Ť Mi resultado significa alegría, gozo y responsabilidad, aseguró
La medalla se definió en un suspiro: Fernando
Ap, Afp, Reuters y Dpa, Sydney, 26 de septiembre Ť "La competencia se definió por un suspiro y de eso se trata, para eso son los Juegos Olímpicos... mi sueño siempre fue estar ahí, peleándolo, sacar la casta y sacar la actitud. Nadie más en el mundo anhelaba esa medalla como yo, y ahora que la tengo, no solamente es mía sino también del equipo de clavados y del pueblo de México", afirmó emocionado el subcampeón olímpico, Fernando Platas.
Envuelto con la bandera mexicana y con la medalla colgada en el pecho, el deportista dijo estar satisfecho con su actuación, porque su presea significa "alegría, gozo y responsabilidad", en un deporte que ha dado a su país nueve medallas olímpicas con Joaquín Capilla, Alvaro Gaxiola, Juan Botella, Carlos Girón, Jesús Mena "y este servidor que hoy escribió su historia haciendo honor a mi apellido".
A pesar de haber estado muy cerca del metal dorado, el abanderado nacional consideró que muchas veces así es el deporte y que nadie más que a él le hubiese gustado ganar el oro, pero no quiso arriesgarse presentando una tabla de clavados de alto grado de dificultad como lo hicieron el chino Xiong y el ruso Saoutin, a quienes sólo tuvo palabras de elogio como excelentes y grandes clavadistas.
"Yo opté por la constancia, sabiendo que si mantenía el nivel en todos los saltos tenía condiciones de disputarle a cualquiera. El grado de dificultad de la serie que elegí era un poco bajo y decidimos mi entrenador (Jorge Rueda) y yo no aventar el nuevo clavado (de 3.5), porque la seguridad que tenía era muy grande.
Ahora puedo decir que viví mi sueño", dijo el mexicano, quien con pícara sonrisa dijo que su último clavado fue "una palomita y no me temblaron las piernas ni las manos", suficiente para desbancar al ruso, a quien derrotó por primera vez.
Platas recordó que su medalla llegó exactamente 12 años después de la última presea olímpica que México ganó en clavados, el bronce de Jesús Mena en Seúl 88. "En la mañana (durante las semifinales), le dije a Chucho que era una buena fecha para romper esa espera, y gracias a Dios se logró", asentó el estudiante en administración de empresas, quien recibirá 30 mil dólares y un auto por su triunfo.
Rueda, quien durante 36 años ha formado medallistas olímpicos, expuso que su alumno finalmente logró su objetivo al salir consistente en sus ejecuciones. "Se nos hizo la medalla y aunque al chino (los jueces) le dieron su ayudadita, tuvimos una buena medalla de Platitas", anotó.
Girón, quien acudió a los juegos como comentarista de Televisa, abrazó efusivamente al clavadista y le recordó que fue la venganza de Moscú cuando al ruso le hicieron repetir el clavado final y le quitaron a él la oportunidad de ganar el oro. "Tú sabes de eso", le dijo Carlos. Y Fernando le asintió.