SABADO 23 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Suscriben el Manifiesto de San Sebastián 


La industria trata con ''desprecio y marginación'' a los actores

Patricia Landino, especial para La Jornada, San Sebastián, 22 de septiembre Ť Ante una industria cinematográfica que tiende a concebir a los actores como parte de un ''producto'', y los trata con ''desprecio y marginación'', un grupo de intérpretes, entre ellos Carmelo Gómez, Alex Angulo y Asumpta Serna dieron a conocer el Manifiesto de San Sebastián, en el contexto del festival de Donostia. En una rueda de prensa ofrecida la mañana de hoy, los actores reivindicaron su derecho a recibir remuneraciones económicas justas por parte de la industria del cine.

''Nosotros también somos creadores y contribuimos de manera fundamental al éxito de las obras audiovisuales'', expresó Carmelo Gómez, quien está a punto de estrenar en España su más reciente película filmada al lado de Salma Hayek, titulada La gran vida.

En el hotel María Cristina de esta ciudad, también se encontraban los actores Fernando Chinarro, Anabel Alonso y María Luisa San José, quienes leyeron cada uno de los diez punto del manifiesto, que hace énfasis en la inclusión de los intérpretes en ''la nueva realidad económica, cultural y tecnológica".

Pretenden que ante la globalización y las coproducciones entre algunos países que proyectan una película en varios continentes, se homologuen los derechos de los artistas y tengan los mismos beneficios al margen del país donde se distribuyan las cintas.

Julián Grimau, del Grupo Europeo de Entidades de Gestión de las Artes, auguró que en la conferencia diplomática El futuro protocolo sobre interpretaciones audiovisuales, que tendrá lugar del 7 al 20 de diciembre, ''se va a producir un enfrentamiento entre la cultura y la economía. La industria considera que una obra es un producto. Que el trabajo que hacen los actores es inmaterial, sin reconocer que es su trabajo''.

Por su parte el representante de la Federación Internacional de Actores, Dominique Cuquer, apoyó integralmente esta declaración para que los artistas participen de las ventajas de las producciones de una industria multimillonaria que los deja sin contratos, sin dinero, sin protección social y sin trabajo. ''Y en este mundo los que no tienen dinero no existen. No tienen derechos. Los gobiernos oyen cada vez más la voz de la industria que la de los artistas''.