LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Detrás de su liberación en Roma podría estar la ultraderecha fascista italiana
Abrirán en Buenos Aires una causa contra Olivera
Stella Calloni, corresponsal/I, Buenos Aires, 24 de septiembre Ť El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el aliancista Aníbal Ibarra, dirigente del Frente País Solidario, iniciará una causa contra el mayor retirado Jorge Olivera y sus abogados, por falsificación de documentos, y a su regreso de un viaje a China hará escala en Roma, para solicitar en forma directa la documentación presentada por éstos a la corte italiana.
Con esta documentación Ibarra iniciaría la causa penal en Argentina, se informó aquí en momentos en que trascendió que el gobierno italiano podría pedir la extradición de Olivera, pero en este caso por fruade contra el Estado, luego que su defensa presentó un certificado de defunción falso de Marie Anne Erize, la joven francesa secuestrada y desaparecida por el militar argentino, en 1976.
No resulta difícil entender la razón por la que la mayoría de los organismos de derechos humanos de Argentina vieron detrás de la reciente liberación en Roma del mayor retirado Jorge Olivera, acusado de secuestros y desapariciones durante la pasada dictadura argentina, la mano negra de la ultraderecha fascista italiana.
La historia de los nexos es larga y además ha sido comprobada a través de distintos juicios y causas que se abrieron en las últimas décadas en la búsqueda de la verdad sobre la desaparición y los asesinatos de miles de personas. Los nombres de Licio Gelli y la organización Propaganda Due (P2) suenan muy cercanos para los argentinos y aparecen en los rastros sangrientos de las dictaduras.
Y también están aquí las huellas criminales de los dirigentes de Avanguardia Nazionale, como Stefano Delle Chiaie, Vicenzo Vinciguerra y otros. Ellos fueron encontrados responsables de crímenes en colaboración con la Dirección Nacional de Intelgencia (DINA, policía política de Chile), con los servicios de inteligencia de la dictadura militar y la Alianza Anticomunista Argentina Triple A, y sus pasos están en Bolivia, Perú y otros países.
Pero su "cooperación" en algunos juicios en Italia les ha permitido estar libres y mantener sus contactos fluidos con personajes como el mayor Olivera, mientras que para Gelli, el ex contralmirante Emilio Massera, hombre de la junta militar de la dictadura y jefe de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), y responsable de miles de crímenes, es "un héroe".
Ya en octubre de 1949 el Comité Nacional del Partido Socialista Argentino advertía sobre la penetración nazifascista en el país y mostraba documentación sobre el primer Congreso del Movimiento Social Italiano (MSI), que reflejaban los lazos con sectores importantes de Argentina. Gelli, militante en 1942 de los "camisas negras" en Italia habría llegado a Argentina en 1946 y 1948, presuntamente escondiendo una carga de oro que pertenecía a Yugoslavia, a su vez robada por los nazis durante la ocupación.
Cuando el ex capitán de la marina argentina, Adolfo Scilingo, hizo su declaración en el juicio por genocidio y otros que lleva adelante el juez español Baltasar Garzón, aquella novela negra quedó plasmada en largos expedientes (unos 500 folios).
También el tema de la ESMA, un centro clandestino de detención donde fueron desaparecidas unas 5 mil personas, saltó nuevamente a la luz con la detención del ex marino Ricardo Miguel Cavallo en México, acusado de numerosos crímenes y reconocido por varias de las víctimas, cuando se desempeñaba como un alto empresario en ese país.
De los testimonios reunidos surge que en las relaciones con el exterior la Marina de Guerra argentina privilegiaba su relación con Estados Unidos, la Sudáfrica del apartheid y "en Europa a través de la P-2 dirigida por Licio Gelli". Esto explica las profundas relaciones políticas y de negocios entre Massera y Gelli, y el equipo de banqueros italianos ligados al Vaticano. Los asesores italianos, alemanes y franceses fueron especialistas en enseñar el arte de la infiltración de los movimientos políticos, así como en operaciones encubiertas, donde también participaron los especialistas franceses de la guerra de Argelia y de la OAS. En el tema de asesinatos y "selección de las víctimas" se menciona al criminal francés de origen corso Christian David, como señala un informe documental del Equipo Nizkor.
Este entramado reúne también al ex oficial nazi Klaus Barbie formado en las escuelas de las SS, uno de los importantes asesores de la Marina argentina, con los italianos. En los años de 1980 Barbie integraría en Bolivia, cuando colaboraron en el golpe contra la presidenta Lidia Gueiler, el llamado grupo "los novios de la muerte", donde participaban Stefano Delle Chiaie, Pierluigi Pagliai y otros. Estos increíbles lazos, que seguían el rastro del grupo de terroristas italianos en Argentina junto a la Triple A, en Chile, trabajando con la DINA, en Bolivia, con Barbie, entre otros lugares, dan una dimensión del nudo de relaciones que se crearon y se desarrollaron luego mediante empresas comunes. Y no es mera especulación.