MIERCOLES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Alerta sobre recientes planteamientos inquietantes en materia de política exterior
Cuestiona Green una ''argumentación falaz''
Ť Se podría vulnerar la soberanía e independencia nacional, advierte ante senadores
Georgina Saldierna y Andrea Becerril Ť En su última comparecencia ante el Senado, la canciller Rosario Green lanzó una clara advertencia, al decir que más allá de inclinaciones partidistas o ideológicas, los principios fundamentales de la política exterior no deben abandonarse. Sin ellos, se puede vulnerar la soberanía e independencia nacional. En esta materia, la ''Constitución manda'', subrayó.
Destacó que recientes planteamientos en el rubro de política exterior parten de una ''argumentación falaz'', además de ser ''francamente inquietantes'', como los referidos a la soberanía limitada y la obsolescencia de la estrategia mexicana en materia internacional.
Green, quien tuvo una tersa comparecencia y sólo escuchó algunos cuestionamientos sobre migración, se dio oportunidad para dar consejos en relación con Estados Unidos: ''Somos vecinos, somos socios en un acuerdo. Tenemos que ser amigos y tenemos que cooperar los unos con los otros para poder solventar problemas que van más allá de nuestras fronteras''.
También descartó la posibilidad de que en breve pueda abrirse al libre tránsito de personas la frontera norte, como Fox planteó en su visita a Washington. ''En este momento me parece una meta difícilmente alcanzable, pero quizá más adelante se pueda lograr, cuando haya grados de desarrollo más homogéneos'', dijo.
Green defendió la política exterior del presidente Ernesto Zedillo, pero quiso sellar su comparecencia con un llamado a defender la soberanía, ''entendida ésta no solamente como la integridad territorial, sino también como la posibilidad de actuar con independencia, sin presiones, sin temor. La soberanía como el universo dentro del cual los demás valores son posibles y sin la cual deja de existir la libertad''.
Al final, luego de cuatro rondas de oradores, dijo que se ha practicado una política exterior de Estado y que ésta ha probado su vigencia, porque aun cuando los riesgos son de naturaleza distinta a los que privaron en el siglo XIX y parte del XX, exigen la misma respuesta firme y decidida. Destacó que la globalización y la trasnacionalización plantean oportunidades y riesgos. ''El desempeño de la política exterior de México ha demostrado que a partir de sus principios constitucionales, la clara definición de sus intereses y con estrategias adecuadas es posible aprovechar ventajosamente esas oportunidades, pero también ha puesto de manifiesto que sin esos principios, intereses y estrategias, los riesgos pueden vulnerar la propia soberanía e independencia nacional''.
Mensaje con destinatario
Es un imperativo esencial, subrayó, perseverar en la política exterior que México ha acuñado a partir de experiencias buenas y malas. De inmediato aludió a las propuestas ''francamente inquietantes'' que, dijo, se han dado en los últimos tiempos. ''Se ha dicho que las circunstancias que dieron lugar al nacimiento de los principios de polítca exterior que aún nos cobijan, ya no existen y que, por tanto, éstos deben abandonarse. Hay en todo esto una argumentación falaz'', advirtió.
Expuso que ''el tipo de riesgos y peligros al que nos enfrentamos puede cambiar, pero lo que está claro es que difícilmente éstos habrán de desaparecer del todo. Inclusive, la globalización podrá dar lugar a nuevas formas de ser vulnerables a amenazas que ya existían. De ahí la necesidad de convertirnos en vigías permanentes, pero también tener parámetros claros que reglamenten nuestras respuestas y esa es la esencia del contenido de la fracción X del 89 constitucional''.
Remarcó que más allá de inclinaciones partidistas o ideológicas, la política exterior debe seguirse construyendo sobre los principios fundamentales de hacer valer ''el derecho sobre el uso de la fuerza, el diálogo por encima de la confrontación y la concertación para promover consensos''.
