LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000

 

Ť Samuel Schmidt Ť

La doble nacionalidad en la frontera

Un amigo cruzó por el puente internacional en Ciudad Juárez y fue detenido por un agente de inmigración quien le preguntó sobre su nacionalidad. El aludido informó que contaba con ambas nacionalidades, para lo cual fue requerido a presentar su certificado de doble nacionalidad, cosa que no pudo hacer, porque tal certificado no existe. Fue enviado con las autoridades migratorias y después de hablar con el subdelegado de migración, éste aceptó que el oficial no sabía de qué estaba hablando; lo preocupante es que estaba llevando a cabo un operativo para aplicar la ley.

Me imagino que tal operativo era para aplicar el principio de reciprocidad con Estados Unidos. Si entrar al país vecino del norte es toda una odisea, las visas son cada vez más difíciles de conseguir y son más caras, y los funcionarios de aduanas y migración son cada vez más intolerantes y abusivos, lo menos que puede exigir México es que los estadunidenses que trabajan en México cuenten con un permiso de trabajo. No se trata de obstruir el turismo carretero, como hace Estados Unidos, sino simplemente que se aplique la ley.

Lo que Gobernación no está preparado a manejar es el hecho de que un elevado porcentaje de la población fronteriza tiene doble nacionalidad porque ha nacido en Estados Unidos y tiene acta de nacimiento mexicana. Se da el caso peculiar de gente que tiene un acta de nacimiento legal con información fraudulenta. Más de un gobernante mexicano ha caído en esta situación, lo cual en la frontera se ve con toda normalidad y sin ninguna contradicción.

Finalmente los servicios de salud en el norte son de mejor calidad, aunque sean mucho más caros, pero también queda la seguridad social. Muchos ciudadanos optan por el parto en el norte para tener la nacionalidad estadunidense y otros saben que están bajo la línea de pobreza (más de 18 mil dólares anuales para una familia de 4) de acuerdo con sus ingresos mexicanos, lo que los hace acreedores a la beneficiencia que incluye servicios de salud gratuitos. Hasta un distinguido líder izquierdista parece estar incluido en estas listas de beneficiarios.

Si bien está avanzando la disponibilidad de mejores hospitales en Juárez, todavía hay un rezago importante y de esta manera la clase media juarense contribuye a que El Paso siga creciendo, porque transfieren hacia el norte una porción de riqueza nada despreciable. En la vida fronteriza encontramos la paradoja de vender medicinas más baratas a los estadunidenses, pero les compramos servicios hospitalarios caros. Se informó que de los abortos registrados en El Paso, 60 por ciento corresponde a mujeres mexicanas.

El estatuto de doble nacionalidad existe en la frontera desde siempre, no en balde dicen muchos que ellos no cruzaron la frontera, sino que la frontera los cruzó, cuando en el siglo XIX México perdió la mitad de su territorio. Y es por eso que es natural llegar a tener en ambos lados: casa, el derecho de votar y la oportunidad de escoger la mejor educación para sus hijos. Hay familias que prefieren la primaria y secundaria en México y algunos eligen la universidad en el norte. Para atraer estudiantes y varios millones de dólares anuales, la Universidad de Texas redujo sus colegiaturas para extranjeros, aunque no por eso el racismo y antimexicanismo ha desaparecido.

Cuando se aprobó lo irrenunciable de la nacionalidad mexicana, muchos veían frente a sí a las comunidades de California, Chicago, Texas y otras de gran tamaño. La idea era crear un grupo que pudiera cabildear a favor del gobierno de México, lo cual demostró ser una quimera, aunque ya produjo el primer diputado mexicano-estadunidense. Pero todavía hay sorpresas en el camino.

Dentro de poco Hacienda empezará a descubrir fenómenos que tal vez no pueda manejar. Por ejemplo, el derecho de estos ciudadanos a tener un vehículo estadunidense y circular libremente por México en su calidad de estadunidenses. El fenómeno es más común de lo que parece en la frontera.

También hay sorpresas para Estados Unidos. Hay mexicanos que reciben beneficios de la seguridad social estadunidense en virtud de esta doble nacionalidad. ƑQué hará Estados Unidos, que no acepta la doble nacionalidad? ƑCómo se manejara la doble tributación?, porque para un mexicano es más conveniente pagar impuestos como estadunidense que como mexicano en Estados Unidos. Y no es que el problema sea trivial, la cantidad de personas en esta calidad puede ser más grande de lo que imaginamos.

Y mientras tanto los agentes de migración ya desaparecieron del puente. Será que los retiraron para enseñarles la ley, o porque descubrieron el hilo de la madeja y se espantaron.

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