DOMINGO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť La cita fue promovida por el presidente checo
Oportunidad perdida, califican ONG la reunión con FMI y BM
Ť George Soros, Mary Robinson, Wolfensohn y Köhler, juntos
Roberto González Amador, enviado, Praga, 23 de septiembre Ť "Fue una oportunidad perdida". Así resumió Ann Pettifor el resultado del primer encuentro que reunió en un mismo salón a los máximos responsables del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional con grupos críticos de la globalizacion económica.
La cita fue promovida y concertada por el presidente checo Vaclav Havel, como una manera de buscar que el diálogo reemplazara a las manifestaciones que son esperadas para los próximos tres días en esta ciudad, cuyos promotores esperan repetir la resonancia que alcanzaron en diciembre pasado en Seattle durante una reunión de la Organizacion Mundial de Comercio.
El elenco de asistentes generó una expectativa que no se cumplió en resultados. Al mismo panel moderado por Mary Robinson, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Refugiados, se sentaron George Soros, el más conocido de los especuladores financieros.
En el mismo sitio, James D. Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, acompañado por Horst Köehler, director gerente del Fondo Monetario Internacional. Por el lado de las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), estuvieron desde grupos moderados como Jubileo 2000 y Oxfam, hasta grupos que de plano no quieren otra cosa que la desaparicion del Fondo y el Banco Mundial.
Cancelación de deudas
"Nosotros consideramos la terminación de estas instituciones y la cancelación de la deuda externa de los países pobres como condiciones esenciales para la solución de la pobreza en el mundo", abrió el debate Katerina Liskova, de la organizacio checa pro derechos humanos Nesehnutl.
Una postura más moderada fue la de Oxfam, con presencia en 11 países, dedicada a promover oportunidades educativas en países pobres. Las instituciones multilaterales no deben desaparecer. Son necesarias, aunque tienen que ser mejoradas, expuso Marta Arias, de Oxfam. "Nada garantiza que si el Fondo y el Banco Mundial desaparecen, los intereses de los países pobres van a prevalecer sobre los de las naciones ricas. Es mejor regular a esos organismos, que actúen con transparencia, y aumentar la influencia de las naciones más pobres en las decisiones que toman", indicó.
James Wolfensohn, quien el viernes ya había tenido una reunión con representantes de 350 ONG, volvió a un discurso "más pasional" que propositivo, como definió Seth Amgott, de Oxfam. "Las ONG no deben ver al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional como una fuerza diabólica. Probablemente hemos hecho las cosas mal, estoy seguro que lo hemos hecho mal en algunos casos, pero por favor, entiendan, nuestros objetivos, combatir la pobreza, son muy similares a los de las personas que protestan en las calles".
Ann Pettifor, director de Jubileo 2000, dijo que la reunión fue un importante diálogo auspiciado por el presidente Havel. "Desafortunadamente, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial perdieron la oportunidad de disculparse por el daño que esas instituciones han hecho a los países más pobres del mundo. Ellos quieren decirnos siempre que estaremos bien en el futuro, pero no es claro que ellos hayan aprendido las lecciones del pasado", reclamó.
Casi personificación del demonio para los críticos de la globalización, George Soros, presidente de la firma de inversiones Soros Fund, afirmó que los inconformes que desean tomar las calles de Praga a partir de mañana deben aumentar la presión hacia sus gobiernos para que provean de más recursos para la reforma del Banco Mundial y el FMI, porque de otra manera los países pobres serán dejados a su propia suerte.
Pero los reclamos no pararon. Los vagos compromisos de los responsables del FMI y el Banco eran respondidos con acusaciones concretas. Dinero del Banco Mundial, aportado por todos los países miembros, fue empleado para apoyar y mantener en el poder a dictadores y torturadores como Augusto Pinochet, en Chile, y Suharto en Indonesia, reclamó Walden Bello, activista de un grupo llamado Atención en el Crecimiento Global.
Horst Köehler, director gerente del FMI, aceptó la necesidad de reformar a ese organismo, pero no ofreció una propuesta concreta. En cambio, se comprometió a empeñar todo su "corazón y cabeza" para trabajar en esa meta.
Mary Robinson pidió a ambos organismos financieros incorporar reglas sobre respeto a los derechos humanos como requisito para otorgar préstamos. Mientras la reunión se celebró en el centenario Castillo de Praga, por las calles céntricas de la ciudad marchó el primero de los grupos que se manifestarán aquí los siguientes tres días. Se trató de unos 500 jóvenes poco organizados, que clamaron consignas contra la globalización económica y portaban pancartas con lemas como "El mundo no es una mercancía". Pequeños grupos de "cabezas rapadas" se infiltraron en la marcha y causaron ligeros enfrentamientos. La policía no reportó detenidos ni lesionados. La primer marcha que se espera nutrida tendrá lugar mañana domingo y la mayor el jueves, en la que los organizadores esperan reunir a unas 20 mil personas. El cantante Bono, quien ha hecho campaña para abolir la deuda del Tercer Mundo, llegará el lunes a Praga.