DOMINGO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Eduardo Galeano Ť
La lluvia
Hasta hace unos años, los adultos uruguayos aplicaban una fórmula infalible para sacarse de encima a un niño insoportable:
--Andá a mirar la lluvia --le decían--. Y fijate si llueve de arriba para abajo o de abajo para arriba.
Horacio Cassinelli acabó con esta útil tradición nacional.
Una tarde, sus padres, hartos de vivir condenados a pregunta perpetua, mandaron al niño a mirar la lluvia que caía en el patio.
Inmóvil como un gato, Horacio contempló largamente el repiqueteo incesante de la lluvia. Y después, informó:
--De arriba para abajo, llueve mucho. Y también llueve de abajo para arriba.
Y con dos dedos, mostró:
--Un poquito así.