismo total. Por otro lado, vimos que la globalización trae un montón de problemas que antes no se habían conocido y que requieren una solución, una cierta supervisión y control de los gobiernos. Porque no puede ser que luego se caiga en una anarquía y los regímenes democráticos sólo asuman una posición de observadores.
Hoffmann citó el problema de la criminalidad que, admitió, es resultado de la globalización. "En este asunto los los diferentes gobiernos sí deben pensar cómo y con qué mecanismos puede combatirse este flagelo y qué otros deben desarrollarse..."
Respecto al tema, comentó que la única respuesta debe ser la cooperación internacional, pues los estados de manera individual tienen muy pocas posibilidades hoy en día de combatir los efectos negativos de la globalización.
Precisamente, dijo, el presidente electo Fox tendrá en Europa esta semana la tarea de buscar contactos con los gobiernos y empresarios para analizar cómo pueden conjuntar esfuerzos frente a los impactos negativos de la globalización. En este sentido, abundó Hoffmann, los alemanes escucharán con atención las propuestas del futuro mandatario.
-Realmente, señor Hoffmann, Ƒqué le atrae de México a los inversionistas de Alemania, acaso su mano de obra barata, su posición geográfica?
-Son dos aspectos. Por un lado, es el mercado grande que representa. No hay tantos en el mundo de ese tamaño. Y por otro, es la posición estratégica que tiene entre el norte y el sur de América, para puentear los productos, y desde aquí se puede cubrir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y a la vez utilizar los vínculos tradicionales que tiene México con Latinoamérica.