JUEVES 7 DE SEPTIEMBE DE 2000
Ť Participa el ex rector Sarukhan en seminario académico
Tener "espléndida relación" con el Ejecutivo, obligación de la UNAM
Ť La máxima casa de estudios "no puede funcionar aislada", dijo
Karina Avilés Ť El ex rector de la UNAM, José Sarukhán, afirmó que la obligación de las autoridades de la máxima casa de estudios y de cualquier universidad pública es tener "una espléndida" relación con el Poder Ejecutivo porque "la universidad no es un ente colgado de un hilo en el aire", pero también debe guardarse "una sana distancia y una autonomía".
El investigador del Instituto de Ecología aseguró que no ha tenido "la oportunidad" de estar junto al presidente electo ni con su equipo. Sarukhán enfatizó que la universidad "no puede funcionar aislada", y por lo tanto debe mantener vínculos con las autoridades con las que tiene que convivir. "El presidente desde luego es una de éstas, pero no es el único, hay muchos otros actores que están en el sector gubernamental, y con los cuales la universidad tiene que actuar".
Durante el seminario Tecnología, Desarrollo y Universidad, la economista Ifigenia Martínez, integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, afirmó que la era del neoliberalismo en México ha tenido entre sus objetivos acabar con la universidad pública, y ha propiciado también que no se utilice a cabalidad el cuerpo establecido de investigadores y técnicos egresados de los centros de estudios mexicanos, lo que ha provocado una crisis de desempleo, migración, fuga de cerebros e importación de ciencia y tecnología.
Las nuevas tecnologías "no sustituyen
la función de la universidad"
Antes, en entrevista, José Sarukhán sostuvo que el desarrollo científico y tecnológico no puede darse sin interacción de los sectores privado y gubernamental e instituciones de educación superior, aunque aceptó que si esa relación no es bien percibida por cualquiera de los tres sectores, se corre el riesgo de que las instituciones de educación superior distorsionen su función o misión "en aras de una relación de este tipo".
Indicó que las nuevas tecnologías pueden ser muy útiles para ciertos fines, pero de ninguna manera sustituyen la función de la Universidad.
Manifestó que hace falta difundir el trabajo que la UNAM realiza. La máxima casa de estudios "ha hecho esfuerzos en el pasado para tratar de transmitirlo, a veces de manera más intensa, a veces menos. Yo creo que hay que hacerlo ahora para rescatar la imagen de la UNAM, que se ha deteriorado desafortunadamente. Estoy seguro de que la rectoría está haciendo trabajos en ese sentido, hay una serie de cortos, progr amas que me ha tocado ver u oír, que van en esa dirección".
Opinó que los medios de comunicación tienen más interés en las "cosas escabrosas" de la universidad que en las "constructivas", y éstas se hacen a diario con el trabajo de alumnos, profesores e investigadores que cumplen con su función, lo cual "no es muy taquillero".
En referencia a la imagen de la UNAM en el extranjero, consideró que quienes conocen a la institución saben lo que ella significa, y la universidad "sigue teniendo los elementos fundamentales para seguir entrenando a la mejor gente del país".
Por su parte, el investigador Octavio Castaños manifestó que México sólo tiene una cobertura de 16 por ciento de su población en edad universitaria, y que sólo cuatro porciento de esta cifra accede a carreras vinculadas con la ciencia, lo cual significa que sólo seis de cada mil alumnos estudian carreras científicas.
La maestra Ifigenia Martínez expuso los proyectos económicos que han regido al país. El primero, el desarrollista, en donde hubo una intervención del Estado en el impulso de diferentes áreas como agricultura y desarrollo social --que fluctuó dependiendo del modo de gobernar de cada autoridad--, de la industrialización, aunque no se concluyó, y de una cultura nacionalista, entre otros aspectos.
En cambio, dijo, en el segundo modelo, el neoliberal, el Estado "prácticamente quiso reducir su participación en la economía, se reservó nada más el sector energético y ahí también hubo intentos de privatización, de quitarle esa característica de nuestro desarrollo de una economía mixta que está en la Constitución".
Por ello, propuso que el nuevo modelo se base en el desarrollo sustentable con economía mixta, con base constitucional. Consideró necesario llevar a cabo un proyecto nacional para continuar con la reforma del Estado y exigir que el plan nacional de desarrollo se someta a aprobación del Congreso.