LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Hay cuentas pendientes con Rodríguez Alcaine


Disidentes del SUTERM reviven demandas de la década de los 70

Ť Sindicalismo independiente, línea de acción del movimiento

Elizabeth Velasco C. Ť Como hace 25 años, el movimiento disidente del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) vuelve al escenario nacional para enarbolar viejas demandas que, en una lucha por la democratización y fortalecimiento del movimiento obrero e integración del sector eléctrico, fueron sepultadas junto con la Tendencia Democrática (TD) de esa organización, por parte del gobierno y el sindicalismo oficialista.

La mayor de las similitudes entre esos movimientos que dan vigencia a una vieja lucha es también el saldo de cuentas pendiente con el líder durante 25 años del SUTERM, Leonardo Rodríguez Alcaine.

Aunque el actual movimiento disidente no es tan "amplio" como el de la TD que llegó a encabezar Rafael Galván, quien al lado de otros líderes impulsó acciones y movilizaciones de masas de gran trascendencia en el país, el actual movimiento disidente coincide en mucho con el de la década de los 70, asegura Alberto Durán, ex integrante de la Tendencia Democrática del SUTERM, antes Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (STERM).

"La lucha por un sindicalismo independiente del gobierno federal; la vigencia de organizaciones sindicales auténticas y democráticas, así como la unidad entre los sindicatos de diversas ramas para defender un proyecto de nación y la soberanía en el sector eléctrico", son para Durán las principales líneas de acción que rescata del pasado el actual movimiento disidente del SUTERM, constituido en la Coordinación Nacional de Electricistas (CFE-SUTERM).

En los 70 -rememora Durán- la TD pugnaba junto con los trabajadores nucleares que formaban parte del STERM, por la integración del sector eléctrico que apenas tenía 15 años de haber sido privatizado (estaba desintegrado en múltiples empresas que habían estado en manos de extranjeros). En el 2000, se busca también esa integración que se logró en tres lustros y a la que hoy se busca dar marcha atrás con la privatización del sector que siempre ha sido valorado como estratégico por los "sectores democráticos" del sindicalismo mexicano.

Golpes para desarticular la Tendencia Democrática

ƑCómo un sindicato que logró movilizaciones históricas y dio rumbo al movimiento obrero fue devastado? Durán recuerda la intervención del gobierno en varias acciones de STERM y sindicatos aliados, pero también la "traición" por parte de varios líderes de las secciones de Puebla y Guadalajara, principalmente, de ese sindicato. A su edad, más de 60, no le ayuda mucho la memoria, pero -asegura- "compraron a varios líderes, luego de que el gobierno rompió la histórica huelga de 75 en la sección General Electric, en Cerro Gordo, estado de México".

Un poco de historia. Los investigadores David Bahen, así como Max Ortega y Ana Alicia Solís, relatan los golpes asestados poco a poco para desarticular la TD y las luchas sindicales, para después llevar al poder a Leonardo Rodríguez Alcaine.

En 1971, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje despojó al STERM de la titularidad del contrato colectivo de trabajo (CCT) que reclamaba el Sindicato Nacional de Electricistas, Similares y Conexos de la República Mexicana (SNESCRM), constituido a partir de la creación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en 1937, y ya entonces clasificado como "charro".

Al extenderse la CFE por todo el país, debido a la nacionalización de la industria y el crecimiento industrial, tuvo que contratar también las condiciones laborales con el STERM, lo que fortaleció y dio a éste presencia nacional

Pero con la disputa en 71 por la titularidad del CCT, estalló un gran conflicto obrero por la democracia sindical, narra Bahen en su investigación Bandera obrera. Política eléctrica independiente. Primero la JFCA y luego la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fallan en favor de los "charros". El entonces Congreso del Trabajo, encabezado por Fidel Velázquez, expulsó al STERM y del PRI salieron varios líderes electricistas. Asimismo, la CFE y la Secretaría del Trabajo (STPS) "estuvieron totalmente del lado del sindicalismo oficial", lo mismo que la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Congreso "espurio" de la dirección "charra"

Pese a ello, el 20 de noviembre de 1972, el STERM y el SNESCRM -encabezado por Francisco Pérez Ríos, antecesor de Rodríguez Alcaine- firmaron un pacto de unidad para formar el SUTERM, sindicato que, según Bahen, "nació democrático al calor de las luchas de sus integrantes". Ortega y Solís de Alba, refieren en su libro Estado, crisis y reorganización sindical que gracias a la movilización de masas a escala nacional en 72 y 73, se hizo posible tal pacto.

Empero, en 1974 se produjo el caos una vez que los "charros" rompen la huelga de la sección General Electric, en Cerro Gordo. Fue cuando surgió la TD, que se hizo extensiva a grupos del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a los trabajadores nucleares y otros sectores, coinciden las fuentes consultadas.

Un año después, el 21 de marzo de 1975, asciende a la secretaría general del SUTERM Leonardo Rodríguez Alcaine, tras la muerte de Pérez Ríos y la celebración de un congreso "espurio de la dirección 'charra' del SUTERM; los dirigentes democráticos fueron expulsados" con el beneplácito del CT, CTM y STPS.

En abril de 1975, Héctor Barba, a nombre de la TD -refieren Bahen y Durán- se emitió la "Declaración de Guadalajara", en la que se resumieron las demandas fundamentales de los electricistas, destacando "la lucha por la democracia e independencia sindical, la integración de la industria eléctrica, la reorganización democrática del movimiento obrero en grandes sindicatos nacionales de industria y diversas reivindicaciones en áreas como salud y educación".

La lucha y las movilizaciones de masas fueron en ascenso hasta 1996. Con ánimo de organizar las fuerzas sociales emergentes, la TD celebró del 14 al 16 de mayo la Primera Convergencia Nacional de la Insurgencia Obrera, Campesina y Popular en la que participan organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles y populares, recuerdan Ortega y Solís.

Sin embargo -refiere el integrante de la TD- el 25 de junio de 1976, luego de que la TD del SUTERM decidió emplazar a huelga a la CFE- "miles de esquiroles y el Ejército Mexicano irrumpieron en todos los centros de trabajo eléctricos y nucleares del país", desarticulando el movimiento.

Acuerdo para reconocer al actual líder electricista

Tras la derrota de la huelga, refieren las fuentes, vino el desmoronamiento de la TD. Las secciones nucleares que forman parte del SUTERM quedaron fuera, luego de "una maniobra de la JFCA", y los secretarios generales de las secciones de Puebla y Guadalajara, enfatiza Durán, las más importantes de la TD, suscribieron un acuerdo reconociendo a Leonardo Rodríguez Alcaine y renunciaron a la Tendencia Democrática.

Ante ello, considera Durán que la lucha de los democráticos del SUTERM no se verá coronada con el triunfo hasta en tanto no se logre una auténtica democratización de las organizaciones sindicales, la independencia de éstas respecto del gobierno y la unión entre las diversos sindicatos.