VIERNES 8 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Su cadáver fue hallado la noche del pasado miércoles cerca de La Marquesa
Cortes en cuello, muñecas y muslo, presentó Raúl Ramos Tercero
Ť La PGR atrajo la investigación sobre la muerte del encargado de la operación del Renave
Gustavo Castillo García, María del Socorro Castañeda, corresponsal Ť La noche del pasado miércoles fue encontrado sin vida Raúl Ramos Tercero, subsecretario de Comercio y Fomento Industrial y encargado de la operación del Registro Nacional de Vehículos (Renave). Desangrado por dos cortes con trayectorias encontradas (de izquierda a derecha y de derecha a izquierda) en el cuello, ambas muñecas y una más en el muslo derecho, el cuerpo fue localizado en el paraje La Loma, dentro del parque nacional La Marquesa. Para la Procuraduría General de Justicia del estado de México, se trató de un suicidio, aunque horas después se declaró incompetente y turnó las investigaciones a la Procuraduría General de la República (PGR).
Un deportista localizó al filo de las siete de la noche el cadáver; un cutter de color rojo estaba en la mano derecha; el cuerpo estaba boca arriba y sin manchas de tierra en la ropa, mientras que en el automóvil Cirrus, modelo 1999, placas 120-KFZ en que viajaba el subsecretario, permanecían seis cartas póstumas. Sin embargo, los hechos se hicieron públicos hasta ayer jueves pasadas las ocho de la mañana, doce horas y media después del hallazgo.
Los peritos de la Procuraduría mexiquense se presentaron en el lugar hasta las diez de la noche y para las nueve de la mañana del jueves, el procurador estatal, Gerardo Sánchez y Sánchez, declaró a medios de comunicación radiofónicos que los peritajes y la necropsia confirmaban que se trataba de un suicidio.
Heridas ''titubeantes'', informa el Semefo
El reporte del Servicio Médico Forense del estado de México citó textualmente: ''La muerte se debió a anemia aguda por una lesión de arma blanca en el cuello, con cinco heridas: dos en el cuello, una del lado derecho y otra del lado izquierdo; una en cada una de las muñecas, y una en el muslo derecho, todas son titubeantes porque son para lograr la muerte, lo que confirma el suicidio y por lo tanto tardaría en morir seis horas, aproximadamente. Antes del suicidio no ingirió drogas ni estimulantes; por el estado mental en que se encontraba decidió privarse de la vida y lo que tiene más cercano para hacerlo es el cutter''.
El funcionario de la Secofi escribió seis textos antes de privarse de la vida, los introdujo a un sobre manila, se despojó de saco y corbata. Descendió de su vehículo, caminó por el paraje hasta llegar al pie de una loma arbolada. Ascendió por ella unos 40 metros, hasta un lugar donde era poco visible, y con un cutter se cortó la yugular y las muñecas.
Después, su cuerpo descendió por la pendiente unos 15 metros y en el traslado se habría lesionado en la pierna derecha.
El cadáver fue encontrado con la cabeza hacia el poniente y sus pies hacia el oriente, ''como si hubiera descendido en una resbaladilla'', indicaron ejidatarios del municipio de Ocoyoacac, que fueron testigos del hallazgo y dieron aviso a las autoridades por medio de un radio de banda civil.
Jorge, ejidatario que se dedica a cuidar un restaurante en La Marquesa, indicó que ''un corredor fue a avisarnos que había encontrado un cadáver. Lo que hicimos fue llamar a la Cruz Roja de Lerma y también a la policía municipal a través del radio de banda civil de otro compañero''.
Ropa ensangrentada, pero sin tierra
Relató que uniformados del municipio de Ocoyoacac fueron los primeros en presentarse en el lugar, luego ''llegó la ambulancia y quisieron prestarle los primeros auxilios, pero ya estaba muerto y llamaron a la Procuraduría''.
El ejidatario y otras dos personas -de nombres Pedro y Gabriel- aseguraron que ''estaba con toda la ropa manchada de sangre, pero no tenía tierra''. El cuerpo del funcionario federal quedó a unos 30 metros en una vereda, detrás de unos sanitarios públicos.
El procurador del estado de México aseguró que de acuerdo con los peritajes el deceso ocurrió entre las tres y las cinco de la tarde. Pasadas las siete de la noche, cuando los ejidatarios observaron el cuerpo, éste tenía en sus manos el cutter de color rojo manchado de sangre. Las autoridades mexiquenses afirmaron que el instrumento era del mismo Ramos Tercero.
Según la versión de los ejidatarios, el cadáver fue levantado como a las once de la noche, mientras el automóvil Cirrus en que viajó desde la ciudad de México hasta el lugar era trasladado por una grúa a la delegación que la Procuraduría mexiquense tiene en el municipio de Lerma.
El Cirrus gris oxford -propiedad de la Secofi- en que viajaba Ramos Tercero, cruzó la caseta de pago de la autopista México-Toluca a las 12:17 horas, según las autoridades y de acuerdo con un comprobante de pago que se localizó en uno de los bolsillos de su saco.