A diferencia de anteriores comparecencias ante el Senado, en esta ocasión Green salió bien librada y solamente se alteró a nte los cuestionamientos de los senadores perredistas Lázaro Cárdenas Batel y Raymundo Cárdenas sobre migración y tratados de libre comercio. En su intervención inicial, la canciller precisó que son los temas de migración y narcotráfico los que ''empañan el buen curso de la relación bilateral con Estados Unidos'', y detalló que el endurecimiento de la política del vecino país ha costado la vida, en lo que va del año, a 388 connacionales en su intento por cruzar la frontera.
El panista Gustavo Cárdenas Gutiérrez destacó que el número de indocumentados que murieron en su intento por pasar la frontera norte se incrementó de 325 a 388 con relación al año pasado, y que de estos fallecimientos 75 por ciento ocurrieron en Estados Unidos y 25 por ciento en territorio nacional. ''ƑCree usted que el Ejecutivo ha cumplido su objetivo de velar por la seguridad nacional de nuestros connacionales?''.
La canciller hizo un amplio recuento de gestiones realizadas ante autoridades de Washington, aunque reconoció que faltaron apoyos económicos para la defensa de los migrantes. ''Con los recursos que tengo es todo lo que puedo hacer y no es poco'', subrayó en alusión a los 250 mil casos atendidos en las representaciones consulares de México en Estados Unidos, el salvamento de 952 connacionales que estaban en peligro, la conmutación de la pena capital de 143 mexicanos y la defensa legal de los migrantes ante cortes estadunidenses.
El perredista Lázaro Cárdenas Batel refutó esa visión y le hizo notar que no hay reciprocidad en la relación bilateral con Estados Unidos, pues mientras se ha acrecentado la cooperación mexicana en materia de narcotráfico, la estrategia antinmigrante conocida como operación Guardián ha provocado la muerte de más de mil 300 indocumentados.
Le pidió luego precisar cuántas quejas por abusos resuelven favorablemente en Estados Unidos y cuántas personas responsables de esos abusos han sido sancionadas penalmente. También la cuestionó sobre los presuntos vínculos de la empresa De la Rue, que elaborará los pasaportes, con el ex director del Renave, Ricardo Miguel Cavallo.
Molesta, Green desmintió esto último y, por lo que se refiere a los migrantes, exigió al perredista ''no confundir unas muertes con otras''. No se vale, dijo, poner en el mismo nivel a los mexicanos fallecidos por el endurecimiento de la política migratoria, que los obliga a tratar de cruzar por lugares cada vez más riegosos, con aquellos que murieron a causa de agresiones directas de la Patrulla Fronteriza o los rancheros estadunidenses.
Agregó: ''No se vale señalar que todas las muertes registradas sean el resultado de una agresión por parte de Estados Unidos, porque sería una manera de desvirtuar el problema''. Dijo que la cancillería trabaja con las autoridades de Washington para que se fijen en la aplicación de sus operativos antimigratorios. ''Pero no son ellos los que están atacando a los mexicanos: el tema son los ríos, los desiertos, las víboras, las montañas, el desamparo con que van nuestros mexicanos. šCapaz que tendríamos que voltear los ojos también hacia nosotros!''
La pregunta es Ƒpor qué no se quedan en México, por qué se están yendo los trabajadores?, insistió Green.
Otra de las pocas preguntas que molestaron a la canciller fue la formulada por el senador perredista Raymundo Cárdenas, quien le dijo que el gobierno de Zedillo firmó al vapor la cláusula democrática en el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, y lo hizo con fines electorales.
Green respondió que eso es falso, toda vez que fue hasta hace un mes cuando el Parlamento italiano ratificó el acuerdo y que además el Partido de la Revolución Democrática había suscrito el tratado comercial con los europeos, cosa que en su turno desmintió Cárdenas y aprovechó para sostener que ''el gobierno que termina le falló a México''.
Los priístas Natividad González Parás y César Camacho Quiroz utilizaron sus tiempos para respaldar la política exterior de Zedillo y para llenar de elogios a la canciller.
Al final, el panista Diego Fernández de Cevallos comentaría en corto que los senadores ''no supieron'' cuestionar a la secretaria de Relaciones Exteriores y la dejaron ''ir viva''.