MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Garantiza la libertad religiosa, afirma ex director de Asuntos Religiosos


Consideran indispensable mantener el Estado laico

José Antonio Román Ť Cualquier intento de autoridades civiles o eclesiásticas por revertir el carácter no religioso del Estado mexicano es olvidar que la laicidad es el termómetro de la paz social, aseveró Nicéforo Guerrero Reynoso, ex director general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.

Participó en el foro El Carácter Laico del Estado Mexicano, al que asistieron representantes en materia religiosa del equipo de transición del presidente electo, Vicente Fox Quesada.

Señaló que cuando algunos "actores políticos" tratan de modificar este orden "traicionan al país, a su partido y a la laicidad que por mandato constitucional tiene el Estado mexicano".

En el acto, organizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Iglesia evangélica La Luz del Mundo, se conmemoró el 127 aniversario de la elevación a norma constitucional de la independencia entre Estado y agrupaciones religiosas.

"Las libertades de creencia y de culto sólo pueden ser garantizadas por un Estado laico, sustentado en los principios de imparcialidad ante las doctrinas religiosas", añadió.

Guerrero Reynoso, quien prácticamente fue el primer director de Asuntos Religiosos tras las reformas constitucionales de 1992, reiteró: "vivir en la democracia es vivir en el laicismo".

De ahí, añadió, que cualquier tentación con revertir este equilibrio atentaría contra la paz social. "El laicismo permite a los integrantes de la sociedad creer o no creer. Respeta al agnóstico y al religioso".

Una administración pública que favorezca a determinados grupos de ciudadanos en perjuicio de los demás, por motivo de sus creencias religiosas, advirtió, será simplemente ineficaz, corrompida, y no podrá pretender méritos religiosos. De igual forma, un poder judicial que no aplique con escrúpulo y equidad la ley válida del Estado, no ofrecerá garantías para nadie porque será ineficaz y corrompido.

Asistieron como invitados Juan Jacobo Pérez Cornelio y Ernesto Espejel, del equipo foxista de transición. Se destacó la importancia de mantener para las próximas generaciones la laicidad como un principio irrenunciable del Estado y un valor fundamental para la identidad nacional.

En su oportunidad, Roberto Blancarte, reconocido especialista en temas religiosos y ex agregado de la embajada de México ante el Vaticano de 1995 a 1998, sostuvo que en la construcción de un Estado auténticamente laico es fundamental la colaboración de la sociedad civil.

Aclaró que el concepto del laicidad no debe entenderse como adversario o enemigo de las religiones o de creencias, sino todo lo contrario, debido a que es la mejor forma que las sociedades han encontrado para garantizar la libertad.

La tolerancia garantiza por igual el interés religioso de las iglesias y el político del Estado, los derechos de los ciudadanos y las exigencias del desarrollo cultural y científico, manifestó el doctor Blancarte; subrayó que el Estado laico está muy lejos de ser confesional.

Las palabras de apertura corrieron a cargo de José Luis Lobato, director general de la Secretaría Técnica del Consejo Consultivo de la CNDH.

Lobato abordó el tema de la laicidad desde la perspectiva de los derechos humanos, haciendo énfasis en los avances que se han registrado en la protección de las mismas en el derecho internacional.

Ante líderes religiosos, representantes de organizaciones promotoras de derechos humanos y funcionarios de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, entre ellos el director de Normatividad, Pablo Gómez Hernández, se presentó una larga lista de participantes, quienes se dieron cita en el Museo de San Carlos.

Patricia Fortuny Loret de Mola participó con la ponencia titulada ƑUn Nuevo Laicismo el Estado Mexicano? Analizó la coyuntura en Jalisco, entidad gobernada por el Partido Acción Nacional.

Elisa Cárdenas, investigadora de la Universidad de Guadalajara, se presentó con el documento denominado Amores Tormentosos: Estado Laico y Pluralidad Política.

Daniel Núñez Avalos, apoderado legal de la Iglesia evangélica La Luz del Mundo, propuso que se declarara el 25 de septiembre Día Nacional de la Laicidad, a efecto de revalorizar este principio cívico fundamental de la sociedad mexicana. Sostuvo que un Estado laico tiene, entre sus funciones primordiales, garantizar la libertad religiosa.