VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Fin de siglo es la expresión más clara de mis aficiones, dice el cantante
Rafael Mendoza abreva de los recuerdos
Ť La bohemia, ''fuera de tiempo''; me resisto a insertarme en el orden de la vulgaridad, advierte
Juan José Olivares Ť Rafael Mendoza es un trovador contemporáneo, un juglar moderno que relata las nuevas historias de amor y desamor; es, como se dice, un bohemio, y ahora nos presenta su más reciente producción discográfica, Fin de siglo.
''Este es mi tercer disco, pero el primero que hago con absoluta lealtad a mi trabajo: el cantar solamente con una guitarra. Aunque tenga dos invitados que me hacen coro no hay doblaje ni nada. Definitivamente es lo que más me gusta, porque refleja lo que siempre hago: tocar en vivo con mi guitarra".
Según este cantautor, cuyos temas han sido interpretados por Betsy Pecanins y Eugenia León, sólo por mencionar algunas, los recuentos son parte de su fuente de inspiración:
''Lo que hice fue reunir 13 temas, unos viejos y otros hechos ex profeso para el disco. La producción es un canto a nuestro tiempo, porque éste es mucho más que un fin de siglo; es un momento con pulso, con incertidumbre, de recuentos... A ese tiempo es al que le quise cantar. Aunque también hay recuentos personales, como Lloro, que es un blues, u otra canción que dediqué a mi hija... Este disco parece ser la expresión más clara de lo que yo hago en vivo, de lo que soy tocando; en esta medida me gusta más''.
Pero Rafael acepta que la bohemia, que él expresa mediante su lírica, está fuera de tiempo: "Siendo fríos, yéndonos a tono con este tiempo, canciones como las mías y como las de muchos otros compañeros están fuera de tiempo. La moda y la velocidad de los días nos ponen fuera de tiempo, y eso es una condición de nuestro trabajo, pero no es una desventaja, porque hay muchas personas fuera de tiempo (como que no nos adaptamos a este modo de hablar). Este mundo se está llenando de vulgaridades en todos los ámbitos y mis canciones no lo son, aunque el orden general sea la vulgaridad. Algunos no entramos a este orden y es cuando nos encontramos con otros trovadores y un público al que les gusta lo que hago; están en el mismo avión que yo".
-ƑHay suficiente público para la trova?
-Quisiera más, aunque me encanta el que hay. Pero sí quisiera que las canciones tuvieran un circulación con menos obstáculos. Me cantan algunos intérpretes, y eso ayuda a que circulen (mis canciones), pero sí me gustaría que el movimiento de la obra fuese más ágil.
''Hay pocas disqueras que se atreven a arriesgarse. La iniciativa privada mexicana es medio cobardona, pues quiere negocios seguros, y trabajar con obras, como la mía, que aún no son materiales probados en el ámbito comercial, les parece peligroso. Yo les tengo confianza (a las obras), y yo digo que están perdiendo un billete los que me produjeron... y yo también. La verdad es que falta un criterio más amplio en las disqueras".
ƑCómo se puede corregir la situación? Rafael dice que mediante la insistencia.
''Lo importante es que de unos años para acá ha habido un crecimiento en el número de trovadores, así como un crecimiento de lugares para ellos (en Puebla, Tlaxcala, Morelia, Monterrey y DF). Hay muchos haciendo estas canciones y más escuchas de este tipo de música; hasta los chavos más reventados terminan escuchando boleros".