VIERNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Los autores serían priístas del DF y Chiapas


Complot, el carreterazo que sufrió Amado Avendaño en 94

Ť Somos objeto de "secuestro legal", denuncian presos indígenas

Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, Chis., 28 de septiembre Ť La historia de la impunidad en Chiapas no deja de escribir páginas vergonzosas todos los días. Hoy, sin ir más lejos, se hicieron públicas dos denuncias de gran importancia. Mientras La Voz de Cerro Hueco, organización que agrupa a los presos políticos indígenas del estado, dio a conocer un comunicado sobrecogedor sobre sus condiciones "legales" de castigo y alienación, el periodista José Reveles documentó la existencia de un complot para asesinar en 1994 a Amado Avendaño, lo cual produjo el "accidente" carretero que costó la vida de tres colaboradores del entonces candidato a gobernador y dejó muy malherido al propio Avendaño.

Los presos en cinco penales chiapanecos, identificados con el movimiento zapatista, aseguraron hoy que son objeto "de un gran secuestro legal" por parte de autoridades judiciales que, según La Voz de Cerro Hueco, "son los verdaderos delincuentes".

Pocos ejemplos de delincuencia gubernamental, sin embargo, como el mencionado complot para asesinar al candidato de la sociedad civil (postulado por el PRD), quien pocos meses después del atentado sería gobernador en rebeldía. Concepción Villafuerte, directora del diario local La Foja Coleta y esposa de Amado Avendaño, reveló a El Financiero que entre los complotistas se contaban Eduardo Robledo Rincón y Jorge Enrique Hernández Aguilar, además del autor intelectual del operativo criminal, Germán Jiménez Gómez.

Según Concepción Villafuerte, el plan para liquidar físicamente a su esposo "se diseñó en una reunión entre por lo menos tres políticos prístas del Distrito Federal, más otros chiapanecos". El propio Amado Avendaño confió a La Jornada que esta versión fue conocida hasta hace poco por él y su familia. Según el testimonio recibido seis años después de los hechos, el ex dirigente magisterial Germán Jiménez Gómez (a quien se ha ligado con grupos paramilitares) habría ofrecido al entonces candidato príista Robledo Rincón "solucionarle el problema" del candidato opositor que amenazaba con vencerlo en las urnas.

José Reveles da a conocer que Jiménez ya había ensayado asesinar a Amado Avendaño el 16 de julio de 1994. Finalmente, la madrugada del 25 de julio, un tráiler Kenworth, conducido por Luciano Tress Virgen, embistió la camioneta en que Avendaño y sus colaboradores se dirigían a Tuxtla Gutiérrez para participar en un desayuno con los demás candidatos a la gubernatura para los comicios de aquel año.

Como se recordará, en el "accidente" perdieron la vida Jorge Ernesto Fonseca García, Agustín Rubio Montoya y Rigoberto Mauricio Villafuerte. Avendaño sobrevivió, pero en condiciones de salud tales que le impidieron proseguir personalmente con su campaña. Durante meses perdió el habla, y quedó con daños visuales permanentes. En lugar del autor material del atentado, fue detenido su hijo Noé Tress Ramos, quien tras seis años de cárcel fue preliberado hace poco. Se sabe que los autores intelectuales del "carreterazo" contrataron a Tress Virgen en la Central de Abasto de la ciudad de México. Durante el juicio, el chofer del Kenworth "chueco, sin regularizar, sin placas y sin permiso para circular", convenció a las autoridades que ese día él se encontraba lejos de la carretera Pijijiapan-Tuxtla Gutiérrrez, donde ocurrió el "accidente".

Los "premios" y los años

Como contrapunto a las revelaciones de Concepción Avendaño, La Voz de Cerro Hueco denunció la condición de presos políticos de decenas de detenidos por falsas acusaciones: "Nos encontramos olvidados y entrampados por un poder insaciable. El gobierno nos tiene implacablemente secuestrados, haciéndonos parecer temibles delincuentes, utilizando la gran maquinaria a su servicio para fabricarnos delitos de los más graves que puedan marcar los códigos penales".

