LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Estudio sobre presupuestos de tres sexenios
Prioridades de Marina, sin atención por falta de recursos
Ť Proyectos multianuales podrían truncarse: Lorenzo Franco
Gustavo Castillo García Ť La falta de recursos presupuestales durante los últimos 18 años han impedido a la Secretaría de Marina ejecutar programas prioritarios como la instalación de una fábrica de armamento, ampliar la capacidad instalada de sus astilleros y consolidar su sistema integral de comunicaciones navales, entre otros, indica el estudio La Programación y Presupuestación en la Secretaría de Marina 1983-2000, elaborado en mayo pasado por el almirante José Ramón Lorenzo Franco.
El titular de la Secretaría de Marina expone en lo que considera un informe de labores de los últimos cinco años, que "por primera vez" en 18 años, la institución a su cargo cuenta con la aplicación de programas "con carácter permanente y proyectos comprometidos multianualmente", pero advierte que esto será "poco probable de lograr si no existen las condiciones programáticas favorables".
El almirante considera que en el periodo 1983-1988, "el sexenio recibe de lleno los efectos de la fallida 'administración de la riqueza' y que las secuelas son una inflación con muy altos y bruscos cambios y un endeudamiento que trató de paliar de alguna forma estos efectos''.
Refiere que ''este periodo se identifica por: un programa presupuestal restrictivo y una fuerte inestabilidad cambiaria'', y destaca que los recursos para las fuerzas armadas fueron no prioritarios, ''generando un descontrol presupuestal'', en donde los montos asignados originalmente ''resultan apenas suficientes, ya que los servicios personales (pago a servidores públicos) absorben un porcentaje muy alto del presupuesto y sólo con las adiciones (del orden de 52.5 por ciento en el sexenio) se logran aplicar más recursos, situación que no permitió la programación, pero sí la atención inmediata de los problemas más urgentes".
Por esa razón, indica el documento, dos de los tres principales programas quedaron inconclusos: la construcción de cuatro buques conocidos como clase Holzinger y la adquisición de unidades aeronavales.
Minimizan a fuerzas armadas del gasto público
Luego, en un breve análisis del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, señala que en el lapso de 1989 a 1994 se aplicó una política económica que no resolvió los problemas, sino que sólo los pospuso, ''generando una gran dependencia de la economía al capital extranjero", dejando campo libre a los capitales especulativos y un problema de pagos que afectan seriamente al gobierno a finales de 1994.
Establece que para el presupuesto de la Marina, este periodo fue de "severo ajuste", ya que la partida original fue de 113 puntos por debajo de la inflación reconocida para 1988 y "muy por debajo de la inflación acumulada desde 1983"; sin embargo, reconoce que a partir de 1993 mejoran los niveles presupuestales para la dependencia logrando establecer montos ''específicos (aún no suficientes) para el mantenimiento menor de unidades navales, y principalmente para la conclusión de los proyectos de inversión que estaban rezagados, algunos desde el sexenio anterior'', entre ellos el proyecto Holzinger.
Por lo que hace a la actual administración, tras mencionar que el sexenio de Ernesto Zedillo se inicia en medio de una crisis económica, asegura que "el caso Chiapas, presente desde 1994, se desenvuelve en el aspecto político y cada vez resulta más evidente que no se utilizará la fuerza armada para su solución, por lo que, al igual que en los sexenios anteriores, las fuerzas armadas no son consideradas como prioritarias en el gasto público''.
Ante esto, la Armada encontró el camino para recuperar sus capacidades, iniciando acciones para ''contrarrestar la insuficiente programación, el subejercicio y la perpetuación de los déficit en operación mediante la aplicación de cinco criterios, entre ellos, la evaluación permanente de la situación institucional, claridad y objetividad en la negociación del gasto y la programación como base del proceso presupuestal.
De acuerdo con el informe, la gestión de José Ramón Lorenzo Franco ha enfrentado los siguientes retos: eficientar las estructuras orgánicas y procedimientos administrativos a fin de fortalecer las áreas operativas y técnicas; implementar un programa de mediano y largo plazos para la sustitución de unidades navales de superficie, al igual que en materia de unidades aeronavales; la organización adecuada de las unidades tácticas de Infantería de Marina y la modernización de su armamento y equipo; la modernización de sistema de comunicaciones navales; la aplicación de un programa para la fabricación y dotación de vestuario y equipo y llevar a cabo un programa de fabricación de armamento menor y municiones.
A este respecto, el documento asegura en el apartado de ''resultados'' que se han obtenido logros satisfactorios en materia de congruencia orgánica de la dependencia; complementado los batallones de Infantería de Marina; establecido el programa de sustitución de unidades de superficie; existe un programa con alcances multianual para lograr un sistema integral de comunicaciones navales y se ha puesto en operación un plan para dotar de vestuario y equipo al personal.
En tanto, el desarrollo de la infraestructura naval de obra pública se estima como ''instrumentado parcialmente con resultados satisfactorios'', en tanto que ''no instrumentados pero mantenidos como propuesta en estudio'' está el programa de sustitución de unidades aeronavales, y no instrumentados y suspendidos temporalmente, el proyecto de fabricación de armamento y municiones.