DOMINGO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Desafío para servicios sociales y de salud: IMSS
Subirá 400% la población de ancianos, en 30 años
Ť México ocupará el sexto lugar entre los países en vías de desarrollo
Carolina Gómez Mena Ť El aumento de ancianos en el mundo es uno de los mayores desafíos para la prestación de los servicios sociales y de salud durante los próximos años. Especialmente para los países en vías de desarrollo como México, pues además de que se elevará la demanda de atención de enfermedades degenerativas propias de la edad, tendencias demográficas demuestran que estas naciones experimentarán gran elevación del sector poblacional antes citado.
Según predicciones, el aumento de ancianos en los países en desarrollo superará 400 por ciento para los próximos 30 años. Así, para las primeras décadas de este siglo XXI, de las 11 poblaciones más numerosas de adultos de la tercera edad, ocho estarán en los países tercermundistas. La lista la encabezará China, y México ocupará el sexto lugar, después de India, Brasil, Indonesia y Pakistán. A la zaga estarán Bangladesh y Nigeria, manifestó a La Jornada María del Carmen García Peña, jefa de investigación en servicios de salud, de la Coordinación de Investigación Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La especialista en medicina familiar refirió que mientras la población mundial creció a una tasa de 1.7 por ciento en el lustro 1990-95, el grupo de 65 años y más se incrementó en 2.7 por ciento por año, y este rápido proceso de envejecimiento es resultado de un proceso demográfico motivado por el mejoramiento de las condiciones de vida, particularmente en materia de salud y alimentación.
En México, el número de ancianos ha experimentado un alza constante de 1940 a la fecha, y se acentuará notablemente hacia la mitad de la presente centuria. En 1940, apenas 5.1 por ciento de los mexicanos, es decir un millón 5 mil 803, tenían más de 60 años; en 1990 eran cuatro millones 988 mil 158, y representaban 6.1 por ciento de la población, mientras que para el 2050 significarán 24 por ciento, pues serán casi 36 millones, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).
Lo anterior determinará que para el 2050 los porcentajes de población de más de 65 años serán casi idénticos en México, Reino Unido y Estados Unidos, es decir, oscilarán entre 30.7 y 30.9 por ciento, esto pese a que en este 2000 en México la población anciana represente apenas 6.6 por ciento del total, en Reino Unido 20.7 y en Estados Unidos 16.5.
En entrevista, García Peña señaló que el envejecimiento es un reto para el gobierno y sus instituciones de salud, como el IMSS, pese a que la población anciana del instituto "en general tiene mejores condiciones sociales, económicas y de salud que la población abierta".
Resaltó que esta atención demandará una derrama económica mayor, ya que se espera un aumento de la tasa de dependencia, la que en 1990 era de 6.9 por ciento y para el 2030 será de 13.8. Asimismo, durante la última década, la población vieja adscrita al IMSS tuvo un alza de 5.2 por ciento, pues de 2 millones 409 mil, a principios de los 90, a fines de esa década llegó a 3 millones 33 mil 662, es decir, pasó de 6.4 a 11.6 por ciento del total.
Avance continuo de enfermedades
degenerativas y crónicas
A esto se suma que el sistema de atención debe ser permanente, pues el incremento en edad implica avance continuo -sin retroceso- de las enfermedades degenerativas y crónicas (patrones de mortalidad revelan que los padecimientos crónicos han superado a los transmisibles y materno-perinatales), lo que implica aumento de las tasas de discapacidad, provocadas por la osteoporosis, fracturas, enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis, deficiencias auditivas y de visión y alteraciones cognitivas.
Por ello, el IMSS y las demás instancias de salud del Estado deben poner mayor ahínco en la prevención a edades tempranas, a fin de que la población llegue en mejores condiciones de salud a la tercera edad.
García Peña comentó que pese a que las proyecciones hablan de mayor demanda en las décadas venideras, ya en la actualidad se comienza a enfrentar el fenómeno, pues se ha experimentado una significativa afluencia de personas de la tercera edad a consulta y a otros niveles de atención.