DOMINGO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Congreso del movimiento por la paz y el desarrollo
Llaman a los mexicanos a no ser indiferentes a la política exterior
El pueblo de México "no puede ser indiferente a la política exterior que aplique el gobierno en la actual situación internacional y ante la lucha que libran hoy los pueblos para hacer frente al avance y las líneas que favorecen a las grandes trasnacionales y bloques económicos", señaló ayer el activista Manuel Terrazas al iniciar el primer Congreso Nacional del Movimiento Mexicano por la Paz y el Desarrollo (Mompade).
En la reunión, celebrada en el Polyforum Siqueiros, el veterano luchador social subrayó que frente a la agresividad de las naciones desarrolladas, en especial de Estados Unidos, la sociedad mexicana demanda "una política exterior de lucha activa por la paz, la soberanía nacional y la defensa de los recursos naturales, así como que tenga iniciativa y voz propias, que recobre las mejores tradiciones y valores del pueblo".
Uno de los puntos básicos de esta política, señaló, se refiere a las relaciones con Cuba, que "forman parte de la más digna y honrosa tradición de la nación mexicana, sobre todo porque nuestro país está consciente de la libre autodeterminación del pueblo cubano para construir un régimen político de su elección", sin intervenciones extranjeras y sin bloqueos económicos y políticos como los impuestos por Estados Unidos.
Al revelar las posiciones centrales sobre la paz que "queremos para México y el mundo", dijo que la posibilidad de grandes confrontaciones bélicas aún está latente; "la carrera armamentista no se termina, y a los tradicionales centros de producción de armamento se suman otros emergentes que agregan al riesgo nuclear la amenaza química, bacteriológica y las armas llamadas convencionales".
En el documento presentado por el órgano nacional directivo del Mompade, se dice que entre los signos que aparecieron en los últimos años del siglo XX, así como en los albores del XXI, los más preocupantes son el hecho de que el Senado de Estados Unidos tomó la decisión de no ratificar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares que ya había firmado su gobierno, "e iniciar las pruebas nucleares subcríticas, mientras la India y Pakistán, en disputa por Cachemira, podrían llegar a realizar estallidos de bombas atómicas".
Durante la ceremonia inaugural del citado congreso, el maestro universitario Leopoldo Zea habló de la lucha del hombre, a través de los siglos, por mantener la paz. Se refirió a los esfuerzos que han desarrollado muchos brillantes mexicanos, como Alfonso García Robles, premio Nobel de la Paz; mencionó también la globalización, el sistema de maquiladoras en el mundo y en México, el avance de la tecnología y las enormes diferencias sociales entre ricos y pobres de México, que cada día son más agudas.
La senadora perredista María del Carmen Ramírez García culpó al presidente Ernesto Zedillo y a su gobierno de no haber querido, "con hechos y no sólo con palabras", resolver el problema de Chiapas, sobre todo cuando el jefe del Ejecutivo desconoció los acuerdos de San Andrés, que habían sido aceptados y firmados por sus representantes. Considera grave que el gobierno federal "siga financiando a los grupos paramilitares como el autodenominado Desarrollo, Paz y Justicia".