LUNES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Astillero Ť

Ť Julio Hernández López Ť

Vicente Fox ha establecido con toda claridad la postura que asumirá desde el poder respecto del ejercicio periodístico: no verá ni oirá las críticas que le hagan mediante de la prensa y que él considere intrascendentes.

Tal postura absolutista fue expresada puntualmente por el presidente electo desde su retiro de fin de semana, en el rancho San Cristóbal, donde grabó el mensaje radiofónico Fox en vivo, Fox contigo, que semanalmente ha enviado a sus seguidores.

El guanajuatense dedicó una parte de ese programa al tema de los sueldos pagados a su equipo de transición. Reiteró allí su creencia de que se ha creado un debate innecesario sobre ese punto y que algunos medios de comunicación han exagerado sus posturas.

Tacos cremosos y brincos en lo parejo

En sus alegatos, el presidente electo de México usó de manera desgarbada algunas frases del refranero popular que en otra circunstancia moverían a abordarlas en esta columna con menos solemnidad. Insistió en su tesis de que se le pusieron "mucha crema a los tacos" y dijo no entender "por qué estando tan parejo el piso, hay tanto brinco".

Es necesario destacar de entrada la importancia de que Fox haya roto la tradición de silencio y pompa que rodeaba a sus antecesores. No es malo que los mexicanos podamos discutir en voz alta y con apasionamiento los temas públicos, aun a pesar de los traspiés que nos provoque el aprendizaje tardío de tal disciplina democrática.

Anestesia e hipnosis

Pero sucede que las palabras pronunciadas por Fox desde el rancho San Cristóbal son antidemocráticas, intolerantes y facciosas. No es exagerado señalar que tales conceptos de talante dictatorial deberían provocar un escándalo en cualquier otro país que no fuese este que se ha ido acostumbrando a pasos apresurados a escuchar esos y peores desatinos; un país en el que el hastío del PRI ha anestesiado a amplios sectores de la población y les ha hipnotizado para permitir e inclusive festejar estas y otras ocurrencias de quien puso fin a 70 años de partido dominante.

Vuelvo a comprometer públicamente, dijo en esa parte crucial de su arenga sabatina, que mi gobierno será "plural, honesto, transparente, que vamos a morir en la raya, pero les vamos a servir a todos y cada uno de ustedes, y no vamos a hacer caso a todos esos asuntos que se generan a través de la prensa, y que se convierten en un debate estéril, porque, Ƒqué le produce a México esto?, Ƒqué le produce a los mexicanos?".

Decir y no decir

Sabido es que la construcción verbal del ahora presidente electo es altamente defectuosa por sí misma, pero también que tras esos enredos sintácticos y esas imprecisiones conceptuales se agazapa siempre el recurso de decir que no se quiso decir lo que se dijo, y que quien entendió una cosa en realidad debió entender otra.

Sin embargo, en la frase anteriormente transcrita queda clara la postura de Fox de actuar selectivamente respecto de los temas que los medios coloquen en el centro de la discusión nacional y que a juicio personalísimo de él (él, él, él) deban ser desdeñados.

Concesionario exclusivo

Instalado como fiel de la balanza nacional, como termómetro oficial, como moneda única, como concesionario exclusivo de la franquicia llamada México SA, el emperador sexenal levantará o bajará el pulgar para decidir el destino de los asuntos "que se generen a través de la prensa y que se convierten en un debate estéril".

Sentado en su sillón de Los Pinos, viendo a lo lejos sin ver, oyendo sin oír, el presidente de México actuará como en una república bananera, decidiendo qué es bueno para sus súbditos y qué no, siempre guiándose por las preguntas patrióticamente correctas: "ƑQué le produce a México esto?, Ƒqué le produce a los mexicanos?".

El pueblo soy yo

Y entonces veremos reproducirse la intolerancia fascistoide con la que han actuado varios de los panistas al llegar al poder, sea éste municipal o estatal. Yo soy el pueblo, yo soy la verdad, suelen pensar, y entonces se lanzan al mundo exterior como iluminados infalibles para instituir con su espada de fuego lo que es bueno y lo que es malo.

