LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Desde su curul Gutiérrez pedía ser más duros
En la ALDF, rememoran priístas discursos de la campaña electoral
Gabriela Romero Sánchez Ť En lo que pareció ser más una remembranza de los discursos pronunciados por Jesús Silva Herzog, durante su campaña como candidato tricolor a la jefatura de Gobierno capitalino, que el posicionamiento del Revolucionario Institucional, el vicecoordinador de la fracción en la Asamblea Legislativa, Marco Antonio Michel Díaz afirmó que las características más notables de la administración perredista han sido el incumplimiento de promesas y la pobreza de resultados.
Al igual que lo hicieran sus antecesores en la Asamblea Legislativa, Michel Díaz sacó a relucir por enésima ocasión la promesa de Cuauhtémoc Cárdenas de mejorar en cien días la seguridad pública. "Hemos esperado pacientemente más de mil con resultados poco alentadores", ironizó.
En los primeros cinco minutos de su intervención, Michel Díaz habló sobre la descomposición de las instituciones de seguridad pública; de las fallas en la procuración de justicia, de los vacíos en el gobierno, que frecuentemente se manipula la justicia y se vulnera el Estado de Derecho, de los derroches en publicidad; del deterioro en la infraestructura de la ciudad y de la parálisis de las grandes obras.
En los cinco restantes se dedicó a enumerar los compromisos del nuevo PRI. "Seremos una fracción dispuesta a escuchar en todo momento a la población, a defender y a gestionar sus demandas. Nuestras puertas estarán siempre abiertas para los ciudadanos del DF", garantizó Michel Díaz.
Abajo, en las curules Cuauhtémoc Gutiérrez no podía ocultar su molestia. Antes de iniciar la sesión la fracción se había reunido para decidir cuál sería la actitud que mostrarían durante la comparecencia. Unos propusieron gritar, otros pararse, otros salirse, otros sacar cartulinas o mantas, no aplaudir, etcétera.
Tras discutir las propuestas, la mayoría acordó mantener una actitud sería, de respeto. Una minoría, encabezada por Cuauhtémoc Gutiérrez se opuso, pidiendo ser más duros, ya que esta administración los había convertido en perseguidos políticos.
Insistió, trató de presionar; sin embargo, no logró intimidar a María de los Angeles Moreno, quien le advirtió que él no iba hacer lo que le diera la gana, porque ahí la que daba las instrucciones era ella.
Furioso salió de la oficina que tiene el partido el PRI en el primer piso, al cruzar frente a Juan José Castillo Mota, quien lo instó a tranquilizarse, le respondió: "ya, no voy hacer ningún pedo". Tensión que se traslado al recinto en donde sus compañeros, a excepción de Humberto Serrano y Fernando Arévalo Espino, lo dejaron solo.
En la ronda de preguntas Irina del Castillo y Juan Castillo Mota con sus comentarios le dieron armas a Rosario Robles, jefa de Gobierno capitalino, para revirarles las criticas y dejar entre los asistentes la impresión de que los diputados priístas no conocían a fondo el tema.
Al fijar el posicionamiento de la fracción de Democracia Social, Enoe Uranga se pronunció por llevar a cabo una reforma profunda que permita que, gobierne quien gobierne, las cosas marchen bien en esta ciudad.
Señaló que en materia de procuración de justicia de nada sirvió la llegada de "paladines de la moral pública a la cabeza de un órgano de poder, sino se cambian las reglas que lo rigen y las formas de organizarlo. La policía judicial no es hoy ni más honesta ni menos corrupta que en los últimos años del dominio priísta", concluyó.