VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Ambos se encontraron luego de tomarse la foto oficial de la reunión
Castro y Clinton se estrecharon la mano
David Brooks, corresponsal, y Rosa Elvira Vargas, enviada, Nueva York, 7 de septiembre Ť El esfuerzo por "hacer historia" en la Cumbre del Milenio de la Organización de Naciones Unidas (ONU) continúa, y se logró algo: por primera vez en la historia un presidente estadunidense dio la mano a Fidel Castro.
Mientras tanto, los líderes políticos del mundo continuaron con los grandes temas de nuestros tiempos.
Citando a Jesucristo, Bolívar, Krishnamurti, Frantz Fanon y la Biblia, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, instó a los más de 150 jefes de Estado a promover un nuevo "pacto democrático" para que los pueblos salgan de los abismos, y concluyó: "šSalvemos al mundo!"
Chávez fue uno de los 70 oradores que tomaron su turno ante el micrófono en la Asamblea General, en este segundo de los tres días de la cumbre que se celebra aquí, y como casi todos tocó los temas de la injusticia, de la desigualdad y los conflictos.
"En gran medida --dijo-- las graves crisis del siglo XX se gestaron por las abismales diferencias entre dirigentes y dirigidos, entre pobres y ricos, entre explotado- res y explotados... entre un comportamiento retórico y formalista de los organismos internacionales y los conflictos y padecimientos de los pueblos".
Agregó: "Lo que hay que dilucidar, entonces, es si el mundo de este nuevo milenio seguirá funcionando de esa forma perversa, o si hay posibilidades de cambio".
El venezolano dio término a uno de los discursos más largos (aunque brevísimo para su gusto) diciendo que podría "haberme ahorrado este discurso y ahorrarle a ustedes escucharlo reduciéndolo sólo a tres segundos. ƑPor qué tres segundos? Simplemente por la dramática, horrenda realidad de que cada vez que el reloj marca ese pequeñísimo tiempo, muere de hambre un niño en el mundo".
Las cifras de principios de milenio fueron repetidas, y juntas son devastadoras. El primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, tal vez fue quien dejó el resumen más dramático: la mitad de la población mundial lucha para vivir con un ingreso menor a dos dólares diarios, y unos 250 millones intentan hacerlo con menos de un dólar al día.
Y unos 250 millones de niños de 14 años o menos trabajan, a veces en condiciones terribles, y dijo que "10 personas morirán de malaria en los cinco minutos que tomo para hablar ante ustedes".
Tal vez la cumbre sí logre algo concreto en torno a la reducción de conflictos. La Casa Blanca confirmó hoy (después de negarlo inicialmente) la versión de que los presidentes Bill Clinton y Fidel Castro se toparon el miércoles al salir todos para tomarse la foto colectiva de los participantes en la conferencia, se dieron la mano e intercambiaron algunas palabras "placenteras".
Según la Casa Blanca, es la primera vez que un presidente estadunidense estrecha la mano a Castro desde el triunfo de la revolución cubana, hace cuatro décadas.
En torno a esta cumbre, entre tanto, hay varias causas. Bono, cantante de rock del grupo U2, y el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, entregaron al secretario general de la ONU, Kofi Annan, una propuesta para perdonar la deuda de los países más pobres del Tercer Mundo.
Por otro lado, el reverendo Jesse Jackson declaró que buscará reunirse con Alberto Fujimori, presidente de Perú, para pedirle que libere a la neoyorquina Lori Berenson, quien ha pasado cinco años en las prisiones del país andino, acusada de guerrillera.
En la zona de protesta, entre tanto, diversos grupos continuaron gritando sus múltiples demandas ante una avenida cerrada. Hoy se presentaron miembros de la secta Falun Gong para exigir el fin de su persecución en China, junto a coreanos que pe-dían el fin de la represión, entre otros.
Mañana se realizará una marcha y manifestación convocada por una diversa coalición que se une en torno al rechazo del dominio empresarial sobre las condiciones de vida en el mundo, y entre los convocantes están algunos veteranos de la gran protesta en Seattle hace 10 meses.
Frente a la Oficina de Intereses de La Habana, en Washington, se mantiene una protesta contra Castro, que la víspera provocó la situación más seria entre los manifestantes y la policía, con la llegada del presidente cubano a la sede diplomática. Pero todo acabó sin mayor problema.
Mientras, las limosinas van y vienen con las figuras de la política mundial, a las cuales, según el secretario general de la ONU, sus pueblos han confiado resolver los problemas del mundo.
Patrullas y escoltas del Servicio Secreto cruzan sin cesar la ciudad, transportando a los encargados del futuro a sus citas con la historia: desayunos entre ellos, comidas entre ellos, cenas entre ellos y otros invitados especiales que saben, o dicen saber, de los grandes problemas de la humanidad.
Anoche se reunieron Fidel Castro y Hugo Chávez, y hay decenas de reuniones bilaterales dentro de la junta multilateral de jefes de Estado más "grande de la historia", como insiste la propaganda de la ONU.
Y esta noche, todos --bueno, casi todos (Fidel Castro y otros no habrían sido invitados)-- se reunirán en un coctel en el Museo Metropolitano de Arte, donde el anfitrión es el presidente Bill Clinton.
En una banqueta, al otro lado de la Primera Avenida frente a la sede de la ONU, una mujer sentada habla sola; tiene en la mano un pequeño tubo que maneja como si fuera micrófono y se lo arrima a los labios.
Va informando a un supuesto público, que ella imagina que la está escuchando, lo que ocurre en este evento mundial. Tiene la nota exclusiva y es la única que parece saber qué esta pasando aquí.
Estaremos pendientes de sus conclusiones cuando, este viernes, culmine la Cumbre del Milenio.