VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Respuesta a panistas que se oponen a la ratificación del procurador
No estamos en época de vetos: López Obrador
Raúl Llanos Samaniego Ť Frente a las críticas de los diputados panistas contra el procurador Samuel del Villar, el jefe de Gobierno del Distrito Federal electo, Andrés Manuel López Obrador, consideró ayer que "no estamos en época de vetos, sino en época de diálogo y acuerdos".
El perredista respondió así a la postura de los legisladores del PAN a la Asamblea Legislativa del DF, quienes en reunión con el presidente electo, Vicente Fox, le plantearon la posibilidad de que no se apruebe la designación del titular de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, Samuel del Villar, para el sexenio 2000-2006.
De acuerdo con el artículo 10 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, el procurador general de Justicia de esta capital será "nombrado y removido por el jefe de gobierno del DF con la aprobación del presidente de la República".
Interrogado al respecto, López Obrador comentó que todavía falta mucho tiempo para definir los nombres de quienes integrarán su equipo de trabajo, no obstante comentó que respecto a los titulares de la PGJDF y de la Secretaría de Seguridad Pública --quien también debe tener el aval presidencial-- expresó que en este mes habrá de reunirse con el panista Vicente Fox y analizarán este y otros temas fundamentales para la vida de los capitalinos. Por lo pronto, dijo, "no hay cargos, sólo encargos".
Meter al orden a invasores
Durante la gira que realizó por Tlalpan, el jefe electo se reunió con presidentes de diversos comités vecinales, quienes le expresaron los principales rezagos que enfrentan: agua potable, alcantarillado, seguridad pública, pavimentación, desazolve, recolección de basura, mantenimiento en escuelas primarias. Yolanda Fernández, vecina de Cumbres de Tepetongo, pidió al mandatario electo que haga todo lo necesario para frenar las invasiones de áreas verdes y que se investigue a la gente que está otorgando lotes.
Con respecto al último punto, López Obrador preguntó a los asistentes que quiénes estaban de acuerdo en que se prohibiera todo tipo de construcción en zonas de conservación o bien en delegaciones que constituyen pulmones de esta ciudad, y la mayoría se manifestó en contra. En entrevista final, señaló que se ordenarán nuevas edificaciones en Tlalpan, en el marco de la legalidad, pues aquí se ha llegado al límite de los servicios e infraestructura.
Por el contrario, mencionó que los nuevos asentamientos deberán orientarse hacia las jurisdicciones que durante los últimos años han sufrido un desploblamiento, como son aquellas localizadas en la zona centro del Distrito Federal, y dejar descansar a las que están en le sur de la ciudad.
En otra parte de su discurso, se refirió a la exigencia de compartir el poder con los ciudadanos, pues de lo contrario "no podríamos hacer un buen gobierno, además esto sería ya más por necesidad que por cuestión democrática", pues las actuales estructuras de gobierno resultan insuficientes para atender las demandas de 9 millones de personas que se concentran en la capital del país.
Habló también de la presencia que durante su sexenio tendrán los comités vecinales, pero para ello dijo que es fundamental que haya unidad entre todos sus integrantes, quienes deberán trabajar por el bien de la comunidad y dejar de lado las inclinaciones partidistas.
De hecho, afirmó que aquel comité que practique la democracia y se maneje en la unidad "tendrá derecho de picaporte con el jefe de gobierno, porque aquel que no acate estos principios será atendido sólo por el secretario de gobierno", y hasta en tanto se adecue a las exigencias de la sociedad, podrá ser atendido por el mandatario estatal.