DOMINGO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Deben discutirse los límites entre inversión y ecología
Mayor deterioro ambiental si crece 6% la economía: INE
Ť Habría más demanda de agua, energía y recursos, advierte
Carolina Gómez Mena Ť Si México alcanza un crecimiento económico anual de 6 por ciento durante las siguientes tres décadas habrá un sensible aumento en el consumo de agua, energía y recursos renovables y no renovables, lo que redundará en grandes presiones sobre los espacios frágiles, así como en el incremento de los desechos vertidos a aire, suelo y cuerpos de agua, expuso Enrique Provencio, presidente del Instituto Nacional de Ecología (INE), al participar en el foro Política ambiental mexicana: los retos del nuevo milenio.
Rodolfo Tuirán, secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo), coincidió con esta postura, pues en su ponencia expuesta en el citado seminario organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) establece que un crecimiento del PIB promedio anual de más de 4 por ciento durante los próximos 10 años aumentará los requerimientos de agua, en 5.8 por ciento, y de energía, en 5 por ciento.
Dijo que la planeación para "transitar" hacia un desarrollo sustentable, que dé respuesta a la situación ya descrita, implica reconocer que "el actual modelo no lo es" y que "el crecimiento económico, si bien reducirá la pobreza, tendrá un elevado costo ambiental, ya que el agotamiento y degradación de los recursos representará 16 por ciento del PIB para el 2010".
Aseveró que en los próximos años deben reconsiderarse las interrelaciones entre los distintos aspectos que intervienen en el desarrollo, para así poder plantear una sustentabilidad "posible y deseable que no podría ser desigual".
Indicó que para el 2010 el país tendrá 112.2 millones de habitantes, hecho que significa un gran reto en demandas de reducción de desempleo, marginación y pobreza, lo que "no sólo es una exigencia ética o moral, sino condición necesaria de la sustentabilidad ambiental".
Al respecto, Alejandro Encinas, ex secretario de Medio Ambiente del GDF, manifestó que el desarrollo sustentable es una realidad posible en México, siempre y cuando haya voluntad política, visión estratégica, redefinición de prioridades e instrumentos de las políticas públicas, en particular de las económicas.
Dijo que hoy los gobiernos deben discutir el vínculo entre la sustentabilidad y la política económica, especialmente en lo que se refiere a la postura de límites ambientales a las actividades productivas públicas y privadas. Por ello, demandó no sólo otorgar a las gestiones ambientales un espacio en las carteras ministeriales y presupuestos sectoriales, sino guiarlas hacia el establecimiento de estrategias que conviertan en realidad las metas ambientales trazadas.
En tanto, Provencio dudó que durante las próximas tres décadas las autoridades logren disminuir el daño ambiental por unidad de producto generada, porque "hasta ahora no se ha logrado en ningún lado", ni siquiera en Europa.
Afirmó que es "inadmisible mantener la supuesta confrontación entre inversión y ambiente, porque la protección del ecosistema no es el espantapájaros de los proyectos productivos". Sugirió que un elemento indispensable para establecer la futura agenda y gestión ambientales es admitir los rezagos, avances y retos en la materia, por lo que consideró que las políticas ecológicas no pueden estar sujetas a los cambios sexenales, sino a la continuidad en donde hubo aciertos.
El directivo del INE sostuvo que la elaboración de la agenda nacional ambiental debe plantearse en correspondencia con los esfuerzos internacionales, especialmente en lo que se refiere a políticas fiscal, comercial, agropecuaria, industrial y turística. Guiarse por un nuevo arreglo nacional-regional que implique descentralización de las dependencias ambientales, así como una estrecha relación entre "la generación y utilización del conocimiento e información ecológicos como insumo básico para la formulación de políticas técnica y científicamente pertinentes".