LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Participarían elementos del CISEN


Revelan prácticas de espionaje del gobernador de Sinaloa

Ť No se salvan nadie, según ex colaborador de la administración

Javier Valdez Cárdenas, corresponsal, Culiacán, Sin., 24 de septiembre Ť Dirigentes de partidos, periodistas, funcionarios de gobierno, personal de la Procuraduría General de la República y "enemigos" políticos, así como narcos, son sujetos de espionaje por parte del gobernador Juan Millán, reveló un ex colaborador de la Dirección de Gobierno de Sinaloa.

Nadie, agregó, se escapa a las intercepciones telefónicas en oficinas y domicilios particulares, ni a los reportes de taxistas, chalanes, meseros y personal de aeropuertos, que realizan los elementos de este cuerpo conformado por ex empleados del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

Quien se desempeñara como oreja de gobierno del estado hasta enero pasado accedió a ser entrevistado por reporteros del diario Noroeste, a cambio de permanecer en el anonimato por cuestiones de seguridad.

Dijo que todos son vigilables, hasta sus colaboradores más cercanos, desde secretarios hasta personal administrativo, tienen intervenidas sus líneas telefónicas, las de sus oficinas y las particulares, o son monitoreados con micrófonos ocultos que graban conversaciones de todo tipo.

Cuando le interesa algo de uno de sus funcionarios, dijo, lo siguen hasta a los hoteles de paso, donde tiene comprados a "los chalanes" que trabajan ahí para que pasen el reporte, ya que previamente la Dirección de Gobierno les pasa una relación de vehículos y placas que les interesan para que sean monitoreados.

En los echaderos políticos --restaurantes, bares y cafés-- tiene meseros a su servicio; en la calle, taxistas, y en el aeropuerto, maletero, agregó.

"No sólo espían, son capaces de todo", advirtió, refiriéndose al personal del CISEN que labora en una casa de la colonia Montebello de esta ciudad.

Dijo que la intervención de teléfonos se hace de varias formas, tradicionales y sofisticadas, en la que la más usual es irse a una caja de registros de Teléfonos de México, en la cual localizan la línea que les interesa y la puentean con caimanes; de ahí transmiten la conversación al centro de espionaje que el gobernador Juan Millán tiene funcionando en la colonia Nuevo Culiacán, donde también tienen equipo.

La información se procesa, a veces se depura, se elaboran tarjetas y se llevan directamente al gobernador; si él lo solicita, se le pasa también una grabación.

La intercepción telefónica se hace también con unidades móviles, a través de vehículos equipados con scaners, grabadoras y computadoras.

Afirmó que primero se estacionan en un lugar cercano al domicilio que les interesa y se transportan generalmente en combis, a los que siempre sigue otro vehículo con dos agentes de seguridad, que son para cualquier emergencia.