VIERNES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Analizarán diputados si el financiamiento fue ilegal


Llega a San Lázaro informe de los fondos de campaña del PRI

Ť La CNBV entrega reporte de operaciones de Cabal Peniche

Ciro Pérez Silva y Víctor Ballinas Ť La Cámara de Diputados recibió ayer de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la información referente a los fideicomisos del PRI por medio de los cuales el ex banquero Carlos Cabal Peniche canalizó recursos que hoy están en el IPAB y que sirvieron para financiar las campañas de Ernesto Zedillo y Roberto Madrazo.

Las 3 mil 226 hojas y seis anexos quedaron en poder de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados, que encabeza Gregorio Guerrero Pozas, y se determinará si corresponde al auditor canadiense Michael Mackey revisar estos documentos o se deja a Guerrero Pozas esa encomienda.

De acuerdo con los resultados se determinará si el PRI debe regresar la cantidad "donada" por Cabal Peniche a las campañas, ya que de acuerdo con la Ley del Instituto de Protección al Ahorro Bancario los recursos que fueron absorbidos por el Fobaproa provenientes de entidades de interés público deberán ser devueltos al propio instituto.

"El PRI tiene la disposición de acatar lo que disponga la ley", afirmó la coordinadora del tricolor en la Cámara de Diputados, Beatriz Paredes Rangel, aunque dijo que la información debe revisarse antes de emitir cualquier juicio. A su vez, la vicecoordinadora de Asuntos Económicos del PAN, Josefina Vázquez Mota, advirtió que su partido no permitirá que los mexicanos paguen con sus impuestos recursos que fueron destinados a la campaña presidencial y a la de Tabasco en 1994.

Mientras tanto, el presidente de la mesa directiva, el también panista Ricardo García Cervantes, afirmó que en todo momento se cumplirá estrictamente con la ley y explicó que en los próximos días los legisladores determinarán si es la Contaduría Mayor de Hacienda o el auditor canadiense quienes deben revisar estos documentos para determinar si existen o no elementos en contra del PRI.

Los documentos entregados ayer por la CNBV contendrían información sobre unos 30 millones de dólares aportados por empresas reales y ficticias para financiar dichas campañas políticas y que fueron absorbidos por el Fobaproa.

En esta operación estuvieron involucrados los bancos Cremi y Unión -dirigidos entonces por Carlos Cabal Peniche-, los cuales otorgaron créditos sin garantía a varias empresas, algunas de ellas fantasma, que a su vez habrían entregado esos recursos a Fernando Ortiz Arana, actual diputado federal y en ese entonces presidente del CEN del PRI; y a Carlos Sales Gutiérrez, subsecretario de la banca en el sexenio de Miguel de la Madrid, y en ese tiempo secretario de Finanzas de ese partido.

De 1992 a 1994 el PRI constituyó y operó con Banco Unión y Banca Cremi por lo menos cinco fideicomisos que recibieron, en una cuenta concentradora, recursos por 30 millones de dólares, empleados por el partido oficial para financiar sus campañas electorales.

Esos 30 millones de dólares fueron obtenidos por el PRI de la siguiente manera: los bancos otorgaban créditos quirografarios -es decir, sin garantía- a diversas empresas; esas compañías aportaban recursos a los fideicomisos. Las deudas de esas empresas pasaron al Fobaproa y de ahí al IPAB.

Detalles de las operaciones

De acuerdo con esa información, sustentada en copias de las auditorías internas a Banco Unión y Banca Cremi, de 1992 a 1994 el PRI constituyó y operó con las instituciones crediticias varios fideicomisos en diversos lugares del país. Con estos datos se puede comprobar la existencia de al menos cinco:

a) Fideicomiso 1718-0 Comité Ejecutivo Nacional del PRI-Banca Cremi, constituido en la ciudad de México el 26 de julio de 1993.

b) Fideicomiso 2929-4 CEN del PRI-Banco Unión, constituido en la ciudad de México el 22 de julio de 1993.

c) Fideicomiso 2739-9 Comité Directivo Estatal del PRI-Banco Unión, constituido en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 31 de julio de 1992.

d) Fideicomiso 2939-1 Comité Directivo Estatal del PRI-BCH (antiguo nombre de Banca Cremi), constituido en Villahermosa, Tabasco, el 5 de agosto de 1993.

e) Fideicomiso 3110-8 Comité Directivo Estatal del PRI-Banca Unión, constituido en la ciudad de Campeche, Campeche, el 18 de abril de 1994.

