LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Dos mil 704 metros de calzones y brasieres, en un estadio de futbol

Récord Guinness de Espuela de Oro: recopiló 2 mil 704 prendas íntimas

Ť Es un orgullo para Zapotlanejo: munícipe Ť En próximo baile se darán a cambio de frijoles

Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Zapotlanejo, Jal. Ť Banda Espuela de Oro estableció el pasado viernes un record Guinness: batió la recopilación de prendas femeninas de fans de un grupo o artista. Los datos son abrumadores: 2710 metros de calzones y brasieres unidos de punta a punta; 2704 piezas de diferentes tallas, colores y, Ƒpor qué no?, sabores -"algunos con sello"--, 28 líneas de 100.40 metros de largo. "Hoy es el día mundial de las chichis-tosas".

Más de 13 horas trabajaron amigos de los Espuela para poder unir las piezas íntimas. El sol a plomo quemó pieles de las bellas jalisquillas que presenciaron el acto, entre besos, porras y suspiros, que pondrá a este grupo y a Zapotlanejo en el libro de la organización inglesa Guinness, el más vendido actualmente en el mundo (40 millones de libros vendidos al año, traducidos en 28 idiomas), inclusive más que la Biblia, que ahora ocupa el segundo lugar.

El Estadio de Futbol Miguel Hidalgo Las Cuentas fue el escenario de este suceso. Las prendas pendían de portería a portería y no fue problema conseguir una brasier para completar la línea 28. Todo sea por el amor que tiene por los de Espuela, Sara Sánchez, oriunda de aquí, procedió a quitarse su prenda íntima --marca patito, un 34-B que hizo a más de uno pelar los ojos--. Listo, 28 líneas.

En el ambiente estaba fresca la descalificación del marchista Bernardo Segura: "Esto es un consuelo; aquí no es como en Australia, donde los jueces se parecen a los canguros, que son unas ratotas". Había dolor, rabia. "Por lo menos un Guinness".

No es tan fácil implantar un récord. Debe cumplirse un protocolo, establecer los nexos necesarios, tiene que haber testigos, notas publicadas, pruebas documentales. Tener seriedad. En México se han implantado o superado unas 50 marcas.

Inglaterra, la casa del récord, tiene el mayor número de pruebas superadas. En México no cantamos mal las rancheras y aquí hay rarezas; un ejemplo es el del ingeniero Armando Manatau, quien diseñó un vehículo al que lo levantó de caballito y lo hizo avanzar 1347 metros. Ningún gringo ha podido mejorarlo.

Para dar fe de este récord, estuvieron en el Estadio Miguel Hidalgo el representante del récord Guinness en México, Gerardo Kauffman; la interventora de la Secretaría de Gobernación, María del Rosario González Monroy, y el presidente municipal de esta población, Ricardo Nuño Morales (panista).

--Señor Kauffman, ƑGuinness es para gente ociosa?

--No. El libro, por ejemplo, tiene información que puede servir en los negocios, la ciencia o para la vida diaria. ƑTú sabes que en México es donde se dan las olas más largas en el mundo? Es una enciclopedia. Claro que tiene su lado chusco, para hacerlo entretenido.

--ƑQué gana usted?

--Nada.

--ƑQué le dice su esposa? ƑNo lo regaña por andar perdiendo el tiempo?

--No, yo tengo mi trabajo aparte. Estudié administración de empresas. No vendo los libros. Quien quiera saber más puede consultar [email protected].

Para el munícipe Nuño Morales "es un orgullo para nuestro Zapotlanejo tener una banda como Espuela de Oro que nos represente de manera tan digna y que tiene un pegue entre las chicas".

--ƑQué opina del récord y de estas prendas íntimas que retan a la gravedad terrestre?
-Que queda muy bien plasmado el nombre de Zapotlanejo. A final de cuentas las prendas íntimas son ropa que todos utilizamos a diario. Claro, estas son de dama, no son de caballero, pero, pues, bueno. Yo aquí estoy apoyando a la banda.

--ƑLe gusta la música de banda?

--Claro, y especialmente de Espuela de Oro, que son jóvenes de nuestro municipio. Esa música se escucha mucho por acá.

Rodrigo González, vocalista de Espuela de Oro, grupo que tiene tres discos y que participó con una rola en el soundtrack de la película Amores perros, explicó que desde hace dos años les empezaron a aventar prendas íntimas durante sus conciertos, considerados por muchos como una locura, pues los espuelos echan un relajo con el público que hace ver anacrónico a Alex Lora. Espuela hace covers de La Maldita Vecindad, de Molotov y Bersuit, por ejemplo, y su disquera, Universal Music, les puso de manejador a Gustavo Santaolalla. Se encueran y cantan en truza, piden que les mienten la madre con señas y a gritos. Están perrones, como se dice en la jerga grupera.

"Se fueron juntando tantos que pensamos qué hacer para no tirarlos", agregó. Ahí sobre la alfombra verde del Miguel Hidalgo, las copas de los brasieres recibían la caricia del sol. Había unos de verdad impresionantes, rojos, algunos con ositos estampados, una tanga-hilo dental... chicheros de lujo, otros populares.

"Vamos a hacer un baile de beneficio; quien guste entrar deberá traer un kilo o más de frijol, arroz o lenteja, o azúcar. Se podrá llevar un brasier o calzón autografiado -los mandarán a lavar, aseguró-- y bailar y echar relajo. Vamos a ayudar a la gente más necesitada de aquí, de Jalisco", informó Rodrigo.

Acotó que hay brasieres que reflejan la abundancia de carne, pero que también hay chicos, casi corpiños.

--ƑQué les dijeron sus esposas cuando llegaron con esas prendas?

--Ellas nos apoyan en todo; saben que no lo hacemos por morbo.

El próximo disco de Espuela estará de lux. Incluirá tres canciones inéditas de Alex Lora (una es la de El bolillo), más covers. Durante la presentación del disco de Amores perros los espuelas brillaron. Hicieron subir a los de Bersuit, que estaban sorprendidos de la interpretación de la banda. Si un grupo la hizo fue Espuela de Oro. A unos reporteros novatones se les fue la nota, pues entre el público se hallaba Emilio Azcárraga Jean, mandamás de Televisa, quien al ver al grupo quedó halagado e invitó a los espuelos para el masivo en el Estadio Azteca, que se llamará Encuentro de titanes, el 11 de noviembre. Estará lo mejor de ranchero, de pop, grupero.

Los escrutadores contaban uno a uno los bra y las jaulas multicolores. Fue un récord Guinness dedicado a Bernardo Segura. Y repetimos: šQué poca!