DOMINGO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Las cenizas yacen en la cripta de una iglesia


Recibieron panistas en Mérida los restos de Castillo Peraza

Ť Rosel Isaac y Payán Cervera no acudieron al aeropuerto

Luis A. Boffil Gómez, corresponsal, Mérida, Yuc., 16 de septiembre Ť En medio de los aplausos, una que otra lágrima rodó por los rostros tristes de varios panistas cuando Julieta López Morales apareció en la terminal aérea, y en su manos, la caja con las cenizas del que fuera su esposo, el ex líder panista y politólogo Carlos Castillo Peraza.

De esta manera, Castillo Peraza retornó a su tierra natal. En el aeropuerto, algunos de sus amigos más cercanos recordaron lo que el yucateco solía decir en broma, parafraseando una añeja canción ranchera: "México lindo y querido, si muero lejos de ti... que digan que estoy dormido y que me traigan aquí...".

Los minutos de aplausos parecieron interminables. Su viuda y sus tres hijos, Carlos, Julio y Juan Pablo Castillo López, agradecieron el gesto.

De inmediato, los militantes del PAN formaron una valla de honor para resguardar a los familiares del extinto dirigente. Visiblemente afectados, el alcalde de Mérida, Xavier Abreu Sierra, y el diputado federal Miguel Gutiérrez Machado, dos de sus más cercanos colaboradores, estaban al borde del llanto.

Ausentes, los ex senadores Benito Rosel Isaac y Ana Rosa Payán Cervera. Nadie justificó su ausencia. Sin embargo, no faltó el mordaz comentario: "Es una muestra más de la división interna en el blanquiazul local".

Desde hace años, incluso, se habló del distanciamiento entre los dos políticos yucatecos con su paisano.

Por su parte, Alfredo Rodríguez y Pacheco, dirigente estatal del PAN, pareció confirmar la presunta división interna. "Ojalá que este doloroso suceso (la muerte de Castillo) nos haga reflexionar para evitar conflictos y llamarnos a la unidad. Nos hará falta la autoridad moral de Carlos", lamentó el también diputado local.

Dijo que en fechas próximas se anunciarán actos póstumos en honor del ex candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal. Asimismo, anticipó que algún sitio de Mérida podría llevar el nombre de Carlos Castillo Peraza, "pero eso será decisión del ayuntamiento".

La viuda de Castillo Peraza y sus hijos, junto con el edil Abreu Sierra, abordaron una camioneta Suburban, propiedad del ayuntamiento, y se alejaron del aeropuerto. Nuevamente, los aplausos en memoria del fallecido politólogo mexicano.

Por la noche, las cenizas de Castillo Peraza fueron depositadas en una cripta familiar en la iglesia El buen pastor, ubicada en un populoso centro habitacional.

Carlos Castillo Peraza regresó, finalmente, a Yucatán, la que él siempre llamó "mi tierra querida".