VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000

 


Ť Juan Moreno Pérez Ť

Zacatecas y el FMI

La entrega del último Informe de gobierno del presidente Zedillo coincidió con dos hechos aparentemente desconectados: la infructuosa conclusión de la llamada ''marcha por la dignidad de Zacatecas'', encabezada por el gobernador de esa entidad, y el anuncio del pago anticipado de la deuda existente con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esos dos sucesos no sólo están directamente vinculados, sino que reflejan cuáles han sido las verdaderas prioridades del actual gobierno, y constituyen además un ejemplo de cómo el Ejecutivo continúa eludiendo las decisiones de un Poder Legislativo débil.

La demanda del gobierno de Zacatecas surgió a partir de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció que no podría concluir este año la construcción de dos tramos carreteros en ese estado, debido al recorte presupuestal anunciado el pasado enero. Como el presidente Zedillo se había comprometido a realizar esa obra antes de concluir su mandato, según afirmó el gobernador Ricardo Monreal, las autoridades de esa entidad decidieron realizar una marcha hasta la ciudad de México para exigir que se cumpliera la promesa.

En la marcha, el gobernador Monreal fue acompañado por los 57 presidentes municipales de ese estado, pertenecientes a diferentes partidos políticos. Su objetivo era llegar a Los Pinos y dialogar con el Presidente. Sin embargo, sólo fueron recibidos el secretario de Gobernación, quien les señaló que el monto y destino de los recursos presupuestales es decidido por la Cámara de Diputados, y no puede ser modificado por capricho.

Sin embargo, al representante del gobierno federal se le olvidó que en el artículo 35 del Decreto Aprobatorio del Presupuesto de Egresos de la Federación (DAPEF) para el presente año, se señala que el Ejecutivo deberá restituir los recortes que realice de manera provisional en el momento que empiece a recibir ingresos por encima de los deliberadamente subestimados en la Ley de Ingresos. Dentro de ese recorte provisional, realizado en enero, se incluyeron mil 476 millones de pesos del presupuesto aprobado por los diputados para la SCT.

A pesar de los cuantiosos ingresos recibidos a lo largo del año debido al elevado nivel alcanzado por el precio del petróleo, el presidente Zedillo no sólo no ha cumplido lo ordenado en el DAPEF, restituyendo los recursos recortados provisionalmente, sino que ha anunciado que no acatará esa decisión del Poder Legislativo durante lo que resta del año (ver mi colaboración en La Jornada, 30/8/00)

Al mismo tiempo que se negaba a recibir a los representantes elegidos mayoritariamente por la población de Zacatecas y cumplir un mandato de los diputados, el presidente Zedillo decidía anticipar el pago de la deuda existente con el FMI por 3 mil millones de dólares. Este pago representa casi 100 veces el monto de los 330 millones de pesos solicitados por el gobierno de Zacatecas.

Aunque el vocero de la Secretaría de Hacienda se cuidó de señalar que para realizar el pago al FMI no se habían utilizado recursos presupuestales, ni se había contravenido ninguna disposición del Poder Legislativo respecto a los límites de endeudamiento, el hecho es que se decidió, como ha sido recurrente a lo largo de este sexenio, priorizar los intereses de los extranjeros sobre los de los nacionales.

Al igual que los onerosos pasivos del Fobaproa-IPAB, la deuda con el FMI era deuda pública aunque no estuviera registrada formalmente como tal. Esos compromisos se adquirieron en 1995, como parte del paquete internacional de apoyo para que el presidente Zedillo ajustara la economía de la manera más favorable a los intereses extranjeros, actuales garantes de la estabilidad, con la pobreza para la mayoría de los mexicanos.

Al mismo tiempo que se restringe parte del gasto público decidido por los legisladores, el Ejecutivo decide utilizar parte de los enormes ingresos en dólares que se están recibiendo por la exportación de petróleo para concluir los compromisos con el FMI. Ese uso de recursos públicos constituye el ''secreto'' que ha permitido cancelar deuda por 3 mil millones de dólares, sin que las reservas internacionales se vean afectadas.