No es difícil apreciar la gravedad de la postura de Fox si se actúa con ánimo abierto y sin fanatismos. Sobre todo porque las reflexiones del presidente electo no se fundan en hechos probables o lejanos, sino ciertos y recientes.

"šEso ya lo sabíamos todos!"

En esencia, se queja del trato dado al asunto de los sueldos de quienes trabajan en la preparación de su llegada al poder. En el mismo mensaje de San Cristóbal, dijo: "Francamente no sé por qué se pierde tanto papel y tanto comentario en temas que eran públicos, conocidos..." Según él, "nosotros anunciamos que solicitaríamos ese recurso de parte del gobierno federal para poder hacer el programa de entrega-recepción, que es indispensable hacerlo, y para eso hay que pagar y cubrir gastos".

Sin embargo, "es curioso que un periódico aparentemente descubre que se están pagando sueldos. šEso ya lo sabíamos todos! Lo habíamos hecho público tiempo atrás, y cómo se genera a través de columnistas, a través de analistas, a través de otro periódico, toda esa tormenta en un vaso de agua".

Mentiras e insidia

En esta frase hay una dosis alta de insidia, de paranoia temprana y, con todas sus letras, de mentira. No es cierto que "ya sabíamos todos" que los miembros del equipo de transición cobraban sueldo, sobre todo cuando se había anunciado con fanfarrias patrioteras que se trabajaría sólo "por amor a México".

El propio Fox se guareció cuanto pudo en su imprecisión verbal para no decir si cobraba o no el sueldo de presidente que hasta su compañera de batallas, una de las personas que le son más íntimas, Marta Sahagún, había dicho entre frases enjabonadas que podría inferirse que sí.

También es mentira decir que tal asunto salarial "lo habíamos hecho público tiempo atrás". Resulta igualmente desafortunado para la investidura de quien fue elegido presidente deslizar frases de insidia respecto de lo "curioso" que resultaría que un diario "aparentemente descubre" ese pago de sueldos. No fue un aparente descubrimiento, sino toda una primicia valiosa la que dio a conocer el diario Reforma. Tanto que a esa información inicial siguieron indagaciones, polémicas y consecuencias que aún no terminan y en las que han participado de manera natural otros diarios, articulistas, columnistas y los medios de comunicación en general.

El 51% de las acciones

Pero Fox no acepta más que su punto de vista. Y pretende imponerlo como regla universal. Cree que el 2 de julio adquirió 51 por ciento de las acciones de la sociedad anónima llamada verdad absoluta y que, por tanto, tiene derecho a tomar las decisiones que le dé la gana. Es el presidente de México (electo) y por tanto México es él, y puede decretar qué es bueno y qué es malo para esa nación fundida ahora en su propia carne.

Piedritas intelectuales

Por lo demás, no estaría mal que acudiera a alguna institución de educación superior (privada, desde luego) para tomar un diplomado de análisis político o de ciencia política elemental. "šA veces no entiendo qué es lo que buscan algunas personas en estar poniendo piedritas en el camino, en buscar desacreditar a la administración!", dijo en San Cristóbal. Dejemos de lado el muy ilustrativo gazapo cometido al creer que lo que hoy hace, como presidente electo, y por lo que su equipo cobra, es "la administración". Pero bien haría el futuro jefe del gobierno mexicano en saber que la oposición, la discusión, el contraste de puntos de vista, los obstáculos, la resistencia, forman parte del legítimo y sano ejercicio de la política, de una política colocadora de piedritas que, por cierto, él practicaba con especial enjundia antes de convertirse en "la administración".

Astillas

ƑY ahora qué? ƑPedirá Dulce María Sauri que Su Santidad sea citado como testigo de cargo en el caso Banco Unión-Cabal Peniche? ƑHabrá que empezar a preparar una nueva visita papal, aunque ésta sea a alguna agencia del Ministerio Público?

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