DOMINGO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť El caso de los ecologistas presos contradice a Carabias: Greenpeace y Centro Pro
La política ambiental propicia el saqueo de bosques
Triunfo Elizalde Ť Greenpeace de México y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez consideran que lo expresado por Julia Carabias Lillo, secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), en el sentido de que "durante su administración se sentaron las bases legales y se abrió la participación social para que en algunos años sea posible revertir el deterioro ancestral" de los bosques, se contradice con el caso de los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, quienes se encuentran presos y sentenciados "por su participación social en la protección de los recursos naturales de Guerrero".
En opinión de Alejandro Calvillo, director de Greenpeace, "la política ambiental de la presente administración, lejos de favorecer la participación social en la protección de nuestros recursos, entre ellos los bosques, ha propiciado el saqueo de éstos". Agrega que Montiel y Cabrera están en la cárcel "por hacer el trabajo que deberían realizar las autoridades ambientales de nuestro país. Ellos luchan por detener la bárbara deforestación que ha sufrido la sierra de Petatlán y Coyuca de Benítez, donde se continúa talando los bosques sin que las autoridades finquen responsabilidad alguna".
Ambas organizaciones lamentan que Carabias Lillo haya dicho ante el Congreso que el encarcelamiento de Montiel y Cabrera "no compete a las autoridades ambientales", cuando era bien conocido por la Semarnap el acelerado proceso de deforestación que se lleva a cabo en la sierra mencionada
En apoyo de las denuncias hechas por la Organización de Campesinos Ecologistas por la Defensa de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Benítez, a la que pertenecen Montiel y Cabrera, Greenpeace y el Centro Pro Juárez recuerdan que con base en las imágenes de satélite tomadas en las 18 localidades de la zona, "entre 1992 y 2000 se perdieron 82 mil hectáreas de bosques, de las 220 mil 203 que existían", es decir, 38 por ciento del bosque se "evaporó". Además, de la excesiva tala de los bosques y la destrucción de la naturaleza, se observa que el suelo desnudo aumentará en 446 por ciento en los próximos ocho años; es decir, de 37 mil 636 hectáreas de suelo desnudo que había en 1992, para 2000 se incrementó a 130 mil 595".