MARTES 19 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Aguilar Zinser: no hubo confrontación con Fox
La salida de Sandri, por necesidades del Vaticano
Ť Lira Mora descalifica especulaciones sobre el cambio de nuncio
José Antonio Román y Alonso Urrutia Ť Con discreción y prudencia diplomática, que en ocasiones llegó al silencio, el nuncio apostólico Leonardo Sandri logró mejorar sustancialmente, en sus cinco meses de estancia en el país, las relaciones entre México y el Vaticano.
Incluso, al interior de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se afirma que el ahora secretario sustituto para Asuntos Generales de la Secretaria de Estado -cargo que le asignó el Papa- pudo "restañar heridas" con el gobierno mexicano, generadas por su antecesor, Justo Mullor. En estos meses se supo mantener al margen del tema electoral, del conflicto de Chiapas y de la polémica surgida en torno al aborto.
El sorpresivo cambio de Sandri a la estructura vaticana se debió, fundamentalmente, a necesidades del gobierno de la Iglesia católica y no, como se ha mencionado, a diferencias con el presidente electo Vicente Fox, aunque ni antes ni después de las elecciones se reunieron. Esta "emergencia" la provocó la deteriorada salud del cardenal brasileño Lucas Moreira Neves, prefecto de la Congregación de los Obispos, obligando al Papa a hacer "reacomodos" en el equipo de sus más cercanos colaboradores.
Tanto fuentes gubernamentales como de la Iglesia católica coincidieron en que el trabajo desempeñado por el nuncio apostólico sirvió para "bajar presión a la presencia del Vaticano en momentos importantes que vivió el país".
Así, Adolfo Aguilar Zinser, uno de los coordinadores de Relaciones Exteriores del equipo de Fox, rechazó que entre Sandri y el presidente electo exista alguna diferencia o encono. Además, el subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Lira Mora, sostuvo que las relaciones actuales entre el gobierno de México y el Vaticano pasan por "uno de sus mejores momentos".
Sandri fue el tercer nuncio apostólico desde que en septiembre de 1992 se establecieron las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano. En comparación con Girolamo Prigione, que estuvo 20 años en México -los cinco últimos como nuncio y los 15 primeros como delegado apostólico-, y Justo Mullor, que ocupó la nunciatura durante tres años, Sandri apenas estuvo cinco meses.
Y aunque el prelado fue nombrado el pasado 2 de marzo como nuevo representante del Papa en nuestro país, fue hasta el 25 de abril cuando llegó a territorio nacional, para tener su primera aparición pública el primero de mayo, en la toma de posesión de Felipe Arizmendi como nuevo obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas. Cuatro días después presentó sus cartas credenciales al presidente Ernesto Zedillo en Palacio Nacional.
Su carácter de nuncio lo estrenó, primero, en la 69 asamblea del Episcopado Mexicano y posteriormente en el polémico segundo Congreso Eucarístico Nacional, evento que no se llevaba a cabo desde 1924 y que contempló una magna misa en el Zócalo capitalino y una peregrinación multitudinaria por las principales calles del centro histórico.
Las apariciones públicas del nuncio fueron realmente contadas, y siempre en el marco de actos religiosos. Como aficionado al futbol, al nuncio, de nacionalidad argentina, se le vio en el estadio La Bombonera acompañado por el subsecretario Lira Mora en la final en que el equipo Toluca venció a Santos de Torreón.
En estos cinco meses, a Sandri, quien apenas estará una semana más en el país antes de viajar nuevamente e Roma, le tocó el relevo en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, el proceso de canonización de los 27 mártires de la persecución religiosa, el segundo Congreso Eucarístico, el debate del aborto de las últimas semanas y el proceso electoral que dio el triunfo a Vicente Fox.
El cargo que desempeñará en Roma es de trascendental importancia en la recta final del papado de Juan Pablo II. Dentro de la estructura vaticana ocupará el tercer puesto en importancia, sólo atrás del Papa y del secretario de Estado, Angelo Sodano. Hay que destacar que llegará suplir a Giovanni Batista Re, designado por Juan Pablo II nuevo prefecto de la Pontificia Congregación para los Obispos.
Lira Mora habló brevemente sobre el reciente anuncio de la partida de Leonardo Sandri. El subsecretario aseveró que su traslado a Roma no tiene ninguna relación con su desempeño en México.
A pregunta expresa sobre algunas versiones que ya circulan, según las cuales se asocia este traslado con presuntas diferencias con el presidente electo, Vicente Fox, el funcionario de la Secretaría de Gobernación sostuvo que esos rumores son meras especulaciones que carecen de sustento.
De acuerdo con ello, el diferendo se habría originado en la propia campaña electoral, cuando el nuncio apostólico se reunió con el entonces candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, y no quiso entrevistarse con Fox Quesada.
"Son meras especulaciones. Sandri ha sido elevado a una responsabilidad realmente destacada al interior de la Iglesia católica", respondió de manera escueta Lira Mora.
Dijo que en la breve estancia de Sandri en México tuvo un desempeño "muy fructífero", logrando establecer muy buenas relaciones con diversos sectores de nuestro país. Además, señaló que en ese lapso lograron consolidarse "las relaciones que el Estado mexicano mantiene con la Santa Sede". De ahí que considerara que estas relaciones "se encuentran en uno de sus mejores momentos".
-ƑQué esperan del nuevo nuncio? ƑCuál puede ser su perfil?
-No tenemos ninguna noticia -atajó.
El subsecretario aseveró que la designación del nuevo nuncio es una responsabilidad exclusiva del Estado Vaticano en ejercicio de sus propias facultades y en donde no incide el gobierno mexicano.