MIERCOLES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Venció 14-12 al kasajstán Almazbek Raimlulov, en los ligeros
Cristian Bejarano amarra el bronce y buscará el oro
Ť Fue en Seúl 88 cuando México ganó por última vez una medalla en boxeo con Mario González
Dpa y Afp, Sydney, 26 de septiembre Ť La judoca mexicana Adriana Angeles tuvo una participación breve y nada memorable en los Juegos Olímpicos de Sydney, pues fue derrotada en su segundo combate, pero esta noche saboreaba como la que más la obtención de una medalla.
"Mira, mira, me mandó un beso, šayyy!", decía Angeles retorciéndose de alegría después de que su novio, el boxeador Cristian Bejarano, le dedicara desde lejos el triunfo que consiguió sobre Almazbek Raimlulov, de Kazajstán, con el que se asegurara una medalla olímpica en la categoría ligero.
"Fue algo complicado los primeros rounds, pero salimos con la táctica adelante y aquí ya estamos en otro triunfo", dijo el mexicano, al término de un combate muy parejo que concluyó el primer asalto 3-3.
A partir del segundo capítulo comenzó a levantar y lo concluyó 8-6, mantuvo la iniciativa con golpes precisos en el tercero, para en definitiva imponerse 14-12.
Después, hubo algunos besos entre Bejarano y Angeles, que casi hacen sonrojar a los periodistas presentes, pero al fin y al cabo era un momento de gloria para el muchacho de Chihuahua, de 19 años, que se ha hecho ya un lugarcito en la historia del deporte mexicano.
La última vez que México ganó una medalla en boxeo fue en Seúl 88, cuando Mario González se llevó el bronce.
El noviazgo es desde algunas semanas atrás, aunque recién en Sydney se hizo público el asunto. De hecho, fue Angeles quien le trajo el agua bendita que le regaló un cura francés y que bebe el pugilista antes de cada pelea. Eso era hasta hoy un secreto.
De lo que no se dio cuenta la muchacha fue de que los pensamientos de su adorado estaban por otro lado. "Ahora pienso en mi abuelo. El se llama Guadalupe Benítez y es el papá de mi mamá.
"Mis papás están separados y él fue prácticamente el que me crió. A él le dedico esta medalla", se le oyó comentar al pugilista. "Ya me imagino como estará mi familia allá en Chihuahua. Deben estar celebrándolo", prosiguió entusiasmado.
El boxeo olímpico entrega dos medallas de bronce, así que quienes pasan a semifinales, como lo hizo hoy el mexicano, se aseguran la subida al podio.
"Pero yo quiero el oro, Ƒa quién no le gusta el oro?", aclaró Bejarano, para que no se le crea conforme con lo obtenido hasta el momento. En semifinales se las verá con un muy duro rival: el ruso Alexandre Maletine.
El boxeador entró al cuadrilátero hoy con un estímulo adicional. "Antes de la pelea me dijeron lo de (Fernando) Platas y eso me dio más ganas", comentó en referencia a la presea conseguida por su compatriota.