VIERNES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Dos mil efectivos militares refuerzan las medidas de seguridad en Praga
Diferencias entre ricos y pobres, riesgo para la estabilidad: BM
Ť Wolfensohn: es un ''crimen'' la reducción de la ayuda que las naciones desarrolladas ofrecen a los países pobres
Roberto González Amador, enviado, Praga, 21 de septiembre Ť La creciente diferencia de ingresos entre los habitantes más ricos y los más pobres de América Latina se ha convertido en el mayor riesgo para la estabilidad social en todos los países de la región, advirtió James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial.
''Creo que el tema de la pobreza en los países de mediano ingreso en Latinoamérica --entre los que está clasificado México-- es muy serio'', expuso. Wolfensohn, un multimillonario que antes de presidir desde hace cinco años al organismo multilateral dirigía su propio banco de inversiones en Nueva York, aprovechó su primera reunión en la cita anual entre el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reconocer la legitimidad de los grupos que aquí mismo organizarán protestas en contra de las dos organizaciones, a las que acusan de sólo dedicarse a proteger los intereses de las grandes corporaciones y de las naciones industrializadas. ''Mi opinión sobre las manifestaciones que están previstas (en Praga) no es negativa'', aseguró.
El problema de la pobreza en todos los países latinoamericanos está más relacionado con el hecho de que los beneficios del crecimiento económico no se reparten de manera equitativa entre la población, señaló Wolfensohn. ''Lo que vemos en todos los países de Latinoamérica es que cuando hay crecimiento (económico) dentro de un país la distribución entre ricos y pobres va en la dirección equivocada'', apuntó.
Falta de equidad en México
El comentario de Wolfensohn ha tenido una expresión clara en México en los últimos años. Entre 1996 y 2000, según proyecciones oficiales, la economía crecerá a una tasa anual de 5.5 por ciento, la más alta en dos décadas.
La más reciente encuesta de distribución del ingreso, dada a conocer por el gobierno hace un par de meses, reveló que la décima parte de los mexicanos más ricos concentra 38.1 por ciento del ingreso nacional, mientras que la décima parte más pobre tiene menos de 5 por ciento. Un informe del Banco Mundial divulgado hace dos semanas señaló que en México 28 millones de personas, de una población total de 97.4 millones, sobrevive con un ingreso menor a un dólar al día.
''En América Latina, la diferencia entre pobres y ricos es el mayor riesgo para la estabilidad social'', apuntó Wolfensohn. El Banco Mundial señala que el número de latinoamericanos que sobrevivían con un ingreso menor a un dólar diario creció de 63.7 millones a 78.2 millones entre 1987 y 1998.
Wolfensohn dijo que el momento de expansión que está mostrando la economía mundial es una buena oportunidad para aumentar la colaboración entre los países industrializados y los que están en vías de desarrollo para combatir la pobreza. ''Ha llegado el momento de dar el paso adelante, y espero que los líderes de las naciones industrializadas lo hagan antes que sea demasiado tarde'', expuso Wolfensohn, quien calificó como un ''crimen'' la reducción en la ayuda que ofrecen las naciones desarrolladas a los países pobres.
Tiende la mano a antiglobalizadores
En su primera aparición en la reunión conjunta entre el FMI y el Banco Mundial, Wolfensohn reconoció la legitimidad de las protestas en contra de la globalización que realizan desde hace varios meses decenas de agrupaciones alrededor del planeta.
Una magna marcha, de entre 15 mil y 20 mil personas, que sería la mayor desde las realizadas después de la caída del Muro de Berlín hace más de una década, es esperada el próximo 26 de septiembre en esta capital. Está convocada por la Iniciativa en Contra de la Globalización Económica (INPAG, por sus siglas en checo), un ente que concentra a un variopinto abanico de grupos que piden la desaparición del FMI y el Banco Mundial.
Con las agrupaciones menos radicales se reunirá Wolfensohn este viernes, pero antes de esa cita el presidente del Banco Mundial aseguró que los programas que recomienda tanto este organismo como el FMI no son los causantes de la pobreza en el tercer mundo.
''No creo que las condiciones impuestas en los programas del FMI y el Banco Mundial hayan tenido todos los efectos negativos que les achacan. No nos levantamos por la mañana a preguntarnos qué podemos hacer para arruinar a un país'', manifestó.
Aseguró no sentirse molesto por las protestas que están previstas en esta capital, que comenzarán el domingo con una marcha de Jubileo 2000, una agrupación católica que pide la anulación de la deuda externa del tercer mundo.
''Mi opinión sobre las manifestaciones que están previstas no es negativa. Me complace ver que hay una creciente conciencia mundial sobre temas como equidad, pobreza y globalización'', indicó.
