LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť El cubano se repuso del castigo y las lesiones; oro al ruso Kliugin
Resurgió Javier Sotomayor y ganó presea de plata
Agencias, Sydney, 24 de septiembre Ť Un año después de ser suspendido de la competición por dar positivo de cocaína, el cubano Javier Sotomayor ganó, en su regreso a las pistas, una medalla de plata olímpica, la última de su carrera, que guardará como si fuera de oro.
"Vine aquí para ganar, me voy triste porque me hubiera gustado ser campeón, pero esta medalla tiene un cierto sabor a oro", declaró el atleta de 32 años, quien saltó 2.25 metros y 2.32 en sus primeros intentos, pero falló en las tres oportunidades de alcanzar los 2.35, mientras que el ruso Sergey Kliugin lo logró a la primera. Fue el único que lo hizo y se llevó el metal dorado.
En tanto, en el tercer lugar, el argelino Abderrrahman Hammad se convirtió con su medalla de bronce en el primer africano que sube al podio en salto de altura, al superar también los 2.32, pero la plata fue para el isleño porque lo hizo primero.
Sotomayor dijo que sus posibilidades fueron afectadas por la lluvia, que comenzó a caer con bastante intensidad promediando la competencia.
"Soy el peor saltador del mundo bajo la lluvia. Hubiera querido darle al pueblo de Cuba una medalla de oro, pero para mí es una satisfacción la plata luego de un año tan malo y tan adverso en la preparación", dijo con motivo de la suspensión de que fue objeto por dos años, por supuesto consumo de cocaína detectado durante los Juegos Panamericanos de Winnipeg, a mediados del año pasado.
Sotomayor rechazó la acusación y las autoridades le redujeron la sanción a un año en atención a sus antecedentes. Es plusmarquista con 2.45, con lo que disputó sus últimos Juegos Olímpicos antes de retirarse.
"Mi vuelta a la competición se la dedico a mis dos hijos, uno de ellos recién nacido, a la gente que creyó en mí y a la que no", declaró emocionado envuelto en la bandera cubana.
En su opinión, el año de suspensión y algunas lesiones sufridas en los últimos meses le impidieron llegar más alto. "No he venido aquí a demostrar nada, no tengo necesidad. Toda mi vida profesional obré limpiamente, nunca necesité consumir drogas. Por eso llegué a Sydney como siempre me presenté en todas partes: a ganar, pero no pudo ser", señaló.
En tanto, el ruso Vyacheslav Voronin, campeón mundial en Sevilla 99 y gran favorito, no superó los 2.32 y terminó en el décimo lugar.