"No tenemos más qué hacer sino soportar las grandes injusticias de los expertos maquiladores de los delitos, como lo son el Ministerio Público común, el federal, las policías judiciales del estado y federal, los jueces del fuero común y el federal, y por último el Ejecutivo, a través de sus órganos de justicia y sus magistrados", asegura La Voz de Cerro Hueco al pedir, hoy, la libertad de los indígenas injustamente procesados y condenados.

En tanto, los verdaderos responsables de crímenes, cobijados por el aparato gubernamental, no sólo siguen impunes, sino que han recibido "premios". En testimonios escritos para sus hijos por Concepción Villafuerte, ésta señala por ejemplo que Jorge Enrique Hernández Aguilar recibió como "pago" la titularidad de la Procuraduría General de Justicia del estado, antes de pasar a la Coordinación de Seguridad Pública, cargo que ocupaba durante la matanza de Acteal.

Relata Amado Avendaño que, cuando recientemente se enteró de aquel complot, sufrió tal contrariedad que se enfermó. No podía creer que atentara contra él su antiguo discípulo y protegido. Periodista opositor antes de pasar al gobierno, este ex funcionario colaboraba en Tiempo, el periódico que durante 30 años publicaron los Avendaño y por donde desfilaron sucesivas generaciones de jóvenes reporteros, como Hernández Aguilar. "Comía en nuestra casa, lo tratábamos como uno más de nuestros hijos", lamenta don Amado.

Habrá impunidad mas no olvido

En Chiapas, la impunidad no tiene límite. Los responsables de Acteal, Unión Progreso, Chevajeval, Tila, Yajalón, Taniperla y tantos episodios más han quedado sin castigo. Las revelaciones en torno al caso Avendaño confirman las tesis de La Voz de Cerro Hueco: los delincuentes están en el gobierno, y los inocentes en la cárcel.

"Como todos los gobiernos que se inician", dice La Voz, el nuevo régimen estatal ofrece la solución a sus demandas. "Pobreza, encarcelamiento, azotes y explotación ha sido lo que hemos recibido como común denominador de las promesas". Si bien expresan "alegría" ante el "gobierno de la esperanza" que se avecina, los presos políticos zapatistas no ocultan su desconfianza: "Algunos de los que hoy nos prometen la libertad no hicieron nada cuando fueron gobierno antes; hay ex procuradores, ex secretarios y políticos que toda su vida han estado ligados con las funciones del gobierno y nunca hicieron nada por nosotros. Hoy se sacian la boca abogando por nuestra causa. Consideran que tal vez conseguirán un nuevo puesto para seguir cobrando los salarios a los que están acostumbrados, pero esos grandes blasfemos no tienen ninguna calidad moral para interceder por nosotros".

El periodista José Reveles publicó también extractos de una larga misiva de Concepción Villafuerte a Jorge Enrique Hernández Aguilar: "Si tan grande era el compromiso que tenías con Eduardo Robledo Rincón, Ƒpor qué no lo planearon mejor y mataron sólo al candidato? ƑPor qué tenían que matar a inocentes, a jóvenes que apenas comenzaban a vivir?... Nosotros tenemos la obligación de contarles a nuestros muertos, tras seis años, que sus asesinos están vivos y gozan de cabal salud, que se siguen reproduciendo y causando más crímenes". Y le dice:

"Tú estás ahora del lado de los corruptos, de los represores, de los criminales", y recapitula su trayectoria ligada a la creación de grupos paramilitares "que han controlado por el miedo y la violencia a numerosas comunidades". Después de desearle que viva muchos años, "tantos como sean necesarios para que veas los frutos de tus obras", le recuerda su participación en la masacre de Acteal.

Como se ve, las historias de justicia mal impartida se siguen escribiendo en Chiapas todos los días. El correr de los "premios" y los años trae impunidad, mas no olvido.