MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La gente de Seattle bloqueará la sede del FMI


Tensión en Praga; activistas y policías, listos y organizados

Ť La mayoría de manifestantes realizará actos pacíficos

Jesús Ramírez Cuevas, enviado, Praga, 25 de septiembre Ť Cientos de activistas venidos de muchos lugares del mundo a esta ciudad, se proponen asediar hoy la sede de la 55 Cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial. El objetivo de los manifestantes será rodear el Centro de Congresos, lugar del encuentro, para protestar contra las políticas económicas y sociales impuestas por estos organismos financieros internacionales.

Convocados por la Iniciativa contra la Globalización Económica (INPEG), los participantes de las protestas bloquearán las calles de acceso al edificio ubicado en el centro de la ciudad. Ahí se realizará el pleno oficial del FMI-BM. Se esperan choques entre los jóvenes inconformes y la policía checa.

La ciudad está ocupada por más de 15 mil policías que vigilarán a los opositores a la globalización. El gobierno checo calcula que a la manifestación concurrirán unas 20 mil personas.

Hacer de Praga otro Seattle

Con esta consigna como inspiración, una multitud de militantes y simpatizantes de las causas más diversas realizarán actos de desobediencia civil en su intento por impedir la reunión de los organismos financieros internacionales.

Sin embargo, al interior del movimiento hay dos posturas. La mayoría se inclina por llevar a cabo actos pacíficos y no violentos, pero hay un sector más radical que insiste en enfrentar con acciones directas y violencia a las fuerzas de la policía y militares.

En la ciudad de Kafka, los opositores a la globalización desafiarán con su postura el proceso de integración mundial que consideran injusto. Esta rebelión simbólica contra los poderes que dirigen los destinos del planeta se va extendiendo desde los sucesos en Seattle ocurridos el año pasado.

En su mayoría los activistas son jóvenes que forman parte de las tribus urbanas que habitan los círculos libertarios y alternativos de las ciudades de Europa y Estados Unidos. Pero también hay estudiantes, profesores, sindicalistas, gays, ecologistas y un sinnúmero de militantes de movimientos sociales y culturales. Todos ellos han constituido una constelación que forma, de manera aún incipiente, un movimiento de resistencia que busca ser internacional y de oposición a las políticas neoliberales que aplican los gobiernos del mundo.

Tres bloques enfrentarán la resistencia

Desde temprano pequeños grupos realizarán actos de protesta en el centro de la ciudad. A las 10 de la mañana se concentrarán todos los contingentes en la plaza Miru, de donde partirán al Centro de Congresos. El primer problema que enfrentarán será salir de la plaza, pues el gobierno checo autorizó la manifestación hasta la una de la tarde, una vez que haya terminado la reunión del FMI-BM.

Los manifestantes se dividirán en tres bloques. El primero pretende tomar la avenida Belehradska para realizar un colorido carnaval y resistir pacíficamente la acción policiaca. Ahí marcharán ecologistas, sindicalistas, anarquistas, trosquistas, homosexuales, lesbianas, migrantes y artistas que llegaron de Alemania, España, Inglaterra, Estados Unidos y América Latina.

Otro contingente avanzará por la calle Legerova que va directamente al Centro de Congresos. Este grupo llevará a cabo acciones de desobediencia civil no violentas pero activas, y pacíficamente intentará romper el cerco policiaco. Aquí confluyen miembros de la Asociación Ya Basta y de los Centros Sociales de Italia, jóvenes griegos, finlandeses, españoles, catalanes y valencianos, junto con ecologistas alemanes y checos. ''Es el bloque zapatista'', dice el italiano Sergio Zulián, en el Estadio Strahov donde se hacen los preparativos para la concentración.

El último segmento tiene programado ocupar la Avenida Slupi y desde ahí romper el bloqueo de la policía. Aquí estarán los más radicales que hablan de enfrentarse directamente a las fuerzas antimotines, como los anarquistas autónomos alemanes y polacos, jóvenes vascos, italianos, griegos y del movimiento antifascista checo.

Ciudad ocupada

La policía checa tiene prácticamente tomado el centro de la ciudad. En las calles hay pequeños grupos de policías que vigilan. A la entrada de los locales permanece un guardia y en algunos puntos se revisan las identificaciones y se elabora una lista, como es el caso de la oficina de Indymedia que se encarga de prensa.

A las afueras de la fábrica que ha servido para las reuniones de preparación, otros policías observan lo que acontece en el interior.

Los participantes se ven animados. Han realizado decenas de asambleas para discutir las estrategias. En el Centro de Convergencia la gente viene y va. Muchos jóvenes pintan enormes pancartas mientras otros confeccionaron disfraces y figuras que representan la dictadura del dinero sobre el mundo. En las calles, un grupo de jóvenes realizan performance para protestar frente al MacDonalds que vende alimentos transgénicos.

En esta bella ciudad hay una ebullición, es la ''gente de Seattle'' que hoy articula una respuesta a las decisiones que se toman en los centros de poder mundial y que afectan a millones de seres humanos