MIERCOLES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Necesario, redefinir el papel de la institución ante la actualidad, consideran
Plantea la comunidad del IPN realizar un congreso
Carolina Gómez Mena Ť Después de las elecciones del 2 de julio, en las 32 escuelas que conforman el IPN se discute y planea la realización del congreso politécnico, el cual buscará "redefinir el papel del IPN dentro de la sociedad, demandar a las autoridades la readecuación de los ámbitos académico, financiero y administrativo de la institución, así como exigir al presidente electo, Vicente Fox, que la facultad de elegir al director general del IPN recaiga en la comunidad politécnica a través del voto directo".
Por ello, este 2 de octubre, más de 10 mil politécnicos -que marcharán en recuerdo de los caídos en la matanza de Tlatelolco y en rechazo de la represión gubernamental que desató la violencia- buscarán dar a conocer la inminente y necesaria realización de un congreso.
Al respecto, Salvador Rodríguez Pérez, profesor del departamento de economía política de la Escuela Superior de Economía (ESE), comentó a La Jornada que maestros, trabajadores y estudiantes participan en reuniones en las que se diseñan estrategias, discuten prioridades y carencias, las cuales se expondrían en el congreso que posiblemente ser haría la segunda quincena de noviembre.
Alumnos y profesores de la ESE, escuela que encabeza la coordinación de la futura asamblea politécnica, en junta preparatoria expusieron:
"El 2 de octubre será recuerdo de lo que no debe repetirse y un llamado de atención a toda la comunidad politécnica para que se sume a la realización de un congreso democrático, en el que participen todos los sectores, desde las autoridades para abajo... ese día, el contingente politécnico llevará una gran manta en la que se leerá Por el Congreso Politécnico".
Rechazan que sea el Ejecutivo el que designe al director
Rodríguez Pérez subrayó que la población politécnica está intranquila por los afanes privatizadores del nuevo gobierno y la precaria situación económica del IPN, en la que 90 por ciento de su presupuesto es consumido por el pago de nómina, restando sólo 10 por ciento para los demás requerimientos.
"Estamos preocupados por la falta de recursos y porque rechazamos una nueva imposición de director general... la primera designación presidencial, esto después del gabinete, es la del director general del IPN, tradicionalmente esto ocurre entre el 8 el 12 de diciembre", señaló.
Sostuvo que esta "imposición presidencial" en combinación con las políticas educacionales y la exigua asignación de recursos han sido los detonantes de la actual crisis del IPN, ya que generalmente quien es designado en el cargo trata de resolver los problemas con criterios administrativos, hecho que en lugar de dar solución a las dificultades, las empeora.
"El presidente electo prometió que escucharía al pueblo; nosotros esperamos que en nuestro caso no haga una excepción, pero si no lo hace, los más de 180 mil miembros de la comunidad del IPN se lo recordaremos, por esto y porque el IPN necesita un cambio radical, es que llamamos a congreso...", resaltaron.
A lo anterior se suma la gran deserción estudiantil motivada por los "ciegos" y "verticales" criterios de selección de las autoridades politécnicas. Así, en virtud de que alrededor de 60 por ciento de los estudiantes que ingresan al IPN son asignados a su segunda o tercera opción, al término del primer año entre 30 y 40 por ciento abandona los estudios, lo que se traduce en "desaprovechamiento de recursos y en frustración para los jóvenes".
Al concluir, refirieron que tanto el congreso de la UNAM como el del IPN tienen como norte, además de lo ya expuesto, ser la base para la realización de un congreso nacional de las instituciones de educación superior (UAM, UNAM y Universidad Autónoma de Chapingo, entre otras) para defender la educación pública en México.
Cabe recordar que el primer congreso politécnico se realizó en 1936, este fue el Congreso Fundacional, y en él se establecieron las razones por las cuáles surgió el IPN: dar respuesta al proceso de industrialización y los anhelos y demandas de los hijos de campesinos y obreros, "objetivos que ya se perdieron".
En 1950 tuvo lugar un segundo congreso, en el que "se despojó al IPN del carácter social que inspiró su creación": se cerró el internado y se redujo el apoyo gubernamental a los estudiantes de menores recursos, substituyendo esa ayuda por "minúsculas becas".