MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Desconciertan al cura declaraciones de Sauri
Desconoce la Iglesia si está en el Fobaproa: Abelardo Alvarado
José Antonio Román Ť El secretario general del Episcopado Mexicano, Abelardo Alvarado, dijo desconocer si la Iglesia católica está o no incluida en el quebranto del Fobaproa, producto de las presuntas aportaciones que hiciera Carlos Cabal Peniche y la aerolínea TAESA para costear el viaje que en agosto de 1993 hiciera el papa Juan Pablo a Mérida e Izamal.
Desconcertado por las recientes declaraciones de la líder nacional del PRI, Dulce María Sauri, quien refirió dicha información, el jerarca eclesiástico señaló que sólo se trata de "suposiciones" que involucran a la Iglesia, pero que se carece de información más detallada.
Alvarado Alcántara adelantó que la Iglesia católica "no le hará el caldo gordo" a la presidenta nacional priísta, por lo que es difícil que en los próximos días la Conferencia del Episcopado Mexicano se manifieste sobre estas declaraciones que involucran a la Iglesia católica con Cabal Peniche y TAESA.
Pidió a Sauri Riancho que aclare sus declaraciones, o en caso contrario, presente las pruebas que acrediten su acusación.
Entrevistado en la sede episcopal de Lago de Guadalupe, donde asiste al II Encuentro Nacional de la Red Informática de la Iglesia en México, el obispo Alvarado precisó que la iglesia no entrará a la polémica.
Hay que recordar que en el momento en que se dio aquel tercer viaje de Juan Pablo II a tierras mexicanas, Sauri Riacho era la gobernadora del estado de Yucatán. A ella le tocó acompañar al entonces presidente Carlos Salinas y a todos los obispos del país a recibir al Papa al aeropuerto internacional de la capital yucateca.
Aquella ocasión fue la primera visita que el pontífice realizó a México también con su carácter de jefe de Estado, pues un año antes, el 20 de septiembre de 1992, se habían establecido las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede. En su honor se dispararon 21 balas de salva.
Hoy, siete años después, hay versiones de que Carlos Cabal Peniche, de Banco Unión, y TAESA aportaron recursos económicos para aquella visita.