MIERCOLES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Clausuró la Reunión de la Red Iberoamericana de Ministros de la Presidencia
Compatibles, responsabilidades fiscal y social: Zedillo
Víctor Ballinas Ť El presidente de la República, Ernesto Zedillo, aseguró ayer que la responsabilidad fiscal y la social ''no sólo no se contraponen, como algunos todavía absurdamente lo sostienen, sino que la primera es indispensable para alcanzar la social''.
El jefe del Ejecutivo subrayó que combatir la desigualdad y la injusticia ''requiere que el Estado asuma un papel muy activo, que incluso podría calificarse como intervencionista, en la construcción de las condiciones para que las personas, las familias y las comunidades puedan superar el atraso a partir de su propio esfuerzo''.
Sin embargo, ''el Estado debe promover activamente el bienestar social, pero alejado del populismo, de la irresponsabilidad fiscal y del proteccionismo, que en vez de resolver los problemas sociales los hacen más graves y persistentes''.
Al clausurar la quinta Reunión de la Red Iberoamericana de Ministros de la Presidencia y Equivalentes, que sesionó durante dos días en Palacio Nacional, el presidente Zedillo aseveró que el combate a la pobreza y la desigualdad es un propósito esencial del Estado y del gobierno, que le da su más profundo sentido al fortalecimiento de la democracia, a la construcción de economías sanas y a la participación en la globalización.
Desde ese punto de vista, añadió el presidente Zedillo en su discurso ante los ministros de la presidencia de países iberoamericanos, trabajar por la democracia, la solidez de la economía y la justicia social, significa trabajar para que cada hombre y cada mujer tengan posibilidades reales de ejercer a plenitud las libertades esenciales que como seres humanos deben disfrutar.
Al continuar con su mensaje de clausura, el mandatario añadió que la democracia es al mismo tiempo causa y efecto del ejercicio de las libertades políticas, de la participación ciudadana en la formación de los gobiernos y en la toma de decisiones.
La democracia, insistió Zedillo, es la mejor garantía de la existencia de gobiernos responsables y serios, que trabajan en función de los mejores intereses nacionales de largo plazo y del conjunto de la sociedad.
Y subrayó que la legitimidad que otorgan las elecciones libres y democráticas a los gobiernos debe honrarse constantemente mediante la eficacia y transparencia de las diversas políticas públicas a su cargo, cuyos resultados deben comunicarse de manera oportuna y clara a toda la población.