VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť El reto es cumplirla, afirma; De la Madrid y Woldenberg coinciden con él


Rechaza Carrasco que se reforme la Constitución

Alonso Urrutia Ť El secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, se manifestó por mantener vigentes en sus términos actuales los principios constitucionales del país. Antes que intentar cambiar la Carta Magna, "lo que implicaría una revolución o un amplio consenso de las fuerzas políticas y sociales", el reto es hacerla cumplir sin cortapisas, dijo.

En la presentación del libro Nuestra Constitución: historia y valores de una nación, también el ex presidente Miguel de la Madrid reprochó los intentos de cambiar la Carta Magna. Pretender hacerlo implicaría desconocer la historia y negar los valores políticos y sociales emanados de la Revolución Mexicana.

El consejero presidente del IFE, José Woldenberg, salió en defensa de la vigencia constitucional al afirmar que "aun con sus imperfecciones ésta ha sido garante de la transición democrática del país y con la pluralidad emanada de ésta han comenzado a tener plena vigencia principios fundamentales como el federalismo y la división de poderes".

Opinión de De la Madrid

Poco antes, el ex presidente Miguel de la Madrid habló sobre la inviabilidad de una nueva Constitución. Tras un largo recuento dijo que la actual corresponde a un proyecto de nación que contiene principios políticos "que deben seguir vigentes".

Por eso, cuando hay voces que señalan que lo que necesitamos es una nueva Carta Magna es porque hay un desconocimiento adecuado de nuestra historia constitucional, dijo.

Añadió: "Las constituciones nuevas son las que surgen de movimientos revolucionarios radicales que cambian totalmente los sistemas políticos y económicos. La Revolución Mexicana ya sucedió y de ahí vino la Constitución del 17".

Por su parte, el consejero presidente del IFE, José Woldenberg, sostuvo que la Constitución no es producto de un modelo teórico sino de las luchas del país. "Ninguno de los principios fundamentales de la Constitución, como por ejemplo la laicidad del Estado mexicano pueden comprenderse sin las vicisitudes que caracaterizaron al México del siglo XIX".

Woldenberg dijo que la transición democrática mexicana se ha dado "bajo el diseño constitucional, federalista, democrático, representativo, ha sido posible una de las metamorfosis más importantes de México, la cabal democratización".

Esta ha sido un "eficaz mecanismo que garantizó la transición pacífica del país". Dijo que a partir de la pluralidad que ha generado la democratización del país, se ha dado plena vigencia al federalismo, con la coexistencia de gobiernos con extracción política distinta en lo federal y estatal; la división de poderes se hace efectiva, más efectiva que nunca, con la llegada de un Congreso plural que no se conforma con sancionar lo que ha hecho otro poder.

La democratización del país se dio bajo la Constitución actual y al consolidarse ha puesto a funcionar toda la maquinaria que estaba ahí diseñada, "apenas estamos viviendo las consecuencias de ese cambio, de esas tensiones y por qué no decirlo de sus imperfecciones".