DOMINGO 1o. DE OCTUBRE DE 2000

 

Ť Néstor de Buen Ť

ƑHacia una renueva cultura laboral?

La incorporación de Carlos Abascal Carranza al equipo de Vicente Fox, con responsabilidad principal de recibir y restructurar la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ha sido estimada como la definición previa de quién será el próximo titular de la dependencia.

Algo debería sospechar el mismo Carlos, que previamente se jubiló de su chamba de director general de una afianzadora, quedando en condiciones de asumir, sin conflicto de intereses, la nueva e interesante responsabilidad.

Carlos Abascal Carranza, de apellidos con particular significación, es hombre inteligente, muy definido en su vocación política, claramente conservadora, con buena experiencia en el campo laboral: su responsabilidad en la presidencia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) no pasó inadvertida para nada y a él se le atribuye, entre otros, la idea de la famosa "nueva cultura laboral".

Yo recuerdo que fue en un discurso de Luis Donaldo Colosio del 6 de marzo de 1994 que apareció esa expresión, y debo suponer que no fue ajena a la influencia personal de Juan S. Millán, cetemista importante, hoy gobernador de Sinaloa y un hombre de muy particulares sensibilidades sociales, como lo acaba de demostrar, criticando los contratos de protección y otras cosillas. Juan hizo los contactos con Abascal, a la muerte de Colosio, y tiempo después se inició el idilio CTM-Coparmex, con visitas de Carlos a don Fidel y de don Fidel (Ƒpor qué don?) a Carlos en su guarida coparmexiana. Allí se firmó un lindo documento de no sé cuántos puntos, que mucho tiempo después, abogados empresariales corporativos y representantes sindicales más corporativos aún, bajo la bendición de la STPS siempre representada por el doctor Javier Moctezuma Barragán, convirtieron en un inmenso material lleno de ideas, algunas inclusive buenas.

A alguien se le ocurrió que esa nueva cultura laboral merecía la firma presidencial y se armó la clásica reunión en Los Pinos, quiero recordar que hace cerca de dos años (Javier Bonilla era el titular de la STPS y ya van dos más), aunque el documento final nada haya tenido que ver con lo hecho antes. Sospechosamente originado en la pluma de los altos funcionarios de la STPS, se redujo todo el material a unas cuantas cuartillas.

El hecho es que antes de la NCL, el PAN había preparado iniciativa de nueva Ley Federal del Trabajo desde principios de 1994, que en los primeros momentos de 1995 se presentó al Senado. A su vez el PRD coqueteaba con su propio proyecto, bastante coincidente con el del PAN, que no llegó a presentarse en la Cámara de Diputados, por razones que no son fáciles de explicar. Y con esos tiros el mundo conservador y corporativo de nuestro México revolucionario (Echeverría dixit) se puso nervioso y vino la NCL.

Al morir don Fidel se quedó todo un poco en el aire, pero desde hace poco más de un año, reunidos de nuevo los corporativos cada semana con Javier Moctezuma, discuten un proyecto de código de procedimientos laborales que ya va en su quinta edición, sospechosamente dominado por el espíritu reformador para atrás de los abogados empresariales.

Si Carlos Abascal Carranza fue el creador compartido de la NCL y ahora, como todo hace suponer, se incorpora al gabinete como responsable de la política laboral, de lo que no puede caber duda es que la NCL va a recibir mayores impulsos y hasta la pretensión de aterrizar en el Congreso de la Unión para ser el primer paso de una reforma conservadora de la LFT. No invento nada: en una reunión en la Barra de Abogados, Mariano Palacios Alcocer dijo hace pocos meses que la parte procesal no era más que un primer paso en la reforma integral de la LFT.

Las cosas se van a poner divertidas. Porque todo hace suponer que el presidente panista no va a hacer el más mínimo caso del proyecto panista, y que dado el guía elegido (o casi), se irá por el rumbo de las nuevas culturas laborales. Quizá influyen más que el PAN los amigos de Fox. Y no cabe duda de que les atrae la derecha.

Si por los rumbos económicos las perspectivas son también de repetición de la línea tecnocrática, con personajes de bancos mundiales y cositas por el estilo, nada debe extrañarnos.

No deja de ser curiosa, y expresión de una decisión que corre riesgos, la elección de Abascal Carranza como posible secretario del Trabajo. Hasta la CTM ha protestado. Pero Carlos Abascal es un hombre inteligente y capaz y que, por ello mismo, puede ejercer su función en forma adecuada. Al fin y al cabo el joven Fox no se ha manifestado contrario a los trabajadores y todo indica que tiene cierta fobia contra el corporativismo. No tardaremos mucho en conocer la verdad.