JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Alvarado Alcántara


La Iglesia no responde a mentiras, ''aunque provengan de Sauri''

José Antonio Román Ť La Iglesia católica no está obligada a responder de manera sistemática a cuanta ''calumnia, mentira o injuria'' se lance en contra de ella o de uno de sus ministros, ni siquiera cuando provengan de la dirigente nacional del PRI, Dulce María Sauri, señaló ayer el secretario general del Episcopado Mexicano, Abelardo Alvarado, respecto a las versiones de que el viaje del papa Juan Pablo II a Yucatán, en 1993, fue financiado con recursos de Banco Unión, Carlos Cabal Peniche y de la aerolínea Taesa, todos ellos involucrados en el Fobaproa.

Sin embargo, dijo que en dado caso de que estos recursos efectivamente se hubieran aportado, la Iglesia los recibió de ''buena fe'' y fueron, para la gran mayoría de mexicanos que son católicos, utilizados en recibir al obispo de Roma, a diferencia de los recursos que se destinaron al partido político y que pudieron haber causado algún quebranto económico al país.

En conferencia de prensa realizada en el marco del II Encuentro Nacional de la Red de Informática de la Iglesia en América Latina, Alvarado recordó que las mismas declaraciones de la dirigente priísta hablan de un ''donativo de buena fe'', por lo que descartó entrar en polémica o enfrentamiento alguno.

''Si saliéramos a aclarar todos y cada uno de los infundios, falsedades e interpretaciones torcidas que se propalan en contra de la Iglesia, sólo contribuiríamos a crear un clima de confrontación y polémica estéril que dividiría a la comunidad'', apuntó el vocero de la CEM, órgano que aglutina a todos los obispos del país.

Rechazó que la Iglesia pudiera compararse siquiera con un partido político, debido a que se trata de dos instituciones totalmente distintas y con fines muy diferentes. ''La Iglesia no tiene fines partidistas, su misión es eminentemente pastoral''.

Existe, dijo, una gran diferencia entre un donativo para financiar una visita del Papa, que tiene fines exclusivamente pastorales y que busca la unidad de todos, y los recursos que se utilizan para una campaña político-partidista, que por su esencia misma busca el poder temporal.

No le hacemos el caldo gordo a nadie

Alvarado Alcántara apuntó que la Iglesia católica también tiene la obligación de manejar con ''absoluta transparencia'' los donativos que le ofrecen sus feligreses para realizar su misión evangelizadora, así como cuidar, en la medida de lo posible, que el origen de los recursos no proceda de fuentes ilícitas y no sea producto de alguna actividad delictiva.

''Por experiencia los obispos, sacerdotes y religiosos sabemos que hay que cuidar tanto el origen de los recursos como el destino que se les dé'', expresó.

Siempre a pregunta expresa, el prelado insistió en que su intención no es entrar en una polémica con la dirigente priísta o cualquier otra persona, por lo que señaló: ''No le haremos el caldo gordo a nadie''.

Durante la conferencia de prensa, realizada en la sede episcopal de Lago de Guadalupe, en Cuautitlán, donde se realizó el encuentro de tres días de la RIIAL, Alvarado se refirió a su participación como secretario general de la CEM en el grupo de consulta sobre asuntos religiosos del equipo de transición del presidente electo, Vicente Fox. Desmintió las versiones periodísticas que señalan que la mesa que coordina Alberto Ortega esté preparando propuestas de nuevas reformas constitucionales y a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.