El atentado, una reflexión sobre las paradojas de la conciencia nacional
Ť David Olguín: el dramaturgo hace historia para desacralizar y tender lazos con el presente
Ť Aborda el asesinato de Obregón y el conflicto Estado-Iglesia en 1926, entre otros temas
Carlos Paul Ť El atentado, la "farsa antihistórica" escrita en 1960 por Jorge Ibargüengoitia que recrea el asesinato de Alvaro Obregón y que tiene como tema central el conflicto Estado-Iglesia ocurrido entre 1926 y 1928, se estrenó anoche, en el Centro Nacional de las Artes, bajo la creación escénica de David Olguín, en el contexto del ciclo sobre la Revolución Mexicana propuesto por la Compañía Nacional de Teatro del INBA.
Considerada un clásico de la dramaturgia mexicana, la obra toca de manera ''lúdica e irreverente", un periodo ''muy poco revisado de ese movimiento social sin el cual la historia mexicana del siglo XX sería inexplicable", comenta Olguín.
Y no obstante que los personajes históricos están enmascarados y obedecen a su consistencia de ficción, sobre el escenario rondan los fantasmas de Obregón, Calles, Toral, la madre Conchita y otros. ''Es una etapa oscura, brutal, y políticamente es una de las más espinosas. Hablamos, entre otras cosas, de 78 generales fusilados tras las purgas hechas por Calles y Obregón, del asesinato de un presidente electo, de la agitación social cristera, de bombas que se ponen en la Cámara de Diputados, de los conflictos entre dos fundamentalismos: el religioso y el del Estado", puntualiza.
Es un momento, ''en el que se está fundando el Estado moderno mexicano. En ese sentido, tiene muchas implicaciones sobre el partido en el poder, como lo que vivimos hasta hace poco tiempo. Ibargüengoitia, por su parte, hace historia para desacralizar y tender lazos con nuestro presente" y en El atentado reflexiona ''sobre las grandes contradicciones de la conciencia nacional".
Ambición y poder, intemporales
Con apenas tres montajes profesionales en más de 40 años (uno en 1975 y dos en los años ochenta), el texto de Ibargüengoitia, ''dice no al teatro de la grandilocuencia que revisaba de manera acartonada los 'sucesos nacionales' y rompe con el estilo dominante en la estructura dramática de su generación e imprime un rasgo moderno en cuanto a la dramaturgia: la fragmentación".
Es una obra, apunta Olguín, ''que incorpora la aventuras lúdicas de Alfred Jarry, se apropia de Brecht, del teatro del absurdo y de la farsa fílmica de los hermanos Marx y Buster Keaton, héroes cómicos tan apreciados por don Jorge".
''Se ven maneras de ser y de hacer por las que no pasa el tiempo: la ambición y el poder. Temas y situaciones que, por sí mismas, al ser tratadas con verdad escénica y recursos teatrales novedosos, además de su perspectiva tragicómica que el autor imprime a su revisión del pasado, le dan actualidad al espectáculo, en el que libertad, humor y juego son palabras clave".
La obra ?que se presentará en el Cervantino?, está ''vigente, no sólo como discurso teatral, sino respecto de la actual situación política, como pueden ser los conflictos entre Estado e Iglesia".
En ese sentido, este texto dramatúrgico ''tuvo en una época más impacto como un análisis del poder político. Ahora, se puede ver la obra y parecería que es al revés porque se va revalorando conforme pasan los tiempos". Sin embargo, ''parece que aún es un reflejo de nuestra indiocincrasia".
Al inició de su texto, el mordaz autor guanajuatense, advierte: ''Si alguna semejanza hay entre esta obra y algún hecho de nuestra historia, no se trata de un accidente, sino de una vergüenza nacional".
Entre el reparto figuran Alejandro Calva, Arturo Ríos, Ramón Barragán, Silverio Palacios, Eugenia Leñero, Norma Angélica y Lourdes Echeverría.
(El atentado se escenifica en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes, en Río Churubusco y calzada de Tlalpan.)
Los pasos de Jorge
(Breve historia de la obra)
La idea de escribir El atentado me vino oyendo la conversación de dos licenciados en una cantina irapuatense, una tarde de julio de 1958. El manuscrito dice, después de ''telón final", ''Coyoacán a 22 de julio de 1962". La obra fue premiada por la Casa de las Américas en 1963. Durante los años siguientes fue considerada para ser puesta en escena por el Teatro Nacional de Varsovia, por un grupo cubano y por otro mexicano que dirigía Juan José Gurrola.
Los dos primeros la rechazaron por considerar que el final no era positivo. El grupo mexicano abandonó el proyecto cuando las autoridades advirtieron que iban a poner dificultades para la representación, porque les parecía que la obra era irrespetuosa para la memoria de varias figuras de nuestra historia. El atentado fue estrenada por primera vez en México en julio de 1975, en la temporada de Teatro Popular, bajo la dirección de Felio Eliel. La versión de Juan José Gurrola con música de Hilario Sánchez y canciones de Arturo Allegro, fue estrenada en julio de 1976, en el Teatro Gorostiza.
Julio de 1978