DOMINGO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Fenómeno nacional que provoca profunda desigualdad social y económica: expertas


Una nueva maquiladora a diario; bajos salarios y privilegios fiscales

Ť Su auge se ha dado en detrimento del mercado nacional; el desarrollo que traen es efímero, advierten

Fabiola Martínez Ť De 1995 a la fecha se ha establecido en México una maquiladora al día, en promedio, con lo que esta industria de exportación se consolida como el sector más importante de la restructuración productiva que experimenta el país; pero su impulso se ha dado en detrimento del mercado nacional y, por lo tanto, "no representa hasta ahora un auténtico motor del desarrollo".

Desde 1966, año en que se instalaron las primeras plantas de este tipo en la frontera norte, poco ha variado el contexto, y éstas siguen llegando a México atraídas por las facilidades fiscales, la privilegiada ubicación geográfica de nuestro país, los bajos salarios (los más deprimidos a nivel mundial) y la nula o débil organización de los trabajadores en sindicatos.

Cuatro prestigiadas investigadoras en la materia, coordinadas por Josefina Morales, dan cuenta de lo anterior en el libro El eslabón industrial. Cuatro imágenes de la maquila en México (editorial Nuestro Tiempo, México 2000), en el que se describen las principales características de esta actividad, que al cierre de este año representará 3 mil 500 establecimientos, asentados en 180 municipios y que dan empleo a 1.4 millones de trabajadores.

Cirila Quintero, una de las autoras del libro, especialista en relaciones laborales de esta industria e investigadora titular en El Colegio de la Frontera Norte, pone en perspectiva los datos anteriores: "hace más de 30 años se abrió la puerta a la maquila como una alternativa para tratar de parar la migración hacia Estados Unidos, pero hoy sabemos que no se han resuelto los problemas estructurales y, en unos años, cuando los empresarios agoten las posibilidades de 06 maquiladora desarrollo en las diferentes regiones del país, seguramente partirán a Asia o Centroamérica. Definitivamente se repite la historia", dijo en entrevista.

En referencia a los resultados del desarrollo de la industria maquiladora de exportación (aquella que sólo fabrica un eslabón o un pedazo de un producto), Atlántida Coll-Hurtado, investigadora de la UNAM, destacó que, desde su origen, esta actividad creó "espacios seudoindustriales".

Actualmente, "la maquila ya no es un fenómeno de frontera, sino un hecho nacional que provoca una profunda desigualdad social y económica, pero también regional, porque su expansión no responde a un proyecto de desarrollo concreto, sino a una actividad de 'enclave geográfico', es decir, surge un polo maquilador que atrae a la población, pero nada más sucede a su alrededor. El día que la maquiladora se vaya la ruptura será total", refirió.

Al respecto, Fernando Carmona y Alonso Aguilar, integrantes del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, decanos en la materia, coincidieron en que la maquila es un fenómeno internacional, por lo que la única alternativa para que nuestro país aplique un programa de desarrollo integral necesariamente sería un gobierno distinto.

"Probablemente yo no seré posmoderno, pero con nuestro próximo gobierno sólo se aprecia una era de cocalización más que de unidad latinoamericana para enfrentar la ofensiva de ese jugoso negocio que representa la industria maquiladora de exportación en México", expresó Carmona.

Por su parte, Marco Antonio Gómez Solórzano, estudioso de las características de este fenómeno a nivel internacional, precisó que en todo el mundo existen unas 800 zonas maquiladoras que dan empleo a 27 millones de personas, y pueden ser, por ejemplo, ciudades enteras que sustentan su dinámica en esta industria, como Ciudad Juárez, Chihuahua.

Contrata a más hombres

Josefina Morales precisa en el capítulo Maquila 2000 que de las plantas establecidas entre 1990 y 1999, 699 son de la confección (prototipo de esta actividad), rama que crea 30 por ciento de los 694 mil 92 nuevos puestos de trabajo.

En los últimos años se han generado aquellas que utilizan alguna maquinaria semiautomatizada e incluso robotizada, y la tercera generación de maquilas es la que realiza actividades de diseño, investigación y desarrollo, como Delphi, subsidiaria de General Motors. También son cambios notables la mayor incorporación de los trabajadores masculinos, ahora alrededor de 50 por ciento de la fuerza laboral.

Existen 16 "maquiladoras gigantes", que ocupan entre 4 mil y 10 mil trabajadores cada una, y las 813 más pequeñas emplean a menos de 100 personas cada una. De 1990 a 1997 el trabajo maquilador creció a una tasa media anual de 10.4 por ciento, mientras que en el país el personal remunerado apenas aumentó 2.1 por ciento por año; además, el número de técnicos de producción empleados en el sector también creció a tasas superiores.