Wolfensohn dijo que el Banco Mundial, el FMI y los grupos opuestos a la globalización ''tenemos mucho que hablar y aprender uno de otro sobre estas cuestiones, y esta es una buena ocasión porque nos estamos aproximando a un periodo en el que el crecimiento económico parece ser muy positivo. Es un buen momento que nos puede llevar a los países desarrollados y a los no desarrollados a buscar soluciones para la pobreza y para lograr una globalización más equitativa'', afirmó.
Ť Tanques, carros lanza agua, helicópteros, entre los recursos
Roberto González Amador, enviado, Praga, 21 de septiembre Ť El operativo policiaco para aislar las acciones de los antiglobalizadores que protestarán aquí contra el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue reforzado hoy, al tiempo que la vida cotidiana de los habitantes de Praga fue completamente alterada por las medidas que ha tomado el gobierno para controlar las manifestaciones que comenzarán este fin de semana.
Dos mil militares, armados y apoyados por vehículos terrestres y aéreos se incorporaron a la fuerza de 11 mil policías que buscarán tener bajo control la seguridad del Centro de Congresos, la sede de la 55 reunión anual de ambos organismos.
Un perímetro de dos kilómetros alrededor del Centro de Congresos fue completamente aislado y guardias armados fueron apostados sobre el techo del edificio, ubicado en una colina, para mantener un estricto control sobre los contingentes que eventualmente tratarán de llegar al lugar.
Los comercios, restaurantes y bares cercanos al edificio siguieron cerrados, y protecciones de madera fueron colocadas en puertas y ventanas de algunos establecimientos. Por orden de la policía, los camiones de reparto de dinero dejaron de surtir los cajeros automáticos, ante el temor de que sean atracados durante las protestas.
Los grupos que convocaron a las manifestaciones, coordinados por la Iniciativa Contra la Globalización Económica (INPEG, por sus siglas en checo), insistieron hoy en que las protestas para pedir la desaparición del FMI y el Banco Mundial, así como la condonación de la deuda externa del tercer mundo, serán pacíficas. Pero las autoridades no han escatimado esfuerzos para tomar previsiones.
En el distrito I de Praga, la zona céntrica donde se erigen monumentos de hasta más de mil años de antigüedad, la actividad siguió hoy prácticamente sin alteraciones, sin que los turistas dejaran de pasear, aunque el día fue particularmente frío y lluvioso.
Pero del segundo al tercer distrito, donde se ubica el Centro de Congresos, la vigilancia fue reforzada y todos los caminos que llevan a la sede de la reunión permanecieron bloqueados por la policía.
Si acaso 11 mil policías fueran poco para garantizar la seguridad, el Ministerio de Defensa dispuso que mil 600 efectivos militares se incorporen a las fuerzas del orden. Y no lo harán con las manos vacías: usarán seis tanques artillados, dos carros para lanzar chorros de agua, seis camiones de transporte de tropa y cuatro helicópteros. Para guardar la corrección, el equipo militar será identificado con el letrero ''Policie'', la palabra checa para policía.
Teepes para antiglobalizadores
A 10 kilómetros del Centro de Congresos, se encuentra el Estadio Strahov, el más grande del mundo, con una dimensión equivalente a seis campos de béisbol o a cinco de fútbol. En ese lugar trabaja desde hace varias semanas Tomas Doubek, el segundo ejecutivo de la singular empresa Fam, dedicada a la --en estas tierras-- extraña labor de construir teepes, las tien-das cónicas que usan los indios en Estados Unidos.
El campo estaba ayer completamente listo para recibir a los grupos de activistas, quienes todavía forman largas filas en la frontera con Alemania --a dos y media horas de Praga-- para poder entrar a este país.
Strahov será el sitio donde se concentren los manifestantes que vengan a protestar contra los dos organismos financieros multilaterales. Doubek, quien prefiere ser llamado por su sobrenombre de Roble, ha preparado el lugar para recibir al menos a 15 mil personas que deberán pagar mil 350 coronas checas (unos 340 pesos mexicanos) por alojarse en el lugar del 21 al 29 de septiembre.
La compañía de Doubek, una empresa alternativa formada en 1992 por personas que durante el gobierno comunista pertenecían a un club de excursionistas similar a los boy scouts occidentales, ha construido decenas de teepes para albergar a los jóvenes durante los días de protestas. Además serán instaladas otras tiendas rectangulares y los manifestantes también podrán traer las propias. La seguridad del campo estará a cargo de 50 guardias de una compañía privada, y Doubek asegura que la policía no se acercará al lugar.
Doubek no espera tener problemas para controlar a la multitud de manifestantes que se concentre a dormir en el estadio, donde habrá también baños, duchas y servicio de comedor. ''La policía no se va a acercar y quienes aquí duerman deberán cumplir reglas muy sencillas de respeto a los demás. Eso evitará cualquier lío'', señala.