MIERCOLES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Inauguró coloquio internacional acerca de las letras mexicanas


JEP: nuestra literatura se nutre de apropiaciones y canibalizaciones

Ť ''Como no tenemos nada, nos pertenece el mundo entero'', señala el narrador y poeta

Ť Manuel Gutiérrez Nájera se ha consolidado como el mejor escritor del siglo XIX

Miryam Audiffred Ť Con casi medio siglo de andar por los senderos de las letras nacionales, el escritor José Emilio Pacheco mantiene la capacidad de asombro. Ayer, durante la inauguración del Coloquio Internacional Literatura mexicana del otro fin de siglo, el autor de Las batallas en el desierto (1981), el hombre de indignada voz civil, hizo énfasis en la capacidad del mexicano de crear a pesar de la violencia y la miseria.

''Como no tenemos nada nos pertenece el mundo entero", comentó. ''Nuestra literatura se ha hecho de apropiaciones, expropiaciones y canibalizaciones y a partir de ellas se ha construido su originalidad".

La labor literaria del siglo XIX no es la excepción. Por eso, ante los numerosos académicos e investigadores que se dieron cita en la sala Alfonso Reyes de El Colegio de México, el creador de libros de relatos como El viento distante (1963) y El principio del placer (1972) indicó:

''Ahora, desde otro fin de siglo, no debemos sentirnos con derecho a criticar en exceso al XIX porque estamos hablando desde un país con 60 millones de pobres."

Señaló que algo de lo mucho que le falta por entender es la dependencia que nuestra primera literatura independiente mostró respecto de las letras peninsulares. Y es que, por ejemplo, la Oda al 16 de Septiembre, de Andrés Quintana Roo, comparada verso a verso, es una imitación de la obra de su homónimo español José Quintana.

También poeta y periodista, Pacheco hizo de su intervención un puente para lograr la revaloración de autores añejos. De hecho, centró sus palabras en retos y realidades de un movimiento literario que no ha sido ajeno al desinterés y el olvido al señalar: ''Me parece que sobre lo que se escribió en el país antes del modernismo hemos padecido una ceguera similar a la que durante dos siglos impidió leer a los poetas barrocos".

El poeta Amado Nervo, regreso triunfal

Pacheco opinó que los últimos años han dado muestras suficientes para pensar que todo ha cambiado en la apreciación de la literatura mexicana. ''Manuel Gutiérrez Nájera se ha consolidado como el mayor escritor del siglo XIX y es un hecho el regreso triunfal de Amado Nervo, sobre el que aún hay mucho de qué hablar".

Pero también se le ha hecho justicia a Laura Méndez de Cuenca -''escritora que nunca más quedará olvidada"- y, por fin, se le ha dado a Victoriano Salgado la ''valoración que merecía desde hace mucho como novelista".

Poeta preocupado por la devastación de la historia, advirtió que uno de los grandes retos a superar está relacionado con la exclusión y el elitismo. ''El peligro es que la literatura mexicana del siglo XIX se convierta en materia de unos cuantos especialistas y uno que otro aficionado" -dijo-. ''Me duele que los libros de Gutiérrez Nájera y José Juan Tablada no alcancen la circulación que merecen".

Fiel a su característico optimismo -que, por cierto, lo ha hecho poner sus ojos en la difusión de la llamada esperanza de los desesperanzados- expresó que es mucho lo que se puede hacer para cambiar esta situación.

Al respecto, señaló que es necesario insistir en que se devuelva a la literatura mexicana del pasado el sitio que un día tuvo en la enseñanza escolar. Para lograrlo, este hombre que colaboró con Fernando Benítez en distintos suplementos culturales, explicó que sería importante lograr que los diarios y revistas sirvan como ''puntos académicos" para conseguir que los investigadores aumenten sus ingresos y sea posible poner en el dominio público la labor que se realiza en los centros de investigación del país.

El ha logrado esta ''titánica labor" mediante el Inventario que, publicado en la revista Proceso, se ha consolidado como una auténtica enciclopedia al albergar manifestaciones literarias que van desde la crítica, la ficción y la crónica hasta la traducción.

En fin, si hace unos meses José Emilio Pacheco aseguró en el Palacio de Bellas Artes que con la muerte de Octavio Paz y de Fernando Benítez se cierra el ciclo de los contemporáneos, ayer prefirió mencionar que desde otro fin de siglo, ''el espectáculo de la literatura no puede recordar sino al del gran teatro en el que cada personaje tiene su breve oportunidad de decir y luego desaparecer para siempre..."

Su larga experiencia le ha enseñado que de cada mil escritores sólo unos cuantos siguen en pie al cabo de los años. ''Es triste que así sea pero, para que haya memoria, tiene que existir el olvido".

Voces múltiples de escritores decimonónicos

Miryam Audiffred Ť Con la finalidad de ampliar el horizonte de la literatura mexicana y reflexionar en torno de la labor de los escritores del siglo XIX, la Cátedra Jaime Torres Bodet del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México organizó el Coloquio Internacional Literatura Mexicana del otro fin de siglo.

Con actividades que culminarán el próximo viernes, en la sala Alfonso Reyes de dicha institución, el acto -inaugurado ayer por Andrés Lira, presidente del colegio- reunirá a académicos de instituciones nacionales e internacionales como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Mora y las universidades de Illinois y de Nueva York para hacer un recorrido por las creaciones de escritores que son clave para lograr la comprensión de la historia literaria nacional.

Así, mediante 61 ponencias, será redescubierto el quehacer de Mariano Azuela, Luis G. Inclán, Heriberto Frías, Amado Nervo, Rubén M. Campos, Manuel Gutiérrez Nájera, Rafael Delgado, Ignacio Ramírez y María Enriqueta, entre muchos otros.

De acuerdo con el coordinador del coloquio, Rafael Olea Franco, la visión que hoy se tiene de estos escritores seguirá cambiando hasta que se disponga de las obras completas de todos ellos.

''No estamos dilucidando plenamente la literatura del siglo XIX", dijo. Por eso ''hemos convocado las voces múltiples de los escritores decimonónicos porque, a veces, los abuelos resultan más entrañables que los padres".

(El coloquio se efectúa en El Colegio de México, ubicado en Camino al Ajusco 20, Pedregal de Santa Teresa. Mayores informes al 54 49 30 00 ext. 4027.)