MARTES 19 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť La más grande humillación de mi vida, dice el bailaor


Detienen y golpean a Canales en NY

En su contraportada de ayer, el periódico El País publica la crónica de cómo el bailador Antonio Canales fue detenido durante 17 horas, vejado, golpeado y atado con grilletes por la policía de Nueva York; aquí ofrecemos un resumen de los hechos.

El 8 de septiembre de este año el bailaor Antonio Canales se disponía a ir al Festival de Venecia, partiendo de la ciudad de México, donde realizó varias presentaciones. Antes de llegar a su destino hizo una escala en el aeropuerto John F. Kennedy (JFK) de Nueva York. La escala se convirtió en una pesadilla, pues el bailaor pasó la noche en un calabozo de esa terminal aérea incomunicado, atado con un grillete a una cadena que lo unía a otros cuatro detenidos. Canales ilustra: "Estaba en la zona de tránsito cuando pasaron los de inmigración. Revisaron mis papeles y dijeron que no tenía visado. Les expliqué quién era, a dónde iba y les conté que mi mujer había ido a ver al cónsul en Madrid y él dijo que no se necesitaba visa para hacer la escala. No me escucharon y me llevaron a una sala en donde había un rastafari y un hindú atados a la pata de una mesa. Luego me esposaron y desnudaron en otra sala. Me dejaron así casi una hora. Me quitaron 400 dólares y unas gafas Armani.

"Cuando me saltaron las lágrimas, por los nervios, una mujer policía me pegó una bofetada y una patada, y me dijo: 'Ahora ya tienes por qué llorar'. Luego me trasladaron a un sótano. Allí me pusieron los grilletes en la pierna y me ataron a otros detenidos. Así pasé toda la noche. Fue como una película de miedo. A la mañana siguiente, después de 17 horas sin darme ninguna explicación me deportaron de vuelta a México, DF. Me trataron como a un delincuente. Fue la humillación más grande de mi vida, una vejación absoluta."

Quizás el origen del episodio, señala el tabloide, se remonte a unos seis años. Entonces la policía de Miami encontró en el bolsillo de la chaqueta de Canales un pequeño trozo de hachís, hecho que en Estados Unidos constituye un delito federal y obligó al artista a solicitar una visa especial. "No sé si eso habrá tenido qué ver o no -continúa el bailaor-, era un joven, insensato; špero era un porro, una cosa muy pequeña. Por una vez que te cojan no les da derecho a ultrajarte. Tienen que pagar".

Según el diario, el bailaor anuncia que está en marcha una denuncia contra el Departamento de inmigración de EU que será interpuesta por la OEA, y que mandará un dossier completo a la Casa Blanca "para que Clinton sepa cómo trataron en su país al artista que bailó para él en La Moncloa cuando visitó Madrid".