LUNES 18 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Anuncian desfiles y marchas a partir del sábado
Opositores viajan a Praga en repudio a la reunión FMI-BM
Ť Acusan de ultraliberalismo y de agravar la situación de los pobre
Notimex y Afp, Washington, 17 de septiembre Ť Después de sus éxitos en Seattle, Davos y Washington, manifestantes contra la globalización viajan ahora a Praga para pedir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial condonar la deuda a los países en desarrollado.
Esta semana más de un centenar de ministros de Economía y representantes de los bancos centrales llegarán a la capital checa para asistir a los encuentros de las diversas estructuras de los organismos multilaterales, que terminará con una reunión cumbre del 26 al 28 de septiembre.
Paralelamente, decenas de grupos ambientalistas, estudiantiles y activistas de varias causas llegarán a la capital de la República Checa para hacer oír su voz durante la reunión anual de otoño de las dos instituciones de Bretton Woods que se realizará del 19 al 28 de septiembre.
Ni el crecimiento mundial de 4.7 por ciento para este año, según el FMI, desarma a estos grupos que aspiran a una distribución de la riqueza más justa. Los manifestantes expresan su repudio contra el FMI, al que acusan por su ultraliberalismo y por agravar la situación de los países en desarrollo.
Los checos de la Iniciativa contra la Mundialización Económica (Inpeg) y una coalición de organización no gubernamentales internacionales y de Europa central organizan una ''contracumbre'' para analizar las propuestas del Fondo.
Pero, una vez más, la confrontación tendrá lugar en las calles, sobre todo a partir del 23 de septiembre con desfiles, marchas y cadenas humanas ''pacifistas'', indicaron los organizadores. El 26 tendrá lugar una manifestación llamada Jornada mundial contra el capitalismo, que podría reunir a 20 mil personas, según los organizadores que fletarán para ello autobuses de toda Europa.
Aunque algunos grupos de manifestantes han señalado que irán con la bandera de la paz por delante, ni el FMI ni el Banco Mundial ni el gobierno de Vaclav Havel quieren arriesgarse y han advertido que no permitirán la serie de desmanes que en los últimos nueve meses bloquearon cada reunión multinacional celebrada en distintas partes del mundo por opositores de la globalización.
''Parece que las manifestaciones serán diferentes a las que tuvieron lugar en abril en Washington, donde teníamos un enorme grupo que había expresado su objetivo de evitar que las reuniones se realizaran'', estimó Tom Dawson, portavoz del FMI.
La coalición Jubileo 2000, con sede en Londres, está dedicada a organizar y promover la presión política para que el FMI y el Banco Mundial cancelen la deuda externa a los países más endeudados del mundo. Reclama también una modificación a las políticas y las condiciones que exigen a sus naciones miembros para otorgarles préstamos. Su primera gran ''manifestación silenciosa'' está programada para el domingo 24.
De manera paralela, convocan a que alrededor del mundo, grupos de apoyo se manifiesten frente a oficinas locales del Banco Mundial o del FMI y/o ministerios de Economía para reclamarles apoyo a sus propuestas.
Especialistas consideran que la intención de Horst Kohler de escuchar a los críticos de la institución y apoyar el trabajo para su reforma, difundida cuando asumió el principal cargo en el organismo, será puesta a prueba esta semana cuando funcionarios de los 182 países miembros del FMI se reúnan en Praga para discutir los retos de la economía global en el marco de la reunión anual de otoño.