MIERCOLES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť En 10 años se incrementó 20% el número de pobres en América Latina
La reforma financiera en México aumentó la pobreza, dice el BM
Ť La sociedad mexicana pagó costos elevados por las deficiencias de las autoridades, afirmó la especialista Nora Lustig
Roberto González Amador Ť La reforma al sistema financiero en México, aplicada a partir de principios de los años 90, fue calificada por el Banco Mundial como un fracaso que ''afectó a la sociedad'' y contribuyó a incrementar la pobreza.
''Las deficiencias de los organismos encargados de la regulación prudencial y supervisión del sistema (bancario) llevaron a la crisis --que se agudizó en 1995-- y elevaron el costo del rescate'', afirmó Nora Lustig, directora del Informe sobre el desarrollo mundial 2000/2001: lucha contra la pobreza, dado a conocer ayer por el organismo.
La experta rechazó que las reformas de apertura económica, entre las que se cuentan la del sector financiero, sean las causantes directas del aumento de la pobreza y la concentración del ingreso. ''En la transición, las reformas producen ganadores y perdedores'', sostuvo.
El informe del Banco Mundial revela que el número de pobres que viven en Latinoamérica con un ingreso menor a un dólar (9.35 pesos) por día creció durante la última década, periodo en que los gobiernos de la región llevaron a la práctica reformas para liberalizar los sistemas financieros, abrieron las fronteras al comercio y eliminaron barreras a la inversión extranjera.
Según el reporte, el número de personas que sobreviven con un ingreso menor a un dólar diario en América Latina creció de 63.7 millones en 1987 a 78.2 millones en 1998, último año del que el documento recoge datos. En términos de porcentaje, 15.3 por ciento de la población total de América Latina obtenía menos de un dólar en 1987, una cifra que se incrementó a 15.6 por ciento del total en 1998, añade el documento.
Nora Lustig, directora del informe, rechazó durante una conferencia de prensa en la ciudad de México que el incremento de la pobreza en América Latina tenga una relación directa con las reformas de apertura y liberalización establecidas por los gobiernos de la región, la mayoría de ellas recomendadas por el Banco Mundial.
''En América Latina, la introducción de reformas estructurales, de una política fiscal prudente y la profundización de los mercados financieros ha demostrado que la tasa de crecimiento tiende a ser mejor'', aseguró Nora Lustig, quien también es asesora principal y jefa de la Unidad de Asesoramiento sobre la Pobreza del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ''Lo que hemos aprendido es que los procesos de apertura económica deben ser llevados a cabo de manera adecuada'', acotó.
La especialista reconoció que las ''reformas estructurales'' pueden fallar y ''afectar a la sociedad''. Ejemplificó: ''Para hablar del caso de México, en este país la reforma al sistema financiero falló y las deficiencias en materia de regulación prudencial y supervisión por parte de la autoridad llevaron a la crisis y a que la sociedad pagara costos elevados''.
Para Nora Lustig no existe entonces asociación posible entre la aplicación de las reformas y una mayor concentración del ingreso. ''En los periodos de transición, las reformas producen ganadores y perdedores'', sostuvo. Afirmó que el rescate bancario en México ha implicado costos altos, ''pero no haberlo hecho hubiera significado un costo mayor'' y una crisis económica más profunda que la de 1995, cuando la economía se desplomó casi 7 por ciento.
La reforma al sistema financiero mexicano inició con la reprivatización de 18 bancos propiedad del Estado, realizada entre 1991 y 1992. La débil situación financiera de las instituciones de crédito, combinada con la devaluación del peso en diciembre de 1994, llevó a las instituciones a una situación de virtual quiebra, de la que fueron rescatadas con recursos públicos por un monto que ahora equivale a 72 mil 400 millones de pesos, que serán pagados por los contribuyentes en al menos 30 años.
Ť Se amplió la brecha entre los países, reconoce el organismo
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 12 de septiembre Ť Tanto el número absoluto como el porcentaje de personas que viven en la pobreza en América Latina se ha incrementado durante la última década, concluye un nuevo informe del Banco Mundial (BM) emitido hoy, y que argumenta que el crecimiento económico por sí solo no reducirá el número de personas que sufren la pobreza a menos que se tomen medidas para disminuir la desigualdad.
El Informe de Desarrollo Mundial difundido hoy también sugiere que las estrategias macroeconómicas asociadas con el llamado ''consenso de Washington'' son necesarias, pero podrían no ser suficientes para abordar los problemas persistentes de pobreza en el mundo actual.
