LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Decepcionan más novilleros prometedores de Telmex
Con Gallito y Bandolero triunfa la ganadería de Paco Torre
Ť Pésimos Bernal, Zulaica y el otro Lizardo Ť El juez Lanfranchi, peor Ť Magra entrada
Lumbrera Chico Ť Francisco Torre, fundador y propietario de la ganadería jaliscience de Paco Torre, salió ayer a hombros al término de la novena novillada de la temporada más chica 2000, o segunda de los triunfadores de la Feria Nacional del Novillero Telmex, los cuales se fueron cabizbajos y acompañados por el silencio, después de desperdiciar un magnífico encierro que reunió, presencia, edad, bravura y nobleza, especialmente quinto y sexto, para cuyos restos el juez Heriberto Lanfranchi, no tuvo la atingencia de ordenar arrastre lento.
Cirilo Bernal, michoacano de 21 años, el más placeado de los alternantes de ayer, no pudo con Atrevido, de 417 kilos, un negrito muy bien cortado pero escaso de encornadura, al que el presunto triunfador de Telmex no acertó a templar ni a mandar antes de matarlo de dos pinchazos y tres cuartos de acero y escuchar un aviso y sonora rechifla.
Con Barranqueño, de 420, un castaño colorado y cornidelantero, Cirilo pareció entenderlo mejor con la muleta, armando dos limpias series por la derecha antes de coger la franela con la izquierda y cuajarle algunos naturales de buena factura, muy erguido pero otra vez sin mandar. Cuando el novillo estaba listo para romper, le cortó el vuelo, empezó a pegarle trapazos infames y lo mató de dos pinchazos y una media para retirarse al burladero entre gritos de "štoro, toro!".
El otro Lizardo
Mauro Lizardo, tapatío de sólo 16 años de edad, se las vio con Soñador, de 424 kilos, negro entrepelado que resulto el más fuerte y el único bronco de la tarde, al que banderilleó con más pena que gloria, lo mató de dos pinchazos y cuatro descabellos, en una palabra, pésimo en los tres tercios. A Gallito, de 403, lo recibió de rodillas en los medios y le repitió la dosis muy cerca de tablas, sólo para que la res mostrara sus espléndidas condiciones, sobre todo por el lado izquierdo, empujando con el testuz humillado, pleno de codicia y claridad.
Nuevamente Lizardo cubrió el segundo tercio con gran vistosidad al citar de largo pero nula capacidad de ejecución al reunirse con la bestia, clavando con el par previamente armado, a la española, y dejando los rehiletes de cualquier modo en cualquier parte. Valiente y estatuario al realizar el péndulo en los medios, el sedicente triunfador de Telmex ratificó en su fallidas series de muleta que desde luego no ha nacido para esto.
Por si alguna duda quedara, mató de tres pinchazos tirándose al morrillo con el grotesco brinquito de Eloy para salir disque rebotado por el animal. En este caso el show fue tan patético que mereció un aviso y un abucheo, mientras el público invitaba al ganadero a saludar desde la puerta de toriles. Dos Lizardos en dos domingos consecutivos y de los dos no se hace uno.
A Zulaica lo traiciona la silueta
Mario Zulaica, postosino de 19 años, parecía en principio el mejor dotado aunque carente de figura, con una mal disimulada tendencia a la obesidad, que evocaba al Manolo Martínez de los últimos años. A Campero, de 429, fuerte y bien hecho como todos sus hermanos, intentó consentirlo por el lado derecho con la franela, pero como el novillo exigía más determinación, el tercer triunfador de Telmex acabó rajándose descaradamente. Con Bandolero, de 402, otro castaño que peleó con alegría bajo el peto, Zulaica desplegó la muleta por el lado derecho, acompañando el son de la res, pero a medida que ésta se iba para arriba, el muchacho se perdió en el desierto del ruedo, antes de fracasar repetidamente con el estoque para escuchar un aviso y rematarlo con un par de descabellos.
La pregunta que hicimos aquí hace ocho días sigue en pie: ƑEstos mozuelos blandengues, sin hambre, sin oficio ni afición, son de veras lo mejor que ha encontrado Telmex por las provincias al buscar a las promesas excluidas del mafioso universo de Rafael Herrerías? Si en materia de servicios telefónicos la organizadora del festejo de ayer tiene la fama que tiene, en la materia que nos ocupa de ningún modo ha logrado suerte mejor.
Si a ello se agrega el escaso nombre de los alternantes, sorprende que aún haya gente en los tendidos.