Respecto a la estancia de los obreros en este sector, Morales destaca la alta rotación de personal, agudizada en la frontera norte, por enfermedades provocadas por la repetición cotidiana del movimiento de ensamblaje, lo que llega a una vida laboral muy corta, "se habla de 10 a 15 años".

En 1990 se registró en el sector una inversión extranjera de mil 193 millones de dólares, y en 1998 llegó a 4 mil 742 millones de dólares. Por el origen de su capital, la mayoría de las maquiladoras pertenecen a 10 países, principalmente Estados Unidos y Japón.

Existen varias entidades que viven ya un proceso de instalación de maquilas, entre las que destacan Zacatecas, Querétaro, Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Campeche, aunado a otras donde el crecimiento se consolidó a partir de 1995, como Nuevo León, Durango, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Puebla y Yucatán.

Ante ello, advierte, el desafío más importante para la industria maquiladora en México es lograr una mejor integración con la industria manufacturera nacional que permita una participación más sólida, estructural y menos dependiente de la planta industrial mexicana en la producción internacional.

Morales destaca que el impacto territorial del desarrollo de la maquila es "enorme", pues ha transformado regiones y formado centros industriales sin la infraestructura adecuada para la población, por lo que al mismo tiempo se han creado nuevos problemas, como la falta de agua en las ciudades fronterizas.

Persisten los gremios oficiales

En el aspecto laboral, Quintero explica que no existe ningún sindicalismo en torno a la industria maquiladora -como se documentaba hace algunos años-, sino que ahora se puede hablar de un ambiente "heterogéneo" en el que se aprecia mayor presencia en Tamaulipas y Coahuila, por ejemplo, y un embate a la organización de los trabajadores en torno a los sindicatos, si los hay, en Tijuana o Ciudad Juárez. Sin embargo, persiste una mayor influencia de los gremios oficiales y aquellos denominados blancos en las zonas con mayor número de maquiladoras.

En Ciudad Juárez, según documentan Quintero y María Eugenia de la O, existe un fuerte debilitamiento gremial propiciado por las derrotas y división del sindicalismo oficial e independiente que se han registrado en más de tres décadas de historia de la industria en esta ciudad.

La hegemonía de la CTM fue erosionada por la CROC y la CROM, las cuales, mediante las más variadas técnicas, como la acusación de que la CTM era una 'sociedad de patrones' hasta el ofrecimiento de contratos de protección, consiguieron la superioridad en las maquiladoras.

Como muestra se destaca el caso de los contratos cromistas, que constan de sólo 15 cláusulas, y no toman en cuenta prestaciones laborales ni se expresa claramente en ningún artículo que la omisión de las mismas no significa su incumplimiento. Por el contrario, describe claramente la discreción de que goza la empresa para el manejo de la fuerza laboral y el control que el sindicato ejerce sobre el trabajador.

Del henequén

a la maquila

En Yucatán, a partir de la desaparición de la agroindustria estatal del henequén (1992-1993), se registró un crecimiento vertiginoso de la industria maquiladora de exportación. En 1996 había 41 plantas, y en 1999 se reportaron 91, que emplean a 24 mil 884 trabajadores.

Ana García de Fuentes, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, unidad Mérida, y Josefina Morales señalan que en esta zona se pagan los salarios más bajos del país.

Los bajos indicadores de criminalidad y violencia de Yucatán constituyen uno de los principales atractivos para las empresas maquiladoras, sobre todo para el ramo de joyería y piedras preciosas. Además, la disposición del gobierno para ampliar la infraestructura de comunicaciones y transportes y la ubicación estratégica para la exportación hacia Estados Unidos, en especial a Florida, donde 28 empresas maquiladoras tienen su matriz. En los municipios otrora henequeneros, las maquiladoras dan preferencia a trabajadores muy jóvenes, sin experiencia laboral previa y del sexo femenino, "para moldearlos mejor a sus requerimientos". (Fabiola Martínez)

Cifras del sector

 

Establecimientos

(perspectiva al cierre de este año) 3 mil 500 (seis veces más

que los reportados en 1980)

Número de trabajadores ocupados 1.4 millones

Municipios con plantas maquiladoras 185

Insumos nacionales utilizados Alrededor de 3 por ciento

Ingreso medio de los obreros de este sector 1.5 a 3 salarios mínimos

Origen de las principales trasnacionales Estados Unidos y Japón

 

Los grupos maquiladores más importantes con plantas en México

Delphi (General Motors), Yazaky North America, Delko Electronics, Alkoa Jujikura, Twin Plant Gide, United Technologies

 

Mujeres que laboran en la maquila (1999) Más de medio millón

Nivel de sindicalización (estimado) 30 por ciento