DOMINGO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Reconoce Zambrano Grijalva que el instituto está en crisis, pero no vencido
Reto del PRD, ser contrapeso de la derecha autoritaria
Juan Antonio Zúñiga M. Ť Inmerso en el más grave trance desde su fundación hace casi 12 años, el Partido de la Revolución Democrática "está obligado hoy a buscar nuevos derroteros para que la izquierda pueda constituirse en el contrapeso más importante de la derecha autoritaria o de las tentaciones de la restauración del viejo régimen", afirma el secretario general del PRD, Jesús Zambrano Grijalva.
Con una representatividad equivalente a casi una quinta parte de la población del país, el PRD es la formación política de izquierda más importante en la historia de México, y "está en crisis, pero no vencida", acota el segundo dirigente en importancia del Comité Ejecutivo Nacional perredista, quien no rehúye la realidad que vive su partido, pero se aleja de la autoflagelación.
Apunta: "Yo tengo la confianza de que así, con la inteligencia con la que logramos construir el PRD y sortear una serie de obstáculos y llegar hasta hoy, con la misma inteligencia y sensibilidad estamos reconociendo la profundidad de la crisis del PRD, y con esa misma inteligencia vamos a encontrarle la salida que se requiere en este momento para que el partido juegue un papel muy responsable y propositivo en la edificación del nuevo régimen político que necesitamos construir".
Integrante de la corriente Nueva Izquierda, Zambrano Grijalva se mueve en ella, sobre todo en el campo de las posiciones conceptuales, y no elude que el "pragmatismo" adoptado por estas formas de expresión política ha generado una pugna por los puestos, que alcanzó su punto más crítico en las elecciones municipales del estado de Veracruz, donde el PRD perdió más de la mitad de los ayuntamientos que encabezaban sus militantes.
"Estamos obligados a señalar cuáles son nuestros problemas. Obviamente, yo diría que es necesario revisar los planteamientos programáticos del partido; igualmente nuestra situación de declaración de principios, y los mecanismos para la toma de decisiones", generaliza como preámbulo.
Puntualiza: "Se ha dicho que las corrientes son el problema central de nuestro partido. Las corrientes, como están, propiamente no pueden seguir funcionando y no le van a dar la vitalidad que requiere el PRD, tampoco ese tipo de liderazgos que se han venido construyendo van a jugar este papel".
Espectro de la izquierda
Y entra en materia: "La crisis del PRD rebasa las fronteras del partido y va más allá; por eso hoy estamos viendo una serie de tendencias políticas de la sociedad mexicana que veían en el PRD a un referente obligado y a un interlocutor confiable. Pero hoy se están cuestionando precisamente esta situación, y están pensando un nuevo partido, o nuevos partidos que se ubicarían dentro del espectro de la izquierda".
Pero la crisis de identidad política no es única ni exclusiva del Partido de la Revolución Democrática, abarca a plenitud y de diferentes formas a sus adversarios con una intensidad no menos aguda.
Sobre esto, Jesús Zambrano opina: "Es indudable que llegamos a la maduración del sistema político mexicano en una situación en la que los principales partidos políticos no estaban preparados para arribar. Más bien llegan en una situación de crisis, y como expresión de la misma, el PRI llega como un partido absolutamente agotado junto con el sistema político mexicano al que se le está dando sepultura".
Se extiende: "No se ve cómo pueden contribuir a la edificación de un régimen político democrático a la altura de la nueva circunstancia, porque a los que vemos más activos justamente son los sectores más retrógrados del PRI".
Por el lado del blanquiazul detalla un fenómeno que no deja de ser un contrasentido histórico. "Durante más de 50 años este partido estuvo preparándose para arribar al poder nacional, conquistando gobiernos estatales, y llega con un presidente de la República que no es propiamente del panismo más tradicional del rancio conservadurismo, sino alguien que se sitúa con un pie dentro del PAN y con otro fuera del mismo. Esto los lleva necesariamente a discutir y a definir políticas y estrategias".
El secretario general perredista le da una vuelta al adagio y no sólo mira "la viga en el ojo ajeno", sino también ve el leño en el propio y apunta: "El PRD -que surgió como el más importante aglutinamiento de las fuerzas de la izquierda socialista, de la izquierda social y de la izquierda que rompió con el PRI- obtiene resultados que no le favorecen, y que en mucho son expresión del agotamiento de este ciclo de desarrollo de 11 años, presa de un discurso que se nos quedó rezagado y de sus propias contradicciones"
Esto último le da pie para lanzar una pregunta al aire: "ƑHasta dónde tendrá el PRD la capacidad de reformarse y jugar el papel de eje aglutinador del espectro de las fuerzas de izquierda y de centro izquierda del país?
De hoy al 21 de marzo del 2001, cuando se realice su sexto congreso nacional, los perredistas dispondrán de 179 días para despejar esta incógnita.