El funcionario habría seguido por esa carretera hasta la desviación que lleva al tramo La Marquesa-Tenango del Valle. El recorrido entre punto y punto no le tomó más de 10 minutos, yendo a una velocidad de 80 kilómetros por hora. Al llegar a la desviación nuevamente viró a la izquierda hasta una zona de comercios.
En los restaurantes nadie recuerda haber visto a un hombre como de 50 años que llegara a bordo de un automóvil de esas características y solicitara servicio. Sin embargo, el subsecretario Ramos Tercero llegó al paraje La Loma ''como a eso de las dos de la tarde, que fue cuando vi que el auto se estacionaba'', dijo Pedro, el ejidatario. Pero ese hecho no llamó su atención -''aquí vienen muchas personas, muchas parejas que luego les da por meterse al bosque y dejan por horas sus coches''- y se alejó del sitio.
De acuerdo con las versiones recogidas, el automóvil habría cruzado el arco que da la bienvenida a los visitantes del paraje La Loma. A escasos 50 metros de la carretera La Marquesa-Tenango, el funcionario de la Secofi habría bajado del vehículo dejando su saco azul marino, su corbata y un sobre color amarillo en el asiento del acompañante. Debió enfilarse por un camino de concreto hasta cerca de los sanitarios públicos, que se localizan como a 500 metros del vehículo.
En su andar debió apreciar una parte del parque La Marquesa. La vista alcanza el Valle del Conejo y también el de El Pachón, donde se localiza un circuito para cuadrimotos. El camino de concreto, por el que supuestamente avanzó, se va elevando hasta unos 15 metros sobre el nivel de la carretera que lleva a Santiago Tianguistenco, que igualmente sirve a los peregrinos que se dirigen hacia el santuario de Chalma, que cruza por los municipios de Xalatlaco, Almoloya del Río y otros más hasta llegar a Tenango del Valle.
La maleza es de baja altura, hay algunos árboles, pero quien se desplaza por el lugar puede ser observado desde un punto distinto si se quiere. Sobre todo desde las cabañas que se localizan al otro lado de la carretera. Yendo por el camino de concreto, Raúl Ramos Tercero pudo haber observado las cabañas que se localizan a pie de carretera y que son utilizadas como restaurantes, y también que a sus costados existen varios asaderos.
Al lado del camino de concreto hay veredas que son utilizadas por los que gustan de correr en motocicletas de salto o bien que se divierten los fines de semana en las cuadrimotos que rentan en los alrededores del lugar. Todo eso debió cruzar el subsecretario Ramos Tercero. Yendo a paso rápido, el tramo lo habría recorrido en unos diez minutos.
El funcionario debió llegar hasta los sanitarios públicos, dar vuelta a la construcción, enfilar por una de las veredas, subir unos 40 metros entre maleza y árboles que poco a poco impiden la visibilidad de los autos que circulan por la carretera y también de quienes transitan por el paraje La Loma.
En la pendiente que subió, nadie puede permanecer en posición recta. El camino está lleno de gruesas raíces de árbol, y en su entorno pequeñas plantas. El suelo está húmedo y resbaladizo, es firme pero quien cae se ensucia.
Una vez avanzado cerca de 40 metros sobre esa pendiente, supuestamente, Ramos Tercero sacó el cutter, se cortó ambas muñecas y cuello. Luego rodaría por la pendiente.
Durante la mañana de ayer, personal de la Procuraduría de Justicia del estado de México y un familiar de Ramos Tercero recorrieron el lugar donde fue localizado el cuerpo. En cuanto vieron que llegaban representantes de los medios de comunicación se retiraron.
Minutos después de las nueve y media de la mañana acudió personal de inteligencia acompañado por dos patrullas de la Policía Federal Preventiva (PFP); también realizaron una inspección, tomaron fotografías y conocieron la versión de los ejidatarios.
Uno de los agentes mencionó a su compañero: ''Esto está muy raro. No creo que sea suicidio''. Habían encontrado que en el lugar más alto de la loma, y donde supuestamente el funcionario se cortó la yugular y las muñecas, había un lago hemático de unos 30 centímetros. Unos diez pasos abajo un manchón de sangre y otros tantos más, otro. Pero estos últimos eran pequeños. Supuestamente ahí había sido encontrado el cadáver.
El lugar de los hechos, alterado
Se preguntaron: ''ƑCómo es que arriba hay más sangre?, Ƒse agachó y luego quiso levantarse y se deslizó?''. Luego se respondieron: ''ƑPero cómo? Se hubiera atorado con el tronco de árbol que está a un lado del lugar. La maleza no está aplastada y no hay una línea recta de sangre hasta los otros manchones. Además, fue encontrado boca arriba y sin tierra. Si se hubiera rodado llega hasta abajo''.
Para las once de la mañana, el lugar de los hechos ya presentaba alteraciones. Había una huella de zapato en el lago hemático y los reporteros gráficos habían colocado flechas de papel sobre la sangre. Los peritos de la Procuraduría mexiquense no dejaron el cordón de plástico que impidiera el paso ni enmarcaron las huellas de sangre.