VIERNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Fuertes medidas de seguridad en el aeropuerto para recibir a la medallista


Soraya exigirá apoyo para los deportistas

Ť Niega que le hayan ofrecido cambiar de nacionalidad; está orgullosa de ser mexicana

jimenez-soraya-arribo-1Jorge Sepúlveda Marín Ť Anoche arribó a la ciudad de México la medallista olímpica de oro Soraya Jiménez y de inmediato los fotógrafos y reporteros que tuvieron acceso a las acreditaciones para subir a las puertas del aeropuerto fueron controlados por elementos de seguridad; en seguida la trasladaron en medio de un nutrido cordón de policías que empujaron y aventaron todo lo que se ponía a su paso hasta llevarla a una sala de conferencias.

Soraya traía al cuello una radiante medalla dorada y dibujado en el rostro una sonrisa en una extraña seña con el meñique encorvado (de arañita), repartía a todos los presentes el gesto y no se sabía si estaba mostrando la presea o reprochaba el comportamiento temido.

Soraya desde julio no ve a su familia en esta ciudad y por eso le urgía terminar la conferencia para irse a cenar con sus familiares y con algunos de sus mas cercanos amigos.

La halterista dijo que da a la mujer mexicana el mensaje de que cuando quieran hacer algo sólo hace falta que se lo propongan y que lo consigan, sin dar explicaciones ni pedir permisos.

Enfundada en unos pants azules y con la gorra de su patrocinador en la cabeza, señaló que a la próxima administración le pedirá que se apoye a los atletas no un año antes, sino durante todo el ciclo si es que se quieren ver más medallas.

Negó que fuera a aceptar un cargo político, ya que para eso tendría que prepararse y prefiere seguir en el levantamiento de pesas porque la nueva cita se llama Grecia 2004, y que por el momento no ofrece nada, pero que se va a preparar para no decepcionar a nadie.

Le dio gracias a los mexicanos que la han seguido y a la gente que la ha apoyado, sobre todo porque sus inicios en esta actividad no fueron bien vistos y gracias a su familia y algunos medios pudo llegar hasta donde está ahora.

Comentó que en enero siguiente regresará a la universidad para terminar sus estudios de Derecho, porque la segunda satisfacción que le quiere dar a sus padres es el título de abogada. Recordó que antes del 15 de octubre, una vez que conviva con su familia, con sus amigos y de recordar México, regresará a Bulgaria para que le "limpien'' las rodillas.

Aprovechó para aclarar que nadie le ha ofrecido otra nacionalidad porque además está orgullosa de ser mexicana. Sin ofender a nadie, dijo, la respuesta de los medios le ha gustado muchísimo, pero indicó que los critica porque anoche no se supieron comportar.

"Ya déjenme, quiero echarme un plato de pozole'', suplicó la campeona olímpica ante unos 70 informadores de radio, prensa y televisión, tanto locales como del interior del país.