MIERCOLES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Pronosticó un crecimiento de 6.5% este año, pero con inflación de 9.5


Medidas fiscales para frenar elevado consumo, recomienda FMI a México

Ť En el panorama mundial no hay posibilidades de crisis en el futuro cercano, afirmó Mussa

Roberto González Amador, enviado, Praga, 19 de septiembre Ť El optimismo sobre el futuro desempeño de la economía mundial predominó en la primera jornada de la reunión conjunta entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, mientras ambos organismos tratan de contrarrestar la ola de protestas que se prepara en esta ciudad.

''No veo posibilidades de crisis en el futuro cercano'', afirmó Michael Mussa, economista en jefe del FMI al presentar el Panorama económico mundial, un documento que es actualizado cada seis meses.

La economía mundial, según el pronóstico hecho hoy por el FMI, crecerá 4.7 por ciento en el 2000, o sea, 0.5 puntos porcentuales más que lo estimado en abril pasado. Para el 2001, el producto interno bruto mundial repuntará 4.2 por ciento, también tres décimas de punto más que la previsión anterior. La revisión está sustentada por el hecho de que Estados Unidos seguirá experimentando una fase expansiva de su economía, Europa crecerá aunque de manera más modesta, y Japón comenzará a salir de su crisis financiera.

Los mexicanos tendrán la fiesta en paz

México transitará los primeros años del nuevo milenio con la fiesta en paz, consideró Mussa. Pero para que la economía no se convierta en fuente de preocupación ante el cambio de gobierno, el FMI aseguró que es necesaria una reforma fiscal que reduzca la dependencia pública de los ingresos petroleros, y además planteó que el gobierno debe reforzar las medidas fiscales para frenar el crecimiento del consumo privado en el país.

Por varios factores el FMI tiene una visión positiva del futuro económico de México, al menos en el plazo inmediato: el primero, la economía de Estados Unidos, que adquiere 85 por ciento de las exportaciones mexicanas, seguirá gozando de un periodo de prosperidad por al menos dos años más y esa, según el funcionario del FMI, es una señal de que no hay posibilidades de una crisis cuando comience el nuevo gobierno en el país. Adicionalmente, el organismo cree que los precios del petróleo seguirán altos, lo que aumentará la disponibilidad de recursos para la próxima administración.

''Es cierto que la economía de México está creciendo un poco más de lo deseado. La demanda de bienes aumenta en forma significativa y ese es un motivo de preocupación porque puede generar inflación'', explicó hoy Mussa en una conferencia de prensa. ''Pero México no está generando un problema ni vivirá un problema como el que derivó en la crisis de 1994 y 1995'', señaló.

Hasta junio de 2000, la economía mexicana acumuló 18 trimestres consecutivos de crecimiento, el mayor periodo con esa evolución en dos décadas. En la primera mitad del año el PIB repuntó 7.8 por ciento.

Con todo, el economista en jefe del FMI sostuvo que la política fiscal debe corregirse para evitar un crecimiento tan alto de la demanda de bienes. Es una tarea que tocará sin duda al próximo gobierno, que inicia funciones el primero de diciembre de 2000. ''La política fiscal debe fortalecerse para despejar los riesgos de una crisis en México'', añadió Mussa.

Riesgo de sobrecalentamiento

El organismo dirigido por el alemán Horst Koehler reconoció que existe el riesgo de sobrecalentamiento, y admitió que el peso mexicano ''se ha sobrevaluado en términos reales'', aunque enfatizó que la situación actual difiere radicalmente de la que condujo a la devaluación del peso y a una severa crisis financiera a fines de 1994.

El reporte Panorama económico mundial observa sobre México que la economía continuará creciendo a un ritmo ''saludable'', tal como lo hace desde 1996. El crecimiento, señala, está apoyado por una prudente política monetaria por parte del banco central, el repunte de los precios del petróleo, el rápido y sostenido crecimie CZECH_MONEY_SUMMIT nto de la economía estadunidense, así como por un ''boyante'' gasto en consumo y el aumento en la inversión en bienes.

Más optimista que el pronóstico oficial --que sitúa el incremento del PIB en 5 por ciento para el 2000--, el FMI aseguró que la economía mexicana repuntará 6.5 por ciento este año y lo hará a un ritmo de 4.8 por ciento en 2001.

Donde las noticias no son del todo buenas es en el aspecto de la inflación. El FMI anticipó que el crecimiento promedio de los precios se situará en 9.5 por ciento en el 2000, por arriba de la media para América Latina, de 8.9 por ciento, y que será de 8.5 por ciento en 2001, también superior al promedio latinoamericano para ese año, cifrado en 7 por ciento.

''Los altos precios del petróleo apoyarán el mejoramiento de las cuentas externas de México y fortalecerán la posición fiscal del gobierno'', añade el documento. Sin embargo, insiste, como lo ha hecho el FMI en sus tres últimos reportes, en que la ausencia de una reforma fiscal que reduzca la dependencia de los ingresos petroleros ''es una fuente de preocupación''.

El FMI aprobó las medidas tomadas en el país los últimos meses para mejorar la operación del sistema bancario. En particular, dijo que las reformas aprobadas en el Congreso para modificar las leyes de bancarrota y suspensión de pagos y las operaciones para recapitalizar al sistema , como las hechas por bancos españoles que invirtieron en el país, son medidas adecuadas.

Continúa la recuperación en AL

El Panorama económico mundial comenta que las naciones de América Latina y el Caribe continuarán este año recuperándose de la crisis financiera de 1997 y 1998. El crecimiento económico de la región estará sustentado en un aumento de las exportaciones, principalmente a Estados Unidos.

El producto interno bruto latinoamericano, que subió apenas 0.3 por ciento en 1999, aumentará 4.3 por ciento en el 2000 y lo hará en 4.5 por ciento en el 2001, según la proyección hecha hoy por el FMI.

No obstante la favorable perspectiva, el crecimiento no será parejo en todas las naciones y la región está urgida de que se mantengan los flujos de capital para atender los compromisos de pago de deuda externa, señala el reporte.

El FMI menciona que Brasil, México y Chile exhibirán un crecimiento más rápido que el de las otras economías de la región. En el 2000, las tasas de incremento del PIB más bajas serán para Ecuador, 0.5; Argentina, 1.7, y Uruguay y Venezuela, con 2.0 y 2.7 por ciento, respectivamente.