Esos cinco fideicomisos fueron alimentados por la cuenta concentradora 9640004-5 a nombre de Administración Fiduciaria por Cuenta de Terceros. De ese fondo salieron recursos para apoyar al PRI por una cantidad aproximada de 30 millones de dólares.

Los recursos de esa cuenta concentradora fueron obtenidos mediante créditos sin garantía otorgados por Banco Unión a diversas empresas, algunas de ellas constituidas de la noche a la mañana, y casi todas vinculadas con Carlos Cabal Peniche, quien dirigió sus bancos hasta el 5 de septiembre de 1994, cuando fueron intervenidos por el gobierno.

Empresas canalizadoras

Entre las empresas que participaron en esa operación, conocidas en el medio financiero como canalizadoras, destacan Lomas Mil SA de CV; San Carlos World Trade de México SA; Del Valle Zapata y Asociados SC y Real Turismo, operadora de los hoteles Camino Real, propiedad del empresario Alvaro López Castro, socio de Cabal Peniche. Realtur tiene créditos en el Fobaproa por 269 millones de pesos.

Como parte de la red de financiamiento del PRI también se encuentran otras empresas como Servicios Tecfin SA de CV; Grupo Asesor en Comercio Internacional SA de CV; Grupo Inmobiliario Reforma SA de CV; Servicios Inmobiliarios Reforma SA de CV; Reforma Grupo de Inversión Inmobiliaria SA de CV; Servicio y Asesoría Inmobiliaria Reforma SA de CV; Alfin y Asociados SA de CV; Grupo Empresarial Agrícola Mexicano SA de CV; A. Zavala Internacional SA de CV; Naturas Mexicanas SA de CV; Platanera San Carlos del Golfo SPR de RL, que fue propiedad de Cabal Peniche, entre otras.

El 26 de julio de 1993 se liberaron 60 cheques de caja en la sucursal Reforma, matriz del Banco Unión en la ciudad de México, por un total de 47 millones 175 mil pesos. Al día siguiente esos documentos fueron depositados en la cuenta concentradora 9640004-5 de Administración Fiduciaria y posteriormente se trasladaron los fondos al fideicomiso del PRI número 2929-4, presidido por Fernando Ortiz Arana y Carlos Sales Gutiérrez.

Para garantizar esos fondos, el 30 y 31 de agosto de 1993 Banco Unión otorgó a la empresa Del Valle Zapata y Asociados dos créditos sin garantía por 5 millones 229 mil dólares y por 7 millones 200 mil dólares, respectivamente. Además Real Turismo liberó recursos provenientes de la cuenta de cheques 966861-8 por 16 millones 91 mil 840.20 pesos. Todos estos fondos sirvieron para amparar los cheques a favor del PRI.

En cuanto al fideicomiso 1718-0 del CEN del PRI-Banca Cremi, del 26 de julio de 1993 al 29 de octubre de 1994 -más de un mes después de la intervención gerencial a Cremi- se recibieron aportaciones del orden de 74 millones 257 mil pesos, que generaron intereses por 2 millones 133 mil pesos, lo que suma una erogación por 76 millones 390 mil 390.86 pesos.

Entre los emisores de cheques aportados al PRI estarían, aparte de Carlos Cabal Peniche, personas físicas como Carlos Sánchez de la Peña, Salvador Martínez Garza y Juan A. Covarrubias, y personas morales como Banamex, presidido por Roberto Hernández Ramírez, quien expidió un cheque a favor del PRI por 9 millones 350 mil pesos.