Con una terminología cuidadosamente redactada, los autores argumentan que la reducción de barreras comerciales y permitir el flujo sin restricciones del capital a economías en vías de desarrollo deberían ser manejadas de manera que se otorgue suficiente atención al desarrollo de infraestructura, instituciones y mercados internos con anticipación para reducir el riesgo de consecuencias económicas negativas sobre las partes más vulnerables de la población.
Tales conclusiones --que de forma directa retan la ortodoxia económica neoliberal del Departamento de Tesoro de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional-- fueron generadas en parte por las estadísticas grises, que también fueron dadas a conocer hoy indicando que la pobreza sigue como el problema más persistente del mundo.
''En un tiempo de riqueza sin precedente para muchos países, 2 mil 800 millones de personas --casi la mitad de la población mundial-- viven con menos de 2 dólares por día'', informó el BM. Los economistas del banco señalan que una quinta parte de la población mundial --unos mil 200 millones de personas-- viven con menos de un dólar diario y que la brecha entre los 20 países más ricos del mundo y los 20 más pobres se ha duplicado durante los últimos 40 años.
En América Latina y el Caribe, el número de pobres se ha incrementado 20 por ciento entre 1987 y 1998.
El informe agrega que aunque la pobreza total se redujo en México a principios de los 90, se incrementó en la región sudeste del país, y un economista del BM añadió hoy que la crisis fiscal de 1995 provocó un incremento ''agudo'' en la pobreza.
Interrogada por periodistas, la economista Nora Lustig sugirió que la pobreza debería estar reduciéndose por la mayor tasa de crecimiento económico (aunque no existen estadísticas en este informe para apoyar esa conclusión).
El economista en jefe del BM, Nicholas Stern, reconoció hoy que el Banco Mundial junto con otros actores comparten la responsabilidad por el fracaso de los programas de erradicación de la pobreza en el pasado, pero argumentó que asignar culpabilidades es menos importante que desarrollar políticas que funcionen. ''La clave es aprender las lecciones'', sostuvo.
El documento presentado hoy, calificado como ''la investigación más detallada de la pobreza global'', es un intento para reformular el debate sobre cómo reducir la pobreza. ''El progreso ha sido relativamente lento en torno a la reducción de la pobreza'', dijo Lustig hoy. Agregó que ''actualmente el crecimiento podrá no ser suficiente. Pero para poder incrementar la porción de este crecimiento para los pobres, tendremos que abordar las desigualdades''.
El Informe sobre desarrollo mundial 2000-2001, que tiene el subtítulo de ''Atacando a la pobreza'', argumenta que las medidas para abordar la desigualdad económica, así como también las desigualdades sociales entre diferentes grupos indígenas y desigualdades de género, podrían tener un impacto sustancialmente positivo sobre la reducción de la pobreza.
En su nuevo informe, el BM también propone ampliar la consulta con los pobres al desarrollar políticas para atacar a la pobreza, y sugiere que fortalecer la participación de los afectados en la toma de decisiones dentro de sus propios países también podría mejorar las estrategias para aliviar sus condiciones.
Finalmente, los autores reiteran el énfasis sobre mejorar el acceso de los pobres a la educación, servicios de salud y otros servicios sociales como precondición para eliminar la pobreza.
El informe presentado hoy es una versión sustancialmente editada de un borrador producido por un ex economista del Banco Mundial, cuyo trabajo provocó enérgicas protestas de los economistas y funcionarios del gobierno estadunidense y de otros países que se quejaban de que ese texto carecía de un énfasis suficiente sobre la importancia del crecimiento económico y de las reformas macroeconómicas, como elementos claves para reducir la pobreza.
El economista en jefe del BM, Stern, reconoció hoy que el autor del borrador original del informe, Ravi Kanbur, renunció por temor de que su énfasis sobre nuevas estrategias para combatir la pobreza serían diluidas como resultado de las protestas de los promotores de las estrategias basadas sobre el crecimiento económico y reformas macroeconómicas para luchar contra la pobreza.
El informe final, dijo Stern, pone un énfasis mayor sobre la importancia del crecimiento económico y la oportunidad y reforma económica que en la versión anterior. No obstante, el texto final, al destacar la desigualdad y su precaución sobre la apertura hacia el libre comercio y flujos de capital, sugiere que el Banco Mundial está revalorizando sus estrategias para reducir